Así es el crucero que despliega más arte que un museo

El flamante crucero Rotterdam presenta más de 2.500 piezas de artistas de todo el mundo -entre ellos el español Okuda-, un patrimonio artístico valorado en 3,5 millones de euros

En el crucero hay más de 2.600 obras de arte. Foto Holland American Line

Muchos cruceros presumen de desplegar tanto arte a bordo que están a un paso de convertirse en museos flotantes. En otros casos, las exhibiciones se centran en artículos de valor histórico. Pero pocos pueden llegar a una colección tan grande como el del nuevo barco de Holland American Line.

El pasado 20 de octubre debutó el crucero Rotterdam, la séptima embarcación de la flota, que cuenta con capacidad para 2.668 pasajeros en su estructura de 300 metros de largo por 34 de ancho; y en donde las mayores suites como la Pinnacle llega a los 120 metros cuadrados.

Vistas del crucero Rotterdam. Foto Holland American Line

Más de 2.600 piezas de arte a bordo

Lo que sorprende a los viajeros es el gran despliegue de arte contemporáneo que hay a bordo: un total de 2.645 piezas realizadas por artistas de 37 nacionalidades, entre ellos el español Okuda San Miguel.

Las más de 2.600 piezas que se encuentran en las salas y pasillos del Rotterdam tienen un valor de 3,5 millones de euros.

La compañía adquirió una gran escultura de fibra de vidrio que representa a un oso con un salmón entre sus garras. Como es su sello de identidad, las figuras están revestidas de rombos y círculos de colores.

La colección de arte a bordo del Rotterdam está valorada en 3,5 millones de euros, y fue comisariada por el estudio YDA-Design de Oslo y la organización londinense ArtLink, que colaboraron con el estudio Tihany Design.

Otter, la obra de Okuda San Miguel en el Rotterdam. Foto Holland American Line

Una narrativa artística en común

Estas obras se encuentran en salas, pasillos y restaurantes del crucero, las cuales en su mayoría tienen en común que tratan sobre el movimiento, la música y la danza.

Todas ellas tejen una narrativa visual, como un “nuevo sonido de crucero en el arte”, precisan en la compañía.

Gran parte de las obras son pinturas y esculturas, pero también se pueden ver fotografías, ilustraciones, grabados y técnicas mixtas.

La obra más cara, y la más grande, es una escultura de acero inoxidable que se eleva en el salón Atrium

Harp, la obra más grande y cara del barco. Foto Holland American Line

Cada una de las escaleras que conducen a las cubiertas cuenta con obras de arte de una temática: las de la popa son relacionadas con la arquitectura, las centrales se refieren a la música, y las de la popa tienen una vinculación con la zoología.

Las obras más grandes (y la más pequeña)

De todas ellas, la más grande es la obra Harps, una escultura de 7,5 toneladas en acero inoxidable que se eleva a lo largo del Atrium, el corazón de la vida social en el crucero. Y también es la obra más cara, de unos 535.000 euros.

Por el contrario, las obras más pequeñas son de la artista Betty Pepper, que recicla libros y mapas convertirlos en encantadoras creaciones minimalistas, que se pueden ver en las cubiertas 7 y 8.

Obra del Lounge Neptuno. Foto Holland American Line

Otra de gran formato es la Oceans Feast, un mural de Magnus Sodamin en uno de los restaurantes del Rotterdam, que mide siete metros de largo por uno de alto.

Las fotografías del italiano Federico Picci invitan a reflexionar cómo sería un mundo en el que no pudiéramos escuchar música pero sí verla. La imagen de los globos sobre un piano es toda una metáfora.

El retrato de Billie Holliday realizada con 8.000 hilos. Foto Holland American Line

En la zona de embarque hay una obra titulada Billie Holiday de Ani Abakumova, formada por 8.000 hilos que totalizan 4,5 kilómetros. El esposo de la artista es un matemático que desarrolló un algoritmo que le permite crear imágenes a partir de trazas textiles que cambian de color sin usar pintura.

a.
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