El Grao: una escapada a la vida marinera de Castellón

A cuatro kilómetros del centro de Castellón se despliega este barrio marinero donde además de su gastronomía se presentan parques, un observatorio, centros culturales y muchas tradiciones

El faro recuerda la vida marinera de El Grau. Foto Yban | Flickr

Es otoño, la temporada de baño en las playas ha quedado archivada hasta el año que viene; pero eso no quita que el mar siga ofreciendo sus atractivos en otoño.

Con los días más frescos, con el aire cargado de melancolía, el El Grao es uno de los paseos más bonitos que se pueden hacer en Castellón.

Este distrito marítimo, a cuatro kilómetros del centro, se presenta con monumentos, un extenso pinar, un puerto que mantiene las tradiciones pesqueras, un buen número de tiendas y una abundante oferta gastronómica. 

La bienvenida a El Grao

Los atractivos de El Grao se concentran en un par de manzanas sobre el puerto de Castellón. Si es por establecer un punto de partida tendría que ser la Plaza del Mar.

El mirador del puerto. Foto Calafellvalo | Flickr

En los 15.000 m2 del centro Puerto Azahar se presentan numerosos restaurantes de cocina marinera al lado del otro; vigilados por una torre mirador.

En el complejo de Puerto Azahar se concentran los restaurantes que ofrecen un recomendado despliegue de platos marineros

A un lado está el Edificio Moruno, construcción de estilo árabe edificado a principios del siglo XX, sede de diferentes eventos culturales.

El Edificio Moruno. Foto Calafellvalo | Flickr

Esta semana, por ejemplo, organiza visitas a las réplicas de la Nao Victoria, el Galeón Andalucía y el Pascual Flores.

Más cultura hay en el cercano Casal Jove, un centro de exposiciones y actividades dirigidos a la juventud.

La historia marinera de Castellón

Unos pasos atrás de la plaza del Mar está la iglesia de San Pedro. Construida tras la guerra civil, se presenta con una planta rectangular de una sola nave con capillas laterales, en un diseño que recuerda a los templos barrocos valencianos.

Iglesia de San Pedro. Foto Wikipedia

Al atravesar el Parque de la Panderola se puede conocer la historia del barrio y sus residentes en el Museo del Mar, donde se exponen barcas, maquetas, fotografías y un gran número de objetos relacionados con las artes de la pesca en la costa de Castellón y las Islas Columbretes.

Al dirigirse hacia el mar, camino al Paseo Buenavista, se pasa por la actual Tenencia de Alcaldía del Grao; que había sido sede del sindicato de portuarios y actualmente pertenece al ayuntamiento.

El faro de El Grao

De regreso en el puerto se ve uno de los símbolos de El Grao: su faro. Originalmente la estructura, inaugurada en 1917, no se encontraba allí, pero cuando en los ’60 se exigió que tenga un mayor alcance fue reemplazada por otro faro de 25 metros de altura.

Para resguardar su historia el antiguo faro fue desmontado y vuelto a construir sobre el Moll de la Costa, protegido por un pequeño foso que solo está como motivo decorativo.

El faro de El Grau. Foto Calafellvalo – Flickr

Arte y naturaleza

Un poco más hacia el norte, en una de las rotondas de acceso a El Grao, se levanta la llamativa escultura de Juan Ripollés en homenaje a los 100 años de vida del puerto de Castellón.

El Pinar durante generaciones aportó la madera necesaria para construir las barcas de pesca. Actualmente es una recomendada zona verde para desconectar

La obra está integrada por viejo embarcadero construido a fi­nales del siglo XIX que salió a la luz tras unas excavaciones arqueológicas realizadas en el Moll de Costa, y todo custodiado por un gran pórtico que también hace de fuente.

Cuando el Paseo Buenavista cambia de nombre al de Ferrandis Salvador se llega al largo Parque El Pinar.

Vistas del Pinar. Foto Turismo de Castellón

El lugar durante generaciones aportó la madera para construir las barcas pesqueras. Actualmente es una zona verde de 121.000 metros cuadrados y parque de ocio que suele ser punto de encuentro de eventos como la concentración de motos Harley Davidson o el festival Arrankapins.

Dunas y palmeras

Hacia el mar, separado por unas manzanas urbanizadas, está el Parque Litoral, donde la playa se integra con la vegetación.

Es un espacio de 185.000 metros cuadrados que recupera el bosque del pinar en el cordón de dunas de las playas. Al transitarlo se intercalan las imágenes de palmeras con estas lomas de arena y las vistas al Mediterráneo.

Entre uno y otro, en el extremo sur, está el Planetario, uno de los principales puntos de divulgación científica de Castellón.

Vista del Parque Litoral. Foto Turismo de Castellón

La figura de su cúpula blanca de 25 metros destaca en el entorno, junto con La Hembra del Mar, otra escultura realizada por Ripollés.

Cuando se visita el complejo hay que detenerse a ver el péndulo de Foucault que explica el movimiento de rotación de la Tierra, así como el centro de interpretación de las islas Columbretes, otro capítulo de la vida marinera de Castellón.

a.
Ahora en portada