Royal Caribbean se queda sin su ‘crucero a ninguna parte’

Uno de los primeros viajes del Quantum of the Seas en Singapur fracasa al detectarse un caso de coronavirus a bordo

Quantum of the Seas. Foto: Royal Caribbean.

La gente tiene ganas (y muchas) de volver a disfrutar de un crucero. Solo así se explican las increíbles cifras de voluntarios -más de 200.000, y subiendo- dispuestos a probar los nuevos protocolos de seguridad adoptados por Royal Caribbean antes de retomar sus operaciones en los EE UU. Sin embargo, el coronavirus está lejos de ser un problema superado: en sus primeros viaje desde Singapur, un buque de la compañía ha tenido que regresar a puerto tras el positivo en cobid-19 de uno de sus pasajeros.

Era su primera prueba de fuego, el barco Quantum of the Seas volvía a navegar el 1 de diciembre con pasajeros reales -aunque solo residentes en la ciudad-estado- desde la interrupción de operaciones el pasado mes de marzo de la línea de cruceros Royal Caribbean. El ‘crucero a ninguna parte’ de cuatro días sin escalas que parte y regresa al puerto de Singapur ponía en marcha nuevas medidas de prevención y detección de coronavirus, así como innovadoras herramientas, entre ellas una pulsera de rastreo –Tracelet– que monitoriza en tiempo real la distancia de seguridad respecto a otros pasajeros y que sirve para identificar rápidamente a los contactos estrechos en caso de detectar algún positivo. Indudablemente el positivo es un golpe a la vuelta al mar de los barcos, aunque sea en este formato de ‘cruceros a ninguna parte. La buena noticia es que, al menos, los protocolos han funcionado.

A bordo del Quantum of the Seas se proobaban nuevos protocolos y tecnologías como el brazalete Tracelet. Foto: Royal Caribbean.

Cruceros a ninguna parte

El Quantum of the Seas ya está en el puerto Marina Bay Cruise Center, según informa el Ministerio de Salud de Singapur en un comunicado. El pasajero contagiado, un singapurense de 83 años, fue aislado de inmediato al comenzar con los síntomas el tercer día del viaje y dar positivo en una prueba PCR realizada a bordo del barco. Rápidamente se contactó con sus contactos estrechos y se realizaron más pruebas, todas con resultado negativo hasta el momento, informan las autoridades.

Los pasajeros y la tripulación restantes, a quienes se solicitó que permaneciesen en sus camarotes, deberán quedarse en el barco hasta que se complete el rastreo de contactos. En paralelo, la tripulación procedió a la desinfección del barco. Además, y tal y como hicieron antes de embarcar, deberán hacerse una PCR para poder desembarcar.

El pasajero contagiado, un singapurense de 83 años, fue aislado de inmediato al comenzar con los síntomas el tercer día del viaje y dar positivo en una prueba PCR

Nuevas medidas de seguridad

El Quantum of the Seas, construido en 2014, comenzó a operar estos viajes con un límite de ocupación del 50% de su capacidad total, estimada en 4.100 pasajeros, además de nuevas medidas de seguridad que incluyen el uso de mascarilla obligatoria, distancia social y medidas de higienización y limpieza en todo el barco. Además, todos los pasajeros deben escanear su código QR SafeEntry requerido por Singapur al embarcar y desembarcar y hacerse una prueba PCR previa al embarque y el desembarque.

En este crucero en concreto viajaban alrededor de 3.000 personas, entre pasajeros y tripulación. La compañía comenzó a servir las comidas en las cabinas tan pronto se detectó el positivo y se pidió permanecer en los camarotes. Además, Royal Caribbean informó de que reembolsará en forma de efectivo o crédito la parte proporcional no disfrutada del viaje, así como un día extra para futuros cruceros. Además, se ha puesto a disposición de todas las personas llamadas telefónicas y wifi gratuito para que pueda realizar planes de viaje alternativos o avisar a sus allegados.

Sin escalas, el crucero ofrecía la posibilidad de viajar y disfrutar del ocio a bordo. Foto: Royal Caribbean.

El capitán ha informado regularmente a los pasajeros sobre la situación del barco. “Sabemos que no es exactamente así como planeaba pasar su crucero, y lo sentimos mucho”, decía una de las notas enviadas el miércoles, según recoge Bloomberg. “Nuevamente, esto es para su beneficio y para garantizar que todos los huéspedes se mantengan sanos y saludables”.

Las autoridades de Singapur se han apresurado a comentar que el caso “no es inesperado” y que el gobierno está preparado para responder a este tipo de casos. No es ningún secreto, sin embargo, que la noticia es un nuevo revés para el turismo en la ciudad-estado y también para la industria de los cruceros.

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