Pros y contras de cinco ciudades que puedes visitar en un crucero

Estas cinco ciudades pueden ser fascinantes cuando se realiza un viaje en crucero, pero hay que tomar algunas precauciones para no tener decepciones

Un viaje en crucero no es solo para pasar días en alta mar. Eso está muy bien, pero también cabe aprovechar al máximo las escalas para conocer otras ciudades, culturas y sabores. Pero por descuido o falta de información estas salidas requieren un poco de planificación para evitar alguna sorpresa desagradable.

Antes de partir en un crucero conviene realizar un poco de investigación sobre los destinos: ¿se necesitan vacunas? ¿es un sitio seguro? ¿cómo es el tráfico? ¿la gente entiende inglés?

Lo más fácil suele ser contratar a la excursión que ofrece la compañía naviera, pero estas son más caras que los tours que se pueden adquirir en cada puerto. Y si es que uno quiere viajar por su cuenta, cabe tener en cuenta ciertas precauciones.

El Cairo

En contra: El Cairo es punto de partida y llegada de numerosos cruceros por el Nilo, pero en los viajes por el Mediterráneo los barcos atracan en los puertos de Alejandría y Port Said, cada uno a tres horas de la capital egipcia.

Iberia suma a Egipto a sus destinos internacionales. Foto: Simon Matzinger - Unsplash.
Las pirámides son un fascinante pasaporte a la historia antigua. Foto: Simon Matzinger – Unsplash.

El tránsito de El Cairo es agobiante, tanto por sus demoras como por el concierto de bocinas que se escucha en todo momento. Excepto algunas zonas donde se puede caminar tranquilamente como el barrio copto, el coche o la furgoneta son las únicas formas de movilizarse entre los atractivos turísticos.

Para llegar a El Cairo cabe recordar que los puertos de Alejandría o Port Said están a tres horas de la capital egipcia. Y eso si el tránsito es normal

En las zonas de las pirámides la insistencia de los vendedores ambulantes pueden colmar rápidamente la paciencia. Si no se quiere comprar hay que rechazar las propuestas de regate de manera educada.

[Para leer más: Qué hacer (y qué no) al contratar una excursión en un crucero]

Para regresar hay que tener muy en cuenta el tiempo de viaje hasta el puerto. Recordemos que un crucero no espera a los rezagados.

A favor: es uno de los sitios más fascinantes para los amantes de la historia antigua. Las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino con la esfinge de Giza sorprenden por sus dimensiones y presencia.

El Museo de Egipcio del Cairo tienen cientos de momias, ajuares y objetos de las eras de los faraones, pero la sala de Tutankamón es impactante. Cuando se abra el futuro Gran Museo Egipcio, cerca de las pirámides, las visitas se multiplicarán.

La cornisa de Alejandría, uno de los paseos más famosos de esta ciudad de Egipto.
Desde Alejandría a El Cairo hay tres horas de viaje.

Mezquitas como la de Muhammad Alí o la del Sultán Hasan y el mercado de Jan el-Jaili son otros puntos que, si hay tiempo, no hay que dejar pasar.

Bangkok

En contra: los cruceros más cercanos a Bangkok atracan en el puerto de Laem Chabang, a 115 kilómetros de la capital de Tailandia.

El tránsito en Bangkok es uno de los más densos del Sudeste Asiático, por lo que las demoras son la norma de cada día, y desbaratan cualquier cálculo sobre los tiempos de viaje.

Wat Phra Kaeo es el conjunto monumental más importante de Bangkok. Fotos: JPCh.
La opulencia de los templos budistas en Bangkok. Foto: JP Chuet.

No es buena idea ir por libre alquilando un coche: se conduce por la izquierda, y muchas señales viales solo están en el alfabeto tailandés.

El clima de Bangkok es muy caluroso y húmedo, el viajero buscará inmediatamente aquellos sitios con aire acondicionado para evitar el sofoco.

Hay que tener cuidado con los puestos de comida callejeros: la abundancia de condimentos picantes y no saber con qué agua se limpiaron los alimentos pueden causar trastornos intestinales.

En Bangkok sorprende la opulencia de los templos en el complejo del Gran Palacio Real

A favor: además de la tradicional amabilidad de los tailandeses, es un destino a precios accesibles con un rico legado de historia vinculado a la religión budista. El fastuoso complejo del Gran Palacio Real merece una visita de varias horas, así como los templos de Wat Arun y el de Wat Pho con su famoso Buda inclinado.

[Para leer más: Thonglor, 24 horas en el barrio de lujo de Bangkok]

Los mercados como el de Sampeng son coloridos, ruidosos y divertidos, pero si se busca una opción más lujosa está el exclusivo centro comercial de Iconsiam, con un interesante mercado de alimentos…bajo techo.

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Los bares y restaurantes del hotel Lebua, en Bangkok, están a 250 metros de altura. Foto: JP Chuet.

Quien quiera evitar problemas de horario, cerca del puerto de Laem Chabang esta Pattaya, donde se encuentra el gigantesco Santuario de la Paz, la mayor construcción de madera de Tailandia. Cerca hay bonitas playas para desconectar y una excelente cocina con mariscos y frutos de mar.

Florencia

En contra: el puerto más cercano es Livorno, a una hora de Florencia. Una vez que se llega a la ciudad de los Médici el viajero verá, con algo de desilusión, que la gran mayoría de los museos como la Academia o la Galería de los Oficios tienen largas colas para entrar.

Por la presión turística en Florencia quedan cada vez menos comercios emblemáticos, reemplazados por tiendas de recuerdos y casas de comida rápida

Si el crucero llega al puerto un lunes, mejor busque otro programa, porque ese día casi todos los museos están cerrados.

Florencia recibe a más de doce millones de turistas anuales.
Atravesar el Puente Viejo en verano es un poco agobiante.

La presión turística hace que cada vez queden menos comercios emblemáticos, reemplazados por tiendas de recuerdos y casas de comida rápida.

A favor: es una de las ciudades más bonitas de Italia y como cuna del Renacimiento, se respira arte e historia a cada paso. Puede ser que para atravesar el Puente Viejo haya que abrirse paso entre los turistas, pero hay paseos como los jardines de Bóboli o los Bardini que aportan una cuota de sombra y tranquilidad que se agradece.

Para evitar perder tiempo con las filas en los puntos más turísticos se sugiere comprar entradas anticipadamente por internet.

En Florencia está prohibido fotografíar el David. Pero en el Palacio Viejo hay una copia donde todo el mundo se retrata.
En Florencia se respira arte en cada rincón.

Florencia es una ciudad para ser caminada, por lo que un coche sirve de poco y hay que dejarlo cerca de la estación de trenes o en algún punto alejado del centro.

San Petersburgo

En contra: para visitar San Petersburgo (o cualquier otra ciudad rusa) hay que gestionar una visa turística, que requiere la invitación de un residente o de un hotel, y que demora diez días en expedirse.

La alternativa es sumarse a una excursión con un guía autorizado, que evita el engorroso trámite pero que no permite que uno pueda viajar por su cuenta.

La única forma de evitar el trámite de la visa turística para San Petersburgo es contratar una excursión con un guía autorizado

En el verano el clima es más suave que en España, pero si llega una ola de calor hay que recordar que muchos sitios no tienen aire acondicionado.

El palacio de Invierno, en San Petersburgo.
El palacio de invierno, en San Petersburgo.

Excepto los puntos turísticos más importantes hay numerosas iglesias y museos que no tiene explicaciones en inglés, y sin un guía, uno siente que se pierde de una valiosa porción de la historia.

[Para leer más: Conociendo el San Petersburgo más revolucionario]

A favor: la ciudad del Báltico tiene un valioso patrimonio de arte y arquitectura de la época de los zares, empezando por el Hermitage, el museo más grande del mundo. Es imposible recorrerlo siquiera en un día, a lo sumo conviene planificar la visita para media jornada.

San Petersburgo
Atardecer en la ciudad de los zares.

La opulencia de la Iglesia del Salvador sobre la sangre, la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, el Palacio Peterhof y el inmenso Palacio de Invierno son algunos de los puntos más destacados. Por no olvidar la experiencia de ver algún concierto o ballet en el prestigioso Teatro Mariinski.

Buenos Aires

En contra: los cruceros atracan cerca del centro de Buenos Aires y en general es sencillo moverse por la ciudad, aunque en algunos tramos el tránsito puede ser muy denso.

Sin embargo al caer la noche los barrios más visitados, como La Boca y San Telmo o algunas calles del Microcentro pueden ser inseguras.

Cafe Tortoni. Foto Turismo Buenos Aires.
El Cafe Tortoni, el más antiguo de la ciudad. Foto: Turismo Buenos Aires.

También cabe recordar que con frecuencia hay marchas y protestas que cortan las principales avenidas, y en esos momentos las seis líneas de metro colapsan rápidamente.

Los barrios más visitados de Buenos Aires como La Boca o San Telmo pueden ser inseguros por la noche

Para cambiar dinero hay que evitar a los cambistas informales de la vía pública (llamados ‘arbolitos’) porque las estafas están a la orden del día. Y para movilizarse, sobre todo de noche, es mejor llamar a los servicios de radio taxi que son más seguros.

Teatro Colón, Turismo de Buenos Aires.
El Teatro Colón es una de las mecas líricas más importantes del mundo.

A favor: la París de Sudamérica tiene rincones de toda Europa: las huellas afrancesadas en la Recoleta, las influencias de Madrid en la Avenida de Mayo, la herencia napolitana y genovesa en La Boca y un toque británico en El Bajo; mientras que el pasado tanguero de San Telmo contrasta con la sofisticación y lujo de Puerto Madero.

[Para leer más: Cinco secretos de Buenos Aires desconocidos hasta para sus habitantes]

En Buenos Aires hay librerías en cada esquina, cafés que mantienen su elegancia centenaria, una huella cultural que se refleja en el Teatro Colón (un importante centro lírico) o en museos como el de Arte Latinoamericano (MALBA), y una oferta gastronómica basada en sus famosas carnes.

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