Ocho rutas por Madrid a través de las series más exitosas

De La casa de papel a Paquita Salas pasando por Élite, Valeria, Antidisturbios o Veneno, estas son las series que hacen de calles, edificios y monumentos de Madrid personajes de las ficciones más exitosas del momento

‘Valeria’ es todo un retrato de Madrid. Foto: Netflix.

Madrid es un enorme plató de cine. No solo multitud de directores nacionales e internacionales de Pedro Almodóvar y Alejandro Amenábar a Orson Welles han escogido localizaciones para sus películas -el último, estos días, Wes Anderson, que rueda en la localidad de Chinchón-, sino que la ciudad se ha convertido incluso en un personaje más de muchas historias.

Su éxito en el sector audiovisual se ha traslado también a las series y es que no por nada Netflix instaló aquí su primer centro de producción europea. También es la ciudad española con más rodajes: un total de 66 series rodadas en 2019 y 55 en 2020 (a pesar de la pandemia).

Títulos como La casa de papel, Élite, Las chicas del cable, Paquita Salas y El ministerio del Tiempo o las más recientes Valeria, Antidisturbios o Veneno se rodaron en Madrid ofreciendo historias y también diferentes miradas sobre la ciudad.

Un Madrid de series. Imagen: Madrid Destino.

Recorremos las localizaciones, curiosidades y anécdotas de las series nacionales más exitosas que para descubrir Madrid (dentro y fuera de la pantalla) y que pueden seguirse incluso a través de los mapas de Madrid Destino.

La casa de papel

Justo cuando miles de espectadores están pegados a las pantallas devorando literalmente la quinta temporada del superéxito de Netflix (es la serie de habla no inglesa más vista de la plataforma), repasamos las localizaciones de La casa de papel en Madrid.

Por supuesto, hay que empezar por la (ficticia) Fábrica de Moneda y Timbre, en realidad la sede del CSIC, la mayor institución pública dedicada a la investigación científica en España (se escogió en lugar de la verdadera fábrica por cuestiones operativas y para facilitar el rodaje de las escenas de acción, además de por tener una fachada muy similar).

La Fábrica de la Moneda no puede visitarse, pero sí su museo, la Casa de la Moneda, uno de los más importantes del mundo en su género.

‘La casa de papel’. Foto: Netflix.

Para rodar el golpe al Banco de España se eligió, como en el anterior caso, una localización más tranquila y cerrada al tráfico: Nuevos Ministerios. En la serie podemos apreciar su característico patio de corredores arqueados, y precisamente aquí podemos visitar la sala de exposiciones ‘La Arquería’, que acoge muestras sobre arquitectura y arte contemporáneo.

Para poder entrar en el banco, la banda idea un plan en el que siembra el caos en la ciudad tirando 140 millones de euros desde globos aerostáticos, billetes que vuelan por lugares tan reconocibles como las Cuatro Torres, el Círculo de Bellas Artes y la plaza del Callao, el particular ‘Times Square’ madrileño, donde se encuentran las pantallas desde las que El Profesor habla a los ciudadanos.

El Ministerio del Tiempo

La fachada del Ministerio del Tiempo corresponde con la del palacio de la duquesa de Sueca, también conocida como condesa de Chinchón (a la que Goya inmortalizó en su famoso retrato, hoy en el Prado). Curiosamente, este edificio se conocía como la Casa de las Temporalidades, no porque en él se pudiesen hacer viajes en el tiempo, sino porque Carlos III expropió su parcela a los jesuitas usando, en vez del término bienes, el eufemismo ‘temporalidades’.

Incluso los ‘heavys’ de gran Vía salieron en El Ministerio del Tiempo.

En el interior del colindante Instituto de San Isidro se encuentra el patio barroco que inspiró a los creadores de la serie para recrear el pozo por el que se accede a las dependencias del Ministerio. Se trata del centro educativo en el que estudiaron Lope de Vega, Pío Baroja o Cela, entre muchos otros.

Otros lugares en la ciudad en los que podremos viajar a algunos de los episodios más destacados de la serie son el Museo Reina Sofía, la calle Antonio Grilo o la Residencia de Estudiantes, donde coincidieron Dalí, Lorca y Buñuel.

