Un puñado de familias manda en el negocio de los cruceros de lujo

El sector de los cruceros de lujo se concentra en pocas familias, que otorgan su toque personal en viajes y embarcaciones

La industria de los cruceros, y sobre todo en el de los más lujosos y exclusivos, es un nicho en el que se lanzan grandes fortunas para canalizar sus inversiones. Pinault, Branson, Lim Kok Thay, Hagen, Lefebvre d’Ovidio y Arison son los apellidos que dominan este sector, que mantiene las perspectivas de un ambicioso crecimiento.

De todos ellos, Richard Branson es el más conocido fuera de los pasillos de este sector, por el estilo excéntrico que el creador del imperio Virgin trasladó a los cruceros. Con una inversión de 2.200 millones de euros, el magnate con intereses en la industria aeronáutica y hotelera construirá tres embarcaciones, de la que la primera –llamada Scarlet Lady- comenzará a surcar las aguas del Caribe en 2020.

Pocos barcos para pocos pasajeros

Francois Pinault, por medio de su grupo invesor Artemis, desembarcó en este universo marítimo cuando compró la naviera Ponant. La compañía forma parte de un conglomerado de la industria del lujo donde se encuentran Gucci, la casa de subastas Christie y la exclusiva bodega Château Latour.

Además de tener seis lujosos cruceros –que transportan como mucho a 180 pasajeros-, Ponant encargó una embarcación más grande, para 270 viajeros, que tendrá una propulsión híbrida eléctrica y de gas licuado, y que permitirá surcar los hielos de la Antártida y el Ártico.

Sector en crecimiento

Con beneficios anuales en el orden de los 160 millones de euros, Ponant se abre camino en un mercado dominado por los gigantes Carnival y Royal Caribbean.

Diversas familias impulsaron el sector de los cruceros de lujo imprimiendo su toque personal a los viajes y los barcos

La industria del crucero moviliza más de 100.000 millones de euros al año, estima la patronal CLIA, y es un sector con promesas de crecimiento: si bien se trata de inversiones a largo plazo (cada barco necesita al menos tres años en los astilleros antes de ser botado), una de las ventajas es que la movilidad de sus naves permite esquivar aquellos mercados que entran en crisis, como sucede con las operaciones en China.

Expansión a toda máquina

El multimillonario malayo Lim Kok Thay es el dueño de los resorts y casinos Genting, que entró por la puerta grande del sector de los cruceros cuando compró Crystal Cruises por 475 millones de euros. También cuenta con el control de Star Cruises y Dream Cruises, además de mantener participaciones en Norwegian Cruise Line.

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Torstein Hagen, presidente de Viking Cruises, especializada en cruceros fluviales.

Crystal protagonizó una de las expansiones más rápidas de los últimos años: además de los dos barcos iniciales, construyó otros cuatro y rehabilitó un quinto para viajes por los ríos de Europa, además de encargar una nueva embarcación para trayectos oceánicos.

El rey de los ríos

Entre los crecimientos más acelerados, cabe destacar el que le imprimió Torstein Hagen a Viking Cruises: de cuatro pasó a 64 barcos para cruceros fluviales, con siete más que llegarán el próximo año. De hecho, uno de cada dos norteamericanos que viajó en un crucero por un río lo hizo en esta compañía.

Y en los trayectos oceánicos, la flota de cinco barcos se duplicará en los próximos años.

Uno de los secretos es que Hagen imprimió su toque personal en todos los detalles, desde la comida a bordo hasta el tamaño de las papeleras en las habitaciones.

Millonarios más millonarios

Uno de los amigos íntimos de Hagen es Manfredi Lefebvre d’Ovidio, quien se embolsó 860 millones de euros con la venta el 67% de su compañía Silversea a Royal Caribbean.

El empresario italiano construyó un pequeño imperio de la navegación más lujosa. Con sede en Mónaco, cuenta con nueve barcos con capacidad para 100 a 600 pasajeros.

Del transporte de mercancías a los cruceros

De Italia también son Gianluigi y Rafaela Aponte. Él era capitán de barcos, ella diseñadora, y tras hacer fortuna en el transporte marítimo de mercancías, fundaron MSC Cruises en 2003, que la convirtieron en la cuarta naviera más importante del mercado. Su hija Alexa es directora de finanzas, y su yerno Pierfrancesco Vago lleva las riendas como presidente ejecutivo.

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Gianluigi Aponte, fundador de MSC Cruises.

La fortuna de Aponte supera los 7.000 millones de euros, y tras lanzar una docena de mega cruceros en la última década y media, apuestan fuerte para expandirse: para 2026 contarán con 25 embarcaciones, y prevén triplicar sus pasajeros hasta los cinco millones de viajeros.

El gigante de los mares

Carnival, el gigante del mundo de los cruceros, también tiene un origen familiar. Fundada por Ted Arison en 1972, el timón lo lleva su hijo Micky, que logró que la compañía cuente con más de 100 embarcaciones representadas en una decena de marcas.

Para los directivos del sector, el anciano Ted Arison es el modelo a seguir: no solo como modelo de empresario, sino porque fue el ariete de la expansión de los viajes en crucero en el mundo en los últimos 40 años.

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