48 horas en Aquisgrán: la ciudad que conquistó a Carlomagno

En Aquisgrán se respira historia, se disfruta de relajantes aguas termales y se vive en una metrópoli que es a la vez un gran museo al aire libre

En la frontera con Bélgica y los Países Bajos, en Renania del Norte (Alemania), Aquisgrán es una pequeña localidad cuyo nombre nos retrotrae a los años de pupitre ya que su nombre está asociado a la figura del emperador Carlomagno, quien la proclamó la capital del reino más célebre del Viejo Continente: el Sacro Imperio Romano.

Entre balnearios y monumentos que datan de esa época, proponemos seis planes para ver y hacer en una escapada a Aquisgrán de 48 horas.

En la bellísima catedral de Aquisgrán está enterrado Carlomagno 

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1. Visitar la catedral

Ubicada en el corazón de la ciudad vieja, la catedral de Aquisgrán es la principal atracción de la metrópoli. Primer patrimonio mundial de la Unesco en Alemania (1978), su arquitectura resalta el significado y la naturaleza imponente del edificio, que se levantó a fines del siglo VIII (si bien más adelante seguiría creciendo hasta formar el conjunto actual), por deseo del emperador Carlomagno, que seguía su sueño de construir una ‘nueva Roma’ en Aquisgrán. 

La Capilla Palatina. Foto: Juan Pablo Bonete.
La Capilla Palatina. Foto: Juan Pablo Bonete. 

Aquí, la historia realmente cobra vida pues nos toparemos con un pasmoso complejo arquitectónico conformado por el Palacio, la Capilla Palatina y el Octógono, pieza central de la catedral, que sigue el bello ejemplo de las iglesias bizantinas, y en cuya parte central está enterrado Carlomagno, fallecido en el año 814. 

Todo este conjunto es una joya de la arquitectura carolingia: puertas macizas de bronce, muros y columnas revestidos de mármol extraídos de edificios de Rávena y Roma, amén del suntuoso trono de Carlomagno, dejan al visitante inmerso en un aturdimiento de belleza sensorial que ni el propio Stendhal podría superar.

2. Tomar las aguas

La ciudad también es famosa por sus aguas, consideradas como las aguas termales más al norte de los Alpes, que la han convertido en un famoso balneario.

Händel, el zar Pedro I el Grande o la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón son algunos de los personajes que se enamoraron de las aguas termales de Aquisgrán

Los celtas y los romanos ya conocían el poder beneficioso del agua caliente de hasta 70 grados rica en minerales, y la usaban para construir numerosos baños termales en el área de la ciudad. También a Carlomagno le encantaba bañarse en los manantiales de Aquisgrán, que por esta preferencia hizo aquí su residencia.

A partir de finales del siglo XVII, la ciudad imperial finalmente alcanzó el estado de un sofisticado balneario, que fue visitado por famosas personalidades como el compositor Händel, el zar Pedro I el Grande o la emperatriz Josefina, esposa de Napoleón.

El balneario más afamado de Aquisgrán. Foto: Carolus Thermen Bad Aachen.
El balneario más afamado de Aquisgrán. Foto: Carolus Thermen Bad Aachen.

En la actualidad hay varios balnearios en Aquisgrán, pero el más famoso y visitado es el Carolus Thermen Bad Aachen, que dispone de una gran piscina bellamente decorada con columnas, bañada por el agua mineral  termal que nace en el subsuelo. Además, acomoda en su interior una zona spa, sauna y gastronomía de primera en su restaurante, que en conjunto, retoma las tradiciones romanas.

3. Explorar el Ayuntamiento y la Marktplatz

El Rathaus (Ayuntamiento), situado en Markplatz, la plaza del Mercado, fue construido entre 1334 y 1376, sobre los cimientos de la residencia imperial de Carlomagno.

El exterior, en perfecto estilo gótico, está adornado con cincuenta estatuas de tamaño natural que representan algunas de las figuras más importantes de la historia alemana, incluidos los treinta emperadores coronados en Aquisgrán. El interior, en estilo barroco, está enriquecido con frescos del siglo XIX que trazan la historia de Carlomagno.

Ayuntamiento es una visita obligada. Foto: Jörg Hempel | Turismo de AquisgraÌn.
Ayuntamiento es una visita obligada. Foto: Jörg Hempel | Turismo de AquisgraÌn.

Al salir del ayuntamiento es necesario pasear por la Marktplatz, pues hay muchos ejemplos arquitectónicos del Aquisgrán medieval. Es una gran plaza abierta y empedrada, donde se colocan mercadillos durante todo el año y especialmente en Navidad, repleto de casetas de madera con artesanía navideña y dulces típicos de esas fechas. Una soberbia fuente con la estatua de Carlomagno preside su espacio.

