El drama de Tosca revive en las calles de Roma

La historia de Tosca, una tragedia romántica en medio de las guerras napoleónicas, se puede recrear con un paseo por las calles de la capital de Italia

Castillo de Sant Angelo, en Roma

Hay un triángulo en Roma que revive la pasión y tragedia de Tosca, una de las tres óperas más célebres de Giacomo Puccini.

Se trata de la creación que tiene entre sus vértices a la Basílica de Santa Andrea del Valle, el Palacio Farnese y el Castillo de Sant’Angelo; tres impactantes monumentos históricos donde cada uno es el escenario de esta obra cumbre del compositor toscano.

Mientras se camina entre las figuras religiosas barrocas, bajo los candelabros de los salones o se contemplan las vistas de la ciudad eterna se recuerdan las famosas arias de la ópera, el conflicto de amor, traiciones, confusiones y muerte que sucede en un día, el 14 de junio de 1800, entre la cantante Floria Tosca, el pintor Mario Cavadarossi y el jefe de policía Scarpia.

Las guerras napoleónicas en Italia

Puccini no centró su ópera en los sucesos históricos, pero la confusión que se desató en Roma por las luchas napoleónicas es un marco ineludible.

El libreto de Giusepp Giacosa y Luigi Illica están basados en la obra Tosca, de Victorien Sardou.

Representación de Tosca.

Esa historia recuerda el día en que Napoleón venció a las tropas austríacas en la batalla de Marengo.

El drama de Tosca transcurre entre la Basílica de Santa Andrea del Valle, el Palacio Farnese y el Castillo de Sant’Angelo

Pero en la confusión, en una época en que las noticias viajaban a pie, a caballo o en barco, se comunicó que la victoria había sido de los realistas, con lo cual las fuerzas reaccionarias romanas se apresuraron a reinstaurar los Estados Pontificios y dar por muerta a la República Romana.

El primer acto: la Basílica de Sant’Andrea della Vella

En ese contexto el agresivo policía Scarpia persigue a los revolucionarios Cavaradossi y Angelotti, donde la protagonista Tosca queda en medio del drama al ser la amante del pintor pero que también objeto del deseo del uniformado.

La decoración barroca de la basílica de Sant’Andrea della Vella

La historia comienza, en el primer acto, en la Basílica de Sant’Andrea della Vella. Se trata de un templo que se encuentra en la Piazza Vidoni, donde los arquitectos Grimaldi, Della Porta, Maderno y Rainaldi crearon una de las muestras más interesantes del barroco italiano en los siglos XVI y XVII.

La fachada de travertino diseñada por este último prologa a un interior con forma de cruz latina, donde las miradas convergen en la hermosa cúpula pintada por Giovanni Lanfranco.

Allí el artista retrató escenas del paraíso que son una obra maestra del ilusionismo barroco, bellezas del arte que compiten con el ábside con oro y frescos de Mattia Preti, y la Capilla Barberini, donde Puccini se inspiró para crear la ficticia Cappella Attavanti de Tosca.

En este lugar Cavadarossi pinta un retrato cuando llega el revolucionario Cesare Angelotti tras haber huido del Castillo de Sant’Angelo.

Poco después arriba Tosca, quien confundida por las voces de los hombres entra en un ataque de celos que, a duras penas, su amante trata de calmar.

Cúpula de la basílica de Santa Andrea del Valle

Pero en ese escenario barroco entra Scarpia buscando al fugitivo Angelotti. Enamorado como está de Tosca, reflexiona durante el Te Deum cómo quedarse con la soprano.

Segundo acto: Palazzo Farnese

A unos pocos minutos caminando por las animadas calles cercanas al Campo de Fiori se llega a la Piazza Farnese.

El lujo del Palazzo Farnese es el escenario donde Puccini ubica la residencia del agresivo Scarpia

Allí se encuentra un impactante palacio del siglo XVI, residencia del aristócrata Alessandro Farnesse antes de ser investido como el papa Pablo III.

Exterior del Palazzo Farnese

Actual embajada de Francia, su forma cúbica llevó a que el humor popular lo bautizara como el ‘dado Farnese’.

En su interior el renacimiento y el barroco conviven con esplendor, ya sea en el elegante patio, el encantador jardín, las galerías como los salones decorados con opulencia pero sin perder el refinamiento.

Uno de los lugares más destacados es la Galería del piano nobile, pintada al fresco por Annibale Carracci entre 1597 y 1608; que compite en grandiosidad con la Sala dei Fasti Fasreniani, con sus recreaciones de batallas y alegorías.

En Tosca aquí vive el feroz Scarpia, donde tortura a Angelotti. Allí llega la soprano para salvar a su amante, que había sido condenado a muerte por alegrarse de la victoria de Napoleón.

El refinamiento del Palazzo Farnese. Foto Eric Vandeville – Embajada de Francia

En los pasillos y elegantes salones Tosca interpreta la famosa Vissi d’arte, y acepta entregarse al policía a cambio de que perdone la vida al artista.

Pero antes de caer bajo su rigor la soprano asesina a Scarpia con una daga, aunque el arrepentimiento se apodera de ella.

Tercer acto: Castillo de Sant’Angelo

Llegamos al tercer acto, y para ello hay que subir bordeando el Tíber y cruzar por un puente flanqueado de estatuas barrocas hasta una tumba, que con el correr de los siglos, se transformó en uno de los símbolos de Roma.

Es el Castillo de Sant’Angelo, construido como mausoleo del emperador Adriano en el 123 y que pasó a ser fortaleza, sede papal, prisión durante la unificación italiana y, desde 1925, museo de arte e historia.

Entrada al castillo de Sant’Angelo. Foto Turismo de Roma

Sus poderosas murallas guardan un gran número de patios, logias, salas de estilo renacentistas, oscuras mazmorras y una terraza famosa por las vistas de Roma, con la basílica de San Pedro que culmina las vistas de la Vía de la Conciliación.

Aquí transcurre una de las escenas más dramáticas de la obra de Puccini, cuando Cavadarossi canta la emocionante E lucevan le stelle antes de ser ejecutado, en recuerdo de los momentos vividos con Tosca. Que buen ejemplo de ese momento interpretado por Plácido Domingo.

La cantante llega al castillo para anunciarle que el indulto que consiguió puede salvar su vida. Pero es demasiado tarde, Cavadarossi ha muerto. Presa del dolor y con los guardias pisándole los talones, Tosca se lanza al vacío desde la terraza del castillo.

Mausoleo, sede papal, carcel y museo. Foto Turismo de Roma

El telón cae, pero lo que nunca cesa es la magia que desprende Roma en sus calles, donde en cualquier momento del año uno tiene la sensación de estar dentro de una obra de arte.

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