Élite

Los estudiantes del prestigioso instituto Las Encinas suelen moverse por los pueblos de la sierra y periferia de Madrid. Así, el embalse donde se encuentra Omar y Ander es el de Los Arroyos de El Escorial, la frutería donde trabaja Nadia está en el 18 de la calle La Calzada en Guadarrama y los exteriores del colegio no son otros que los de la Universidad Europea en Villaviciosa de Odón.

Sin embargo, cuando Carla, Guzmán o Polo quieren divertirse, no lo dudan: se mueven al centro de Madrid. El Teatro Barceló es su discoteca preferida, ubicada en un edificio racionalista firmado por Gutiérrez Soto y también una de las mejores discotecas de la ciudad en la realidad.

Terraza de The Principal Madrid Hotel.

El hotel donde Cayetana y Lu organizan su fiesta benéfica es la terraza de The Principal, con vistas privilegiadas al edificio Metrópolis y a la Gran Vía.

Si preferimos una cena romántica entre parejas como la de Lu, Guzmán, Omar y Ander, nuestro lugar es Maddock, en el Paseo del General Martínez Campos, 26.

Paquita Salas

Paquita Salas no es de Madrid, sino de Navarrete (La Rioja). Sin embargo, su agencia, PS Management, en la plaza de la Luna, y la gran mayoría de las tramas se encuentran en la capital.

Por ejemplo, a Belén de Lucas la descubre en el bar donde trabaja como camarera, el Válgame Dios, en cuyas paredes cuelgan fotos de algunos de sus ilustres clientes como Serrat, Ana Belén, Rosario Flores o Marta Sánchez. Es justo el lugar donde Javier Ambrossi y Belén Cuesta, creador y actriz de la serie, se conocieron trabajando como camareros, y él le prometió escribirle un papel que le cambiaría la vida, como efectivamente así fue: el musical La Llamada.

Otra actriz andaluza de éxito que también fue camarera es Paz Vega, que en la serie trabaja en el Café Moderno y que asegura que ese bar da buena suerte. Tiene razón; en esa misma plaza vivía el personaje de Lucía y el sexo con el que ganó el Goya.

El karaoke de Paquita Salas es Sácame por Dios.

Muy cerca está el Sácame por Dios, un karaoke y piano-bar que los dueños del Válgame tienen muy cerca y donde Macarena García y Paquita interpretan Cadillac Solitario. Como en la serie, no es difícil encontrar allí celebridades de la música y el cine.

Si el amanecer nos pilla en la calle, no queda otra que desayunar chocolate con churros y porras en Fanny, la churrería ambulante favorita de Salas.

Las chicas del cable

La primera serie original de Netflix producida en España fue Las chicas del cable, un homenaje a las mujeres que trabajaron en la mayor central de telefonía de Europa en los años 20, una recreación del Edificio Telefónica en el número 28 de la Gran Vía.

Aquí aconteció la primera llamada intercontinental entre Alfonso XIII y el presidente estadounidense Coolidge (recreada en la ficción). En la actualidad, puedes visitar en su interior una exposición permanente sobre la historia de las telecomunicaciones, además de exposiciones temporales.

La histórica estación de Delicias es la que separa y vuelve a unir a Lidia y Francisco. La misma alberga el Museo del Ferrocarril, en el que podrás visitar trenes de época como los que las protagonistas usan para llegar a la capital.

El Museo del Ferrocarril en Las chicas del cable. Foto: Netflix.

El Lyceum Club Femenino donde Carlota y Sara comienzan a empatizar, el Teatro Lara y el barrio de las Letras (la pensión Dolores está en el 47 de Lope de Vega y Ángeles vive en la Casa de Pérez Villaamil, uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista de la ciudad) son otros de los lugares donde rastrear sus huellas.

Valeria

La protagonista de Valeria vive en el barrio de Malasaña, en el nº 17 de la calle de San Gregorio, y acude con frecuencia para escribir su novela al restaurante Frida. No es el único lugar de moda reflejado en la serie, con localizaciones en el pub Lucky Dragon (Calle de la Estrella 3) o la terraza del del Palacio del Marqués de Riera, actualmente está ocupado por el restaurante Bocanegra.