4. Admirar las fuentes

El agua domina Aquisgrán. De hecho, caminando por el centro histórico, es imposible no encontrarse e con varias fuentes. Entre las tres más visitadas se encuentra la de Kreislauf des Geldes (que significa circulación de dinero). El agua, proveniente de las aguas termales, se mueve constantemente en sentido anti horario, como para mostrar el flujo continuo del dinero que va de los pobres a los ricos. En el borde de la fuente también hay seis estatuas de bronce que representan la avaricia, la protección y la mendicidad, además de la figura de un padre que explica al niño cómo usar el dinero.

Puppenbrunnen, por su parte, es una pequeña fuente amada por los niños, pues está construida con títeres metálicos que mueven sus cabezas y extremidades y se pueden girar a voluntad mientras el agua fluye entre los muñecos.

Kreislauf des Geldes es una de las fuentes más famosas de la ciudad. Foto: Andreas Herrman | Turismo de AquisgraÌn.
Kreislauf des Geldes es una de las fuentes más famosas de la ciudad. Foto: Andreas Herrman | Turismo de AquisgraÌn.

Por último, la de Elisenbrunnen, cuya traducción sería fuente de Elisa, está ubicada en Friedrich Wilhelm Platz, en un edificio neoclásico dedicado a Elisabeth Ludovika de Baviera, hija del rey Maximiliano I. El edificio tiene una columnata de estilo dórico para recibir a los visitantes y dos fuentes de donde fluye el agua termal.

5. Disfrutar de la plaza Hof

Entre la fuente Puppenbrunnen y el ayuntamiento, la coqueta Plaza Hof tiene mucho que ofrecer al visitante, pues es un buen lugar para pasar unas horas de relax en sus restaurantes, bares y cafeterías. Después del descanso, es el momento de darse un relajante garbeo por esta seductora zona antigua de Aquisgrán.

Comenzando desde el Hof, caminaremos por la admirable calle Körbergasse, de estilo medieval y pasaremos por delante de la antigua tienda tradicional dedicada al tueste de café, Plum’s Kaffe, y también por la Korb Bayer, tienda de cestas tejidas artesanalmente a mano, que abrió sus puertas por primera vez en 1865.

La plaza Hofe es uno de los lugares con más encanto de la urbe. Foto: Andreas Herrmann Turismo de Aquisgrán.
La plaza Hof, uno de los lugares con más encanto de la urbe. Foto: Andreas Herrmann | Turismo de Aquisgrán.

Muy cerca encontraremos uno de los símbolos de la ciudad: el Printenmädchen o «niña de pan de jengibre», que representa a una de las pequeñas y pobres niñas que antiguamente se ganaban la vida vendiendo pan por las calles.

Haremos una nueva parada en la cafetería más antigua de Aquisgrán, Van den Daele Cafe, fundada en 1890. Las diferentes estancias están llenas de rincones y las muchas escaleras de este edificio histórico le dan al café su irresistible encanto.

6. Maravillarse con los museos

Aquisgrán tiene muchos museos diferentes para ofrecer, pero en tan poco tiempo lo mejor es elegir los tres mejores y más interesantes.

En primer lugar comenzaremos por el Domschatzkammer, el tesoro de la Catedral de Aquisgrán, que alberga uno de los mayores tesoros de la iglesia al norte de los Alpes, debido a su función como templo de coronación. Una impresionante colección de valiosas obras de arte atraen anualmente a alrededor de 100.000 visitantes. La colección incluye numerosas obras sagradas de orfebrería y platería, como copas, relicarios o retablos.

El Couven Museum estaÌ en otro de los encantadores rincones de AquisgraÌn. Foto Andreas Herrmann Turismo de AquisgraÌn.
El Couven Museum estaÌ en otro de los encantadores rincones de la ciudad. Foto Andreas Herrmann | Turismo de AquisgraÌn.

El Couven-Museum, emplazado en el 17 de la conocida Hühnermarkt presenta la antigua cultura doméstica de clase media y la decoración del hogar. Sus habitaciones forman un conjunto armonioso de diferentes estilos de interiores que van desde el rococó hasta el clasicismo temprano del período Louis-Seize y el estilo del Imperio Napoleónico hasta Biedermeier.

Para los que reverencian el arte moderno, es aconsejable ver el Ludwig Forum für Internationale Kunst, institución multidisciplinaria de arte contemporáneo. Se basa en la colección de Peter e Irene Ludwig, con obras clave de Pop Art, realismo fotográfico y arte europeo desde la década de 1960 hasta la actualidad. La colección comprende más de 3.000 obras de artistas como Jean-Michel Basquiat, Andy Warhol, Nancy Graves, Neo Rauch, Phyllida Barlow y Jenny Holzer.

Plaza Hof ambiente nocturno. Foto Bernd Schröder Turismo de AquisgraÌn.
Las terrazas siempre destilan buen ambiente. Foto: Bernd Schröder | Turismo de AquisgraÌn.

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