Fallas fuera de Fallas: direcciones para atrapar la esencia de Valencia

Museos y talleres de artesanos, joyas y sedas, pero también buñuelos, paellas y música en una ruta para descubrir, en cualquier momento del año, la esencia de una fiesta que es Patrimonio de la Humanidad

Exposición del Ninot. Foto: Visit València.

Sin Ofrenda, sin ninots, sin pólvora ni mascletàs, sin bandas de música ni orgullosas falleras y falleros ataviados con sus increíbles trajes. Este año no se celebran las Fallas pero eso no quiere decir que el espíritu fallero no siga vivo en Valencia. Entre eventos virtuales y, sobre todo, muchas ganas de recuperar esta cita tan señalada, trazamos un recorrido por la ciudad para empaparnos, cuando podamos volver, de una cultura reconocida como Patrimonio de la Humanidad. 

De los museos donde conocer las fallas indultadas desde los años 30 del siglo XX a los talleres de los orfebres que diseñan las joyas de las falleras mayores pasando por el Colegio del Arte Mayor de la Seda, la Basílica de la Virgen de los Desamparados y, por supuesto, cafeterías donde hincar el diente a una buena ración de buñuelos con chocolate y restaurantes para degustar una auténtica paella, estos son los lugares donde se cocina la tradición más querida de Valencia. 

Cultura fallera 

“Hay quien piensa que las Fallas son jaleo, tracas, música y fiesta. Y también lo son pero, más allá, las Fallas son una forma de cultura reconocida por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”. Lo explica Miguel Ángel Pérez, brand manager de Visit València y fallero hasta la médula. De hecho, añade, con más de 800 fallas ‘plantadas’, “se convierte cada año en la exposición de esculturas más grande de Europa”. Efímera, eso sí, pero no por eso menos importante. 

Museo del Gremio Fallero. Foto: Mike Water | Visit Valencia.

Para zambullirnos en esa vertiente cultural de la fiesta arrancamos nuestra ruta en un museo, el del Gremio de Artesanos de Artistas Falleros (Avinguda Sant Josep Artesà, 17). Ubicado en plena Ciudad del Artista Fallero, en el distrito de Benicalap, donde se localizan la mayor parte de talleres de artesanos, es un excelente punto de partida para el primer contacto con los ninots, como se denomina a las figuras y grupos escultóricos que componen las fallas.  

Allí se encuentran, por ejemplo, los indultados por el gremio a lo largo de los años, pero también bocetos originales de fallas y carrozas, maquetas y colecciones de fotos y Llibrets de Fallas (programas de actividades de las fiestas). Además, se explica la evolución histórica del ninot y, a través de una falla real, se recrean los procesos constructivos de cada figura, desde su diseño a su instalación en la calle. 

Ya que estamos en la Ciudad del Artista Fallero, y aunque no son lugares visitables, podemos curiosear por los talleres que, apenas termina una edición, comienzan con los trabajos para las fallas del siguiente año. Actualmente existen entre 30 y 40 naves en las que, además, se trabaja con las puertas abiertas por lo que, con un poco de suerte, podremos atisbar las creaciones de los artesanos y algunas piezas que a veces sacan al exterior para que acaben de secarse.  

Taller en la Ciudad del Artista Fallero. Foto: Mike Water | Visit Valencia.

Si te has quedado prendado de la magia de los ninots, buenas noticias. En la tienda online Regalaunninot, diferentes artesanos de la comunidad fallera se ofrecen de muchos tamaños, exclusivos y totalmente personalizados, para llevarse las Fallas a casa. 

Museo fallero 

En la Plaza Monteolivete, en un antiguo convento de la casa misión de San Vicente de Paül de 1831, se encuentra nuestra siguiente parada: el Museo Fallero, que este año cumple 50 años de vida. En su estructura original de corredores y antiguas celdas se exponen los privilegiados ninots salvados de las llamas de la cremà que cada 19 de marzo reduce a cenizas la inmensa mayoría de monumentos falleros.  

Los ninots indultats que desde 1934 burlan al fuego y que hoy son elegidos por votación popular conviven en un espacio en el que, además, se invita a descubrir cómo se elaboran las figuras, desde los primeros, hechos de cera, hasta los actuales, de materiales ecológicos. También acoge una interesante exposición de los carteles que anuncian la fiesta y muchas fotografías y audiovisuales que dan testimonio de una cita que enamora a un millón de visitantes anuales

Museo Fallero. Foto: Visit Valencia.

Cultura que se lleva puesta 

Si hay algo que llama la atención de esta fiesta, con permiso de los ninots y dejando a un lado el olor a pólvora y el estruendo de los petardos, son los trajes que lucen las falleras.  

Elaborados con auténtica seda, rastreamos su origen en la Lonja de la Seda, que este 2021 cumple 25 años como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Frente al Mercado Central y el Templo de los Santos Juanes, el edificio es un magnífico testimonio en sí mismo de la Edad de Oro de Valencia y su posición como una de las ciudades más importantes del Mediterráneo en el siglo XV.  

Entre imponentes columnas se explica hoy cómo la seda llegó a València, la importancia de este comercio durante más de tres siglos y la herencia que todavía hoy en día puede verse en los trajes típicos de las fiestas valencianas. 

Lonja de la Seda. Foto:David Rota | Visit Valencia.

Para ver auténticos telares antiguos en funcionamiento, la típica andana donde se criaban los gusanos de seda, herramientas de trabajo, muestras de tejidos de seda y trajes antiguos nos trasladamos al que fuera Colegio del Arte Mayor de la Seda (Calle Hospital, 7).   

En pleno barrio de velluters (sederos en valenciano), el Colegio, en un edificio del siglo XV que entremezcla los estilos gótico y barroco declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, ha sido durante más de cinco siglos el garante de la calidad y excelencia de la seda valenciana. Hoy lo es del legado que la industria sedera dejó en la ciudad. 

Al salir, no olvides dar una vuelta por la tienda Espai Seda, con todo tipo de productos hechos con seda de la mejor calidad como pañuelos, carteras, corbatas, juegos infantiles, bolsos o joyas. 

Colegio del Arte Mayor de la Seda. Foto: Josep Gil | Visit Valencia.

Orfebres tradicionales 

Vestirse de fallera, sin embargo, es mucho más complejo que conocer la seda. Por eso existen talleres de indumentaristas que confeccionan los trajes con los que las valencianas impresionan al mundo. No son lugares o atracciones turísticos pero siempre es fascinante admirar sus escaparates e, incluso y si no hay mucha gente, pasar a ver en vivo los detalles de estos trajes. 

Amparo Fabra (Carrer del Mestre Gozalbo, 14) ha vestido a muchas falleras mayores. Su trabajo desde 1980 en la confección de cuerpos así como su combinación de encajes antiguos, sedas y otras artesanías ha sido reconocida en toda la Comunidad Valenciana.  

También muy céntrico está el taller de Álvaro Moliner (Passatge de Ripalda, 18). Fundado en 1939 por Álvaro Moliner Villarroya y desde 2003 en manos de su hijo Álvaro Moliner Llorens, es todo un referente en la indumentaria tradicional encargado de elaborar, año tras año, el traje que la Fallera Mayor de Valencia estrena en la inauguración de la Exposición del Ninot, uno de los más esperados de cada edición. 

Indumentaria Fallera en Amparo Fabra. Foto: Estudio Calpena | Visit Valencia.

También artesano y exquisito es el trabajo de los orfebres especializados en adornos y joyas para las falleras. Talleres como Peris Roca, fundado en 1918, elaboran desde hace décadas aderezos, peinetas cinceladas repujadas, peinetas flor de agua, collares, amuletos, exvotos, corazones o escapularios. La tercera generación de artesanos orfebres, dirigidos por Elisa Peris Roca, se ha modernizado con una tienda online, donde reciben y personalizan encargos. 

Que suene la música 

Las Fallas suenan y no solo a petardos. Las 400 comisiones falleras que existen en la ciudad contratan durante toda la semana bandas de música que acompañan sus pasacalles. Aunque no es fácil disfrutar de estos conjuntos en cualquier momento del año, en ocasiones se celebran conciertos en lugares como la Marina de Valencia. 

La vinculación de la ciudad con la música, además, es muy profunda, como muestra la programación de espacios como el Palau de la Música o el Palau de Les Arts, así como las numerosas escuelas de música, entre ellas la única sede europea de la prestigiosa Berklee College of Music

La música toma Valencia en Fallas. Foto: Pablo Casino | Visit Valencia.

Virgen de los Desamparados 

La Ofrenda es, seguramente, el acto más emotivo y de mayor carga sentimental para los falleros. Las comisiones hacen una ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados, patrona de la ciudad. Con todas esas flores se teje, en una reproducción a gran escala de la talla, la geperudeta, un inmenso y colorido manto.  

El resto del año podemos encontrar a la patrona valenciana en la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados, en la Plaza de la Virgen. Muy cerca, la catedral, donde se custodia el Santo Cáliz, según la tradición la misma copa que utilizó Jesucristo en la última cena o, lo que es lo mismo, el Santo Grial.  

Basílica de la Virgen de los Desamparados. Foto: Pablo Casino | Visit Valencia.

Fallas en clave gastro

Aunque lo hemos dejado para el final, dista mucho de ser el capítulo menos importante de las Fallas. Como recuerda Miguel Ángel Pérez, “hay quien espera las Fallas por la mascletà, hay quien lo hace por la Ofrenda, y hay quien lo hace por los almuerzos”. Durante esos días, el esmorzaret –ese brunch antes de la invención del brunch de origen mediterráneo- sale a la calle, donde las comisiones hacen guisos, asan chuletas y todo tipo de apetecibles viandas. 

Fuera de Fallas recomendamos un buen almuerzo en la Ciudad del Artista Fallero, donde comenzábamos esta ruta, y donde encontraremos muchas buenas opciones. 

También es obligatorio degustar una paella, a la que los falleros honran con multitud de concursos en época festiva, bien a mediodía o bien por las noches, que cocinan en la misma calle con leña. Y es que, aunque no sea un plato exclusivo de Fallas, una buena paella siempre es bienvenida. Las zonas de la Malvarrosa o la Albufera son perfectas para degustarla y, desde luego, sitios para encontrarla no faltan. 

Buñuelos. Foto: Vicente Ruperez | Visit Valencia..

En clave dulce, no puede faltar tampoco la tradición de los buñuelos con chocolate, que en marzo toman literalmente Valencia con la instalación de decenas de puestos en las calles. Fuera de esta fecha es más difícil encontrarlos, aunque podemos hacerlo en chocolaterías como Valor y Bertal, ambas en la plaza de la Reina. 

Y, ya puestos, terminamos con otro imprescindible valenciano como es la horchata, que encontramos fresca y todo el año en lugares como Santa Catalina, en la plaza del mismo nombre, y Daniel, en el Mercado de Colón. 

a.
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