Muy cerca, en el interior del hotel NH Collection Suecia (más conocido como Casa Suecia, en la calle del Marqués de Casa Riera, 4), se encuentra con sus amigas en el casi clandestino Hemingway Cocktail Bar.

Valeria es un escaparate de Madrid. Foto: Netflix.

La Sala Equis, antiguo cine porno que hoy programa ciclos en versión original y muchas otras actividades, y Bodegas Lo Máximo, en el nº 6 de la calle de San Carlos son otros de los lugares que se pueden visitar.

Antidisturbios

Una de las mejores series de 2020 arrancaba con un desalojo que se produce en una corrala, una construcción tradicional del Madrid más castizo (las vemos en novelas decimonónicas como Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós).

La de la serie se ubica en el nº 7 de la calle del Ventorrillo, que data de 1900, y se estima que quedan otras 400 en toda la ciudad, muchas de ellas restauradas, especialmente en el barrio de Lavapiés, don de visitar las de la calle del Sombrerete, 13, la de Ribera de Curtidores, 3, y la del Centro Cultural La Corrala (Carlos Arniches, 3), sede del Museo de Artes y Tradiciones Populares.

Precisamente en la plaza de Lavapiés estaba previsto rodar la escena en la que los antidisturbios se enfrentan a un centenar de senegaleses, aunque finalmente se eligió la plaza de Nelson Mandela, donde se encuentra la conocida como ‘la fuente de los Machos’, ya que se decía que sus aguas potenciaban la virilidad.

Antidisturbios. Foto: ©Jose Haro.
Antidisturbios. Foto: ©Jose Haro.

El plano secuencia de la persecución de unos ultras en las inmediaciones del Estadio Santiago Bernabéu deja ver el antiguo Palacio de Exposiciones y Congresos de la Castellana cuya fachada está ocupada por un inmenso mural de azulejería diseñado por Joan Miró que ocupa nada menos que 550 m2 (en su momento fue el segundo más grande del mundo, detrás del de la ciudad alemana de Wiesbaden, también proyectado por Miró).

Veneno

Cristina Ortiz (1964-2016), La Veneno, en cuya vida se inspira la serie homónima, manifestó en sus memorias que quería que esparcieran sus cenizas en el parque del Oeste, ya que allí vivió algunos de los mejores momentos de su vida. Allí la recuerda una placa conmemorativa que la reconoce como pionera en la visibilidad LGTBI en los años noventa.

Desde el parque del Oeste se toma el teleférico hasta la Casa de Campo, el mayor parque público de la ciudad, desde donde, además de contemplar vistas espectaculares del skyline madrileño, se puede llegar a la Glorieta de las Siete Hermanas, donde en realidad se rodaban las escenas nocturnas del parque.

En la serie, cuando Cristina llega a Madrid por primera vez aparca junto a los jardines de las Vistillas, que reciben este nombre por sus magníficas vistas sobre la ribera del Manzanares y la Casa de Campo (y donde además se celebran famosas verbenas).

Para seguir las huellas de La Veneno hay que vivir la noche de Madrid: Cristina era asidua a Joy Eslava (Arenal, 11), que fue uno de los epicentros de la movida madrileña de los ochenta, y a Black & White, en Chueca (Libertad, 34), el barrio LGTBI por excelencia de la ciudad.

Veneno. Foto: Atresmedia.

El local, de hecho, fue pionero en impulsar los espectáculos de travestismo, y por él han pasado varias generaciones de artistas, como Carmen de Mairena, Chumina Power, Nacha la Macha y, más recientemente, La Plexy. Con motivo del éxito de la serie, un graffiti con el rostro de La Veneno adorna la persiana de la puerta de entrada.

En la sala Boite, en calle de Tetuán, 27, se hizo la presentación del libro de memorias de La Veneno en el que se basa la serie, ¡Digo! Ni puta ni santa, escrito por Valeria Vegas. En su pista bailaban todas las protagonistas en el emotivo final del capítulo 7, y hoy lo podemos seguir haciendo nosotros.

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