Colau choca con la Generalitat por la ampliación del puerto

El ayuntamiento rechaza el plan para crear una nueva terminal de cruceros en el puerto de Barcelona

El ayuntamiento de Barcelona no quiere saber nada con la instalación de una nueva terminal de cruceros. El puerto de Barcelona cuenta con cuatro estaciones, hay una quinta de Carnival Corporation que está en construcción, y el proyecto de ampliar el muelle Adosado permitiría tener una terminal adicional para atracar estos gigantescos barcos, que sería administrada por la naviera MSC.

El Consejo de Administración del puerto de la ciudad aprobó este miércoles el plan de ampliación, que implicará una inversión de 39 millones de euros. Los únicos votos negativos fueron los del representante del ayuntamiento de El Prat y la concejal de Ecología y Urbanismo Janet Sanz. “Barcelona no necesita una nueva terminal”, aseguró la teniente de alcalde, y dijo que con las existentes “se da una suficiente cobertura a lo que necesitan las navieras”.

Además de los representantes de El Prat y Barcelona, en el consejo se sientan delegados de UGT y CCOO, de los estibadores, de la Cambra de Comerç, delegados del Estado y del puerto. El presidente, Sixte Cambra, fue designado por la Generalitat.

Por ello, Sanz reclama al gobierno catalán “que decida si quiere aprobar las propuestas por la puerta de atrás y de la mano del PP”, o si quiere hacerlo “con la ciudad de Barcelona, atendiendo a lo que piden los vecinos de la ciudad”.

La concejal aclaró que no se opone a la ampliación del muelle sino a la creación de una terminal de cruceros, que es solicitada por la naviera MSC a cambio de una concesión por 30 años.

Oposición de vecinos

La propuesta de una nueva terminal levantó las protestas de diferentes organizaciones de vecinos y ambientalistas, que se manifestaron frente al World Trade Center mientras se aprobaba la iniciativa.

Los ecologistas aseguran que con la nueva terminal Barcelona recibiría cinco millones de cruceristas en el 2021

El portavoz de la Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible, Daniel Pardo, dijo que las entidades convocantes se oponen a la nueva terminal «por la masificación turística y por la contaminación que la actividad genera en la ciudad, especialmente en los barrios más cercanos al puerto».

Pardo aseguró que «si finalmente el proceso de licitación para la construcción de la terminal de cruceros se aprueba, las entidades consensuarán un calendario de protestas para seguir haciendo visible el problema».

Los cruceristas se duplicarían

Estas entidades alertaron que los 2,68 millones de cruceristas que desembarcaron en 2016 podrían duplicarse a los cinco millones en sólo cuatro años.

Además aseguraron que uno de los principales impactos de los cruceros son las elevadas emisiones de contaminantes a la atmósfera (SO2, NOx, partículas en suspensión PM10, PM2,5 y ultrafinas, así como otros hidrocarburos peligrosos) que afectan a la salud.

Esta contaminación es producto del uso de un fuelóleo pesado cien veces más tóxico que el diesel que utilizan automóviles y camiones y que está prohibido en los puertos europeos del Mar del Norte y del Báltico, dicen los ecologistas.

Las quejas de los vecinos es compartida por Sanz, quien pidió que antes de seguir adelante con el proyecto de ampliación se analicen los problemas ambientales, de contaminación de las aguas, y de masificación de espacios públicos que derivaría una mayor llegada de cruceros a la ciudad.

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