Barcelona: un verano para vivirlo como nunca antes

Deportes, aire libre, el mar y la montaña, espectáculos al aire libre, parques, terrazas…el verano en Barcelona está más vivo que nunca

Este verano Barcelona despliega sus colores. Es el azul del Mediterráneo, el amarillo claro de sus playas, el verde de sus parques y sierras. Es el arcoíris cromático de sus festivales, las visiones fugaces de un balón que rueda y de una tabla de windsurf que cabalga en las olas. Son el rojo y marrón de los tejados y cúpulas que se ven desde las terrazas, los dibujos del arte urbano, el gris de las rocas de sus edificios y monumentos más emblemáticos.

La ciudad presenta un variado abanico de actividades para realizar al aire libre, desde las culturales a las relacionadas con el sol, la playa y la naturaleza.

Y sin dejar de lado las propuestas de los museos y galerías, los paseos por sus calles históricas, el descubrimiento de rincones desconocidos, la alegría de las fiestas populares y el talento que brilla en conciertos y obras de teatro.

El Mediterráneo, siempre protagonista

Con cinco kilómetros de costas, una zona de baños y nueve playas, Barcelona despliega una intensa gama de propuestas gastronómicas, culturales y de ocio en su litoral.

Son playas que están implementando la política de zonas de libre de humo, donde su gestión sigue una política ambiental rigurosa que incluye un compromiso de mejora continuada y de prevención de la contaminación.

En sus playas se encuentran todos los servicios de seguridad y atención necesarios, desde accesos para personas con movilidad reducida hasta la particularidad de tener un espacio reservado para los perros y sus dueños.

Y sin olvidar las propuestas gastronómicas y musicales de los chiringuitos para disfrutar y relajarse en cualquier momento del día.

En esta zona el Mediterráneo se presenta con un oleaje suave, un tapiz acuático ideal para excursiones en velero o catamarán para disfrutar de un vermut, navegar mientras el sol se oculta o probar los sabores del mar con la silueta de la costa como telón de fondo.

También se puede recorrer la zona del puerto y toda la extensión costera hasta la zona del Fòrum en las míticas Golondrinas o en un catamarán ecológico.

Naturaleza para disfrutar

Para caminar, descubrir, aprender historia, fascinarse con la arquitectura y vivir la naturaleza en pleno verano. Los parques de Barcelona cuentan con una gran riqueza botánica, artística y monumental.

Así se ve en los fascinantes diseños de Antoni Gaudí en el Park Güell o el Parque de la Ciutadella, testigo de la historia ciudadana.

Los parques del Guinardó y de la Oreneta conservan la frondosidad de la vegetación forestal; mientras que otros como el Laberinto de Horta invitan a un viaje por su pasado señorial.

En Barcelona hay jardines clásicos e históricos, rincones verdes en el interior de las manzanas, espacios especializados en plantas suculentas y cactus o en plantas acuáticas; parques inundados de vegetación mediterránea e incluso un jardín botánico.

Y, por supuesto, destacan los dos grandes pulmones verdes de la ciudad: el Parque Natural de Collserola y la montaña de Montjuic, entornos privilegiados para disfrutar de la naturaleza con las mejores vistas de la ciudad, que se pueden descubrir por cuenta propia o con rutas guiadas.

A puro deporte

Barcelona es una ciudad que tiene pasión por el deporte.

Se ve en las personas que practican running en el Paseo Marítimo, en la avenida Diagonal o en los parques como Cervantes o Ciutadella (de hecho Barcelona es la quinta ciudad de Europa con más participación en maratones), en las bicicletas que aprovechan la extensa red de carriles para ellas y en los aparatos que el ayuntamiento ha colocado para hacer ejercicios en diferentes puntos de la ciudad.

Uno de los circuitos favoritos de los runners es la Carretera de las Aigües, un sendero de nueve kilómetros a lo largo de la sierra de Collserola que permite disfrutar del ejercicio con la ciudad que se despliega como un tapiz a los pies.

Este pulmón verde es un laberinto de caminos que se cruzan, suben y bajan por kilómetros y kilómetros, ideales para aquellos que buscan más exigencia con el añadido de la altura.

 

El FC Barcelona es uno de los símbolos de la ciudad, con un museo abierto durante el verano que presenta las glorias del club en un fascinante recorrido multimedia.

En agosto vuelve el Trofeo Joan Gamper, donde el Camp Nou (el estadio más grande de Europa) por primera vez presentará dos partidos del FC Barcelona, porque a esta competición se incorpora su equipo femenino.

Para descubrir la ciudad

Barcelona es una ciudad que se descubre caminando. O en bicicleta.

Paseando con calma se despliega la belleza modernista del Eixample, las historias medievales de la Ciutat Vella, la bohemia de Gràcia, el pasado industrial de Sants, la moderna transformación de Sant Martí, el pasado rural de Horta, Nou Barris y Sant Andreu y la elegancia de Sarrià y Sant Gervasi.

Pero también hay una Barcelona que puede pasar desapercibida, y que es revelada a través de visitas guiadas.

Algunas son curiosas, como las que presentan las rutas que escritores y personajes de la literatura, las que descubre los rincones más dulces de tiendas y mercados o las que sorprenden con las historias de fantasmas.

Los amantes de las dos ruedas pueden ir y venir por sus calles para encontrar las mejores muestras del street art, o conocer el mar y la montaña con salidas por la montaña de Montjuïc o a lo largo del Paseo Marítimo.

Y si no se quiere hacer mucho esfuerzo al pedalear, se pueden contratar las excursiones en segway o en bicicleta eléctrica para conocer la riqueza de los viñedos que se encuentra en la provincia de Barcelona.

Cultura en los días y noches del verano

El verano invita a salir y divertirse en familia en el Parque de atracciones del Tibidabo, el punto más alto de toda la ciudad; o conocer la variada fauna de animales salvajes que cuenta el Zoológico, en el parque de la Ciutadella.

Durante estos meses la cultura está más activa que nunca. Barcelona cuenta con algunos de los museos de arte, cultura e historia más importantes del mundo, que presentan un interesante programa de exposiciones permanentes y temporales.

Pero de noche la ciudad está más activa que nunca. Estos meses se puede disfrutar del teatro y las artes escénicas del Festival Grec, de los conciertos en el recinto modernista de Sant Pau, las presentaciones en las azoteas de Casa Batlló y La Pedrera, las actividades del Poble Espanyol y las propuestas de gastronomía y música de las terrazas de los hoteles más exclusivos.

Jazz, música clásica, rock y nuevos ritmos confluyen en festivales del verano como Jardines de Pedralbes, el Cruilla XXS o el Mozart Nits d’Estiu.

Y el espíritu de la ciudad emerge como nunca en sus fiestas populares, de la que la más legendaria entre los distritos es la de Gràcia, con sus calles ricamente decoradas y con espectáculos a la vuelta de cada esquina.

Y el cierre de la temporada llega por todo lