Los 12 monumentos más icónicos que nos dejaron las Exposiciones Universales

De la Torre Eiffel al Atomium pasando por la Plaza de España de Sevilla y la Fuente Mágica de Montjuic, estas son algunas de las mejores herencias que nos legaron las Exposiciones Universales

Atomium, Bruselas. Foto: Pixabay

Desde que se celebrase en el Palacio de Cristal de Hyde Park en Londres la considerada primera Exposición Universal en 1851, durante más de 170 años este tipo de ferias han servido de escaparate para mostrar al mundo los avances tecnológicos y artísticos de la época, además de incorporar infraestructuras y modificar la fisonomía de las ciudades en las que han tenido lugar.

Sin embargo, es cierto que no todas han logrado causar el mimo impacto. Coincidiendo con la inauguración, el pasado 1 de octubre, de la Expo de Dubái, que pretende causar sensación con todo tipo de construcciones y eventos grandilocuentes como la espectacular cúpula de Al Wasl, repasamos, de la mano de la plataforma Musement, los principales monumentos heredados de estas citas en el mundo.

1. Torre Eiffel, París

Era uno de esos monumentos que tenían fecha de caducidad, concretamente 20 años. Sin embargo, gracias a su éxito, la Torre Eiffel no solo sigue en pie sino que logró convertirse en el símbolo de París y de toda Francia.

Torre Eiffel. Foto: Kayla Koss | Unsplash.

Celebrada en 1889, que coincidía con el centenario de la Revolución Francesa, la Exposición Universal tuvo lugar en el Campo de Marte, a orillas del río Sena.

La estructura, en aquel entonces la torre más alta del mundo, pronto se convirtió en el centro de atención del evento, atrayendo a casi 2.000.000 de visitantes. Aunque también fueron muchos los que criticaron su apariencia “antiestética».

La Torre Eiffel fue en su momento la más alta del mundo y se convirtió en la principal atracción de la Expo Universal de 1889

2. Plaza de España, Sevilla

El conjunto arquitectónico de la Plaza de España fue proyectado por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929.

Plaza de España, Sevilla. Foto: Reiseuhu | Unsplash.

Esta cita, cuya temática giraba en torno al hermanamiento entre España, Hispanoamérica, EE. UU., Portugal y Brasil, tuvo un gran impacto en la imagen de Sevilla.

De los 117 edificios construidos para el evento, todavía se conservan 25, y esta plaza, con sus famosos bancos representando las provincias españolas, es uno de los más emblemáticos.

3. Fuente Mágica, Barcelona

La Exposición Internacional de Barcelona de 1929 se celebró en la montaña de Montjuïc, y muchos de los lugares de interés que continúan levantando expectación hoy en día, como el Palau Nacional, hoy sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña, o el Pueblo Español, con sus 117 edificios a escala real, fueron creados para dicho evento.

Fuente Mágica de Montjuïc. Foto: Manuel Torres García | Unsplash.

Entre las joyas de la corona de la feria cabe destacar la Fuente Mágica, diseñada por Carles Buïgas con el objetivo de llenar de luz, agua y color la calle principal del evento.

4. Atomium, Bruselas

Esta famosa obra diseñada por André Waterkeyn y André y Jean Polak, en teoría, no estaba ideada para sobrevivir más allá de los 6 meses que iba a durar de la Exposición General de primera categoría de Bruselas (1958).

Atomium, Bruselas. Foto: Wilber Diaz | Unsplash.

Sin embargo, el éxito de la original estructura durante la feria propició un cambio de planes y, actualmente, sus 9 esferas son uno de los iconos más reconocibles de Bélgica.

5. Grand Palais y Petit Palais, París

Ambos monumentos fueron creados para la exposición universal de 1900 de París y, más de 120 años después de su construcción, siguen despertando admiración.

El Grand Palais es una obra maestra del estilo Beaux-Arts característico de la Escuela de Bellas Artes de París que combina a la perfección la piedra, el acero y el vidrio, todo ello ricamente ornamentado. Su cúpula acristalada es uno de sus principales rasgos distintivos.

