20.000 turistas, sin toros este verano en Cataluña por la prohibición de las tientas

La prohibición de corridas de toros sin muerte en Cataluña afectará a unos 20.000 turistas rusos y asiáticos este verano. Las capeas, paralizadas desde septiembre de 2013, se han desplazado a Vinaroz (Comunidad Valenciana), llevándose consigo el negocio.

“Vemos pasar a los turistas rusos de Salou y a los toros por la AP7 en dirección Vinaroz. Ven la capea allí y luego, turistas y toros, se vuelven”. Son las palabras de Moisès Fabra, uno de los ganaderos perjudicados por la prohibición de las capeas de toros en Cataluña. Se calcula que 14.000 turistas rusos y 6.000 asiáticos dejarán de pagar por el espectáculo sólo en la Ganadería Mur, una de las más afectadas.

Así, aunque el Parlamento catalán debatirá la regulación de las polémicas ‘tientas’ en noviembre, la nueva legislación no llegará a tiempo. Una de las fincas que recibía turistas rusos era la ganadería Rogelio Martí, en Alfara de Carles. Diez meses después que la prohibición entrara en vigor, su dueño ha vendido la granja, reses y terrenos.
 

 
Una de las explotaciones ganaderas afectadas ha cerrado, y la otra ha vendido reses

 
En el mismo pueblo, otra de las explotaciones dedicada al turismo, la Ganadería Mur, también está en aprietos. “Nos están matando. He perdido 150.000 euros y he tenido que despedir a una decena de personas”, explica la gerente, Àngela Mur. Desde 2011, estas dos explotaciones en la cuenca del Ebro veían pasar a miles de turistas cada verano. El éxito los puso en el punto de mira de las asociaciones animalistas. Dos años después, un auto del Juzgado Contencioso-Administrativo número 17 de Barcelona estimó una denuncia de la Plataforma antitaurina Prou y cortó de raíz el maná.

Como consecuencia, las capeas se han deslocalizado a la Comunidad Valenciana, donde sí están permitidas. “Los turistas rusos de los hoteles de Salou y Peñíscola van en autobús a la explotación de Fernando Mansilla en Vinaroz. Cataluña ya ha perdido el negocio”, dicen fuentes consultadas por 02B. Según las mismas voces, el ganadero de Ulldecona se encuentra en una espiral surrealista: transporta toros a Vinaroz para, después de la capea, volver a llevárselos a Cataluña, donde los morlacos no pueden participar en tientas.
 

 
Cientos de turistas rusos se desplazan ahora a Vinaroz a ver las capeas sin muerte

 
En total, dos explotaciones ya han cerrado en el Ebro y varias han ajustado el número de cabezas de ganado desde que la prohibición entró en vigor, ya que cada res cuesta hasta 5.000 euros. Además del perjuicio económico y la pérdida de puestos de trabajo, localidades como Alfara de Carles, Xerta o Ulldecona se han resentido de la prohibición. Cabe recordar que los turistas participaban en catas de productos locales (que después podrían comprar) y comían en la misma explotación.

Cada visitante pagaba hasta 90 euros por la degustación y comida, aunque las capeas eran gratuitas, aseguran los ganaderos.

a.
Ahora en portada