Durante décadas fue considerado el camino más peligroso del mundo, hasta el punto que tuvo que ser cerrado al público. El Caminito del Rey, en Málaga, volvió a abrir en 2015, ahora con todas las garantías de seguridad, aunque sin restar ni un ápice de su espectacularidad.

Desde entonces, sus impactantes pasarelas colgadas sobre desfiladeros que llegan a acumular 700 metros de profundidad, no dejan de recibir visitantes, atraídos por las increíbles vistas sobre cañones y paredes de roca.

Sin embargo, no es la única ruta que merece (y mucho) una escapada en España. De Asturias a Menorca y de Galicia a Valencia recorremos las rutas de senderismo que hay que hacer al menos una vez en la vida.

Vueling, que cuenta con numerosas conexiones a estos puntos, ofrece a sus pasajeros el servicio de Vueling Activities, con el que se pueden contratar excursiones y tours guiados, en muchos casos evitando colas de taquilla, de diferentes duraciones y en grupos reducidos.

Aunque la ruta completa cuenta con un total de 7,7 km, sin duda son los 2,9 km que transcurren entre vertiginosas pasarelas adheridas a paredes verticales de roca las que forman la imagen más popular del Caminito del Rey, en el centro de la provincia de Málaga.

Entre los municipios de Álora, Antequera y Ardales y elevado a 100 metros de altura sobre el Desfiladero de los Gaitanes por donde fluye el río Guadalhorce, el Caminito del Rey fue en origen un camino para el mantenimiento del canal que alimentaba una central hidroeléctrica. Fue inaugurado en 1921 por el rey Alfonso XIII, del que tomó su regio nombre.

Pasear sobre el estrecho desfiladero, que en algunos puntos apenas llega a los 10 metros de ancho, sigue siendo una experiencia única, que se realiza en una ruta lineal a través de pistas forestales y las conocidas pasarelas, que han sido rehabilitadas para garantizar la máxima seguridad de quienes se aventuran a cruzarlas.

Los casi 3 km de pasarelas, de apenas un metro de ancho, cuelgan de forma casi imposible de las paredes de roca de hasta 3 desfiladeros: el de Gaitanejo, el Tajo de las Palomas y el Desfiladero de los Gaitanes dando paso a un puente colgante, un mirador de cristal y, sobre todo, vistas sobrecogedoras en todo el itinerario.

Precio: 10 euros, aunque hay diferentes visitas guiadas o que evitan la cola.

No es un conjunto de veredas o senderos sino todo un patrimonio colectivo que forma parte de su identidad. Así sienten los menorquines el Camí de Cavalls, hoy catalogado como un sendero de gran recorrido (GR 223) que recorre la práctica totalidad del litoral de este paraíso mediterráneo.

Calas escondidas, barrancos, roquedales, valles, bosques y campos de cultivo se atraviesan a lo largo de los 185 km que forman la ruta, que recibe su nombre de la constante circulación de soldados británicos que a caballo vigilaban la costa en tiempos de la dominación inglesa de la isla.

Hoy el camino se ha recuperado y está totalmente señalizado. Permite planear rutas para recorrerlo al completo o bien ‘patear’ alguno de sus tramos, que permiten descubrir antiguas atalayas y torres de vigía, faros y trincheras, pero también las impresionantes calas de Menorca, siempre en total contacto con la naturaleza.

Precio: es un itinerario público y gratuito; se pueden contratar diferentes tours y experiencias adaptadas.

En Valencia nos espera otra de las rutas de senderismo más espectaculares del país: la ruta de los Pantaneros, también conocida como de los puentes colgantes.

El itinerario arranca en Chulilla, en el Paraje Natural de Los Calderones, a apenas una hora de Valencia capital en coche, de donde parte un sendero que se dirige al río Turia que, a su paso por la localidad, ha creado una garganta que atraviesa la roca dando lugar a un profundo cañón, con paredes verticales de más de 80 metros de altura.

Con 5,5 km (10 km ida y vuelta, en sentido lineal), la ruta sigue el mismo camino que recorrían los obreros que trabajaban en la construcción del embalse de Loriguilla en los años 50.

Hoy el sendero, totalmente acondicionado, atraviesa las impactantes hoces del Turia bordeando cortados y salvando caídas a través de varios puentes. Destacan especialmente dos de estos puentes colgantes: uno que se eleva 15 metros sobre el río durante 20 metros –sí, el vértigo es más que probable- y otro aún más largo, de 28 metros de longitud y poco más de 5 de altura.

Además, hay que detenerse en las bellísimas panorámicas que ofrecen los miradores en toda la ruta, como el de las Compuertas y el de la Carrucha, desde donde se ve un idílico lago, el Charco Azul.

Precio: la ruta es pública y gratuita.

Con más de 100 lagos repartidos por todo el Principado de Asturias, resulta difícil escoger solo uno. Por eso hoy nos quedamos con cuatro, concretamente los lagos de Saliencia, dentro del Parque Natural de Somiedo, en el concejo asturiano del mismo nombre, que recorremos en un itinerario circular que nos acerca a los lagos de Cueva, Calabazosa, Cerveriz y Almagrera.

Tiene una longitud de 8 km y es relativamente fácil, con un desnivel de 350 metros y que se puede hacer en alrededor de 3 horas.

La ruta arranca en el llamado Alto de la Farrapona, en Somiedo, donde además hay un aparcamiento para dejar el coche. El primer lago en el camino es el de la Cueva, a 1.590 metros de altitud completamente encajonado entre empinadas cumbres.

El siguiente que veremos, bastante más pequeño, es lago Almagrera o lago Mina, que da paso al lago Cerveriz, de aguas más profundas y oscuras y rodeado de hermosas praderas. Es un buen lugar para hacer picnic antes de continuar camino.

Nos espera la vista del precioso lago Calabazosa, también conocido como lago Negro, de bellísimas tonalidades verdes y azules que se bordean siguiendo el sendero.

A continuación, y después de ascender un buen tramo, se puede ver de nuevo el lago de la Cueva desde otra perspectiva, para después cerrar el círculo y volver al punto de inicio.

Precio: la ruta es totalmente gratuita.

Si hablamos de rutas épicas en España no podemos dejar de hablar del Camino de Santiago. En realidad no es uno, sino 10, que pueden hacerse andando, en bicicleta, en barco y hasta buceando.

Así, podemos seguir las famosas flechas amarillas que señaliza el Camino Francés, quizás el itinerario jacobeo con mayor tradición histórica y más reconocimiento internacional; el Camino de Fisterra y Muxía, con origen en Santiago y meta en el cabo de Fisterra y el Santuario da Virxe da Barca de Muxía; o el de la Vía de la Plata que, desde Andalucía y Extremadura, penetra en Galicia por las Portelas do Padornelo y de A Canda, y pasa por el sector septentrional del valle de Monterrei y de A Limia hasta llegar a Ourense.

Otra opción es el llamado Camino Inglés, con alternativas en Ferrol y A Coruña como puntos de origen. Por su parte, el Camino Primitivo fue el utilizado por los primeros devotos llegados del naciente reino asturiano.

El Camino del Norte; la Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla, un itinerario marítimo-fluvial por la ría de Arousa y el río Ulla; el Camino de Invierno, que sigue la entrada natural a Galicia desde la meseta; el Camino Portugués; y el Camino Portugués de la Costa, que entra en Galicia por la villa marinera de A Guarda tras cruzar el Miño son el resto de opciones.

Precio: recorrer cualquiera de los Caminos es gratuito.