Petit Palais. Foto: Pixabay.

Por su parte, el Petit Palais, obra del arquitecto Charles Girault, además de su belleza arquitectónica que se plasma especialmente en cúpulas transparentes y grandes ventanales, es famoso por albergar el Museo de Bellas Artes.

6. Space Needle, Seattle

Seattle no sería Seattle sin su ‘Aguja Espacial’. El origen de la popular atracción turística hay que buscarlo en la Exposición General de segunda categoría de Seattle, celebrada en 1962, cuyo lema era ‘El hombre en la época espacial’.

Aguja Espacial de Seattle. Foto: Timothy Eberly | Unsplash.

Se estima que unos 2,65 millones de personas, entre ellos Elvis Presley, Neil Armstrong y Walt Disney, visitaron la Space Needle durante la feria.

7. Unisphere, Nueva York

Este enorme globo terráqueo de acero, con sus 43 metros de altura y 37 metros de diámetro, fue el eje central de la Feria Mundial de Nueva York de 1964.

Aunque la exposición no fue reconocida por la Oficina Internacional de Exposiciones y muchos países no acudieron a la cita, la Unisphere ha hecho historia y ya forma parte de la cultura popular estadounidense.

Unisphere es parte de la cultura popular de los EE UU. Foto: Vilma Oliveros | Pixabay.

8. Biosfera, Montreal

El antiguo pabellón de los EE. UU., conocido en la actualidad como la Biosfera, es junto con el complejo residencial Hábitat 67 una de las obras arquitectónicas más destacadas que nos ha dejado la Exposición Universal de 1967 celebrada en Montreal.

La espectacular estructura de acero de la esfera geodésica diseñada por Buckminster Fuller sobrevivió al incendio de 1976 que sí logró destruir la membrana de acrílico que la recubría. Hoy en día acoge en su interior un museo sobre el medio ambiente.

Biosphere, Montreal. Foto: Jamshed Khedri | Unsplash.

9. Acuario Cívico de Milán

El edificio que alberga el acuario es el único pabellón que aún perdura de la exposición universal celebrada en Milán en 1906.

Se trata de uno de los acuarios más antiguos de Europa y está situado en el Parco Sempione. La fachada del edificio Art Nouveau, diseñado por el arquitecto Sebastiano Locati, es una auténtica maravilla.

10. Torre del Sol, Osaka

La espectacular torre diseñada por Tarō Okamoto para la Exposición Universal de 1970 tiene tres caras y mide más de 65 metros de alto.

La que fuera el símbolo indiscutible de la expo, es ahora una de las estrellas del parque conmemorativo a esta cita en la ciudad japonesa y, desde 2018, es posible visitar de nuevo su interior; es sí, con reserva previa.

Torre del Sol. Foto: Je Yang | Pixabay.

11. Pabellón Puente, Zaragoza

El recinto de la Expo de Zaragoza de 2008, cuyo eje temático fue ‘Agua y desarrollo sostenible’, se proyectó en el meandro de Ranillas, junto al río Ebro.

De entre las varias estructuras creadas para la expo, y que todavía perduran a día de hoy, como la Torre del Agua o el acuario fluvial, una de las más aclamadas fue (y sigue siendo) el Pabellón Puente, proyectado por Zaha Hadid.

Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza. Foto: Javier Cebollada | EFE.

El innovador edificio horizontal, que sirvió de puerta de acceso a la exposición, es actualmente la sede de Mobility City.

12. Museo de Arte de China, Shanghái

Apodado la ‘Corona del este’ por su parecido con las antiguas coronas imperiales, el pabellón de China durante la Expo 2010 de Shanghái es una de las pocas construcciones que permanecieron en pie tras el evento.

El edificio rojo con forma de pirámide truncada alberga en la actualidad el Museo de Arte de China, uno de los más grandes de Asia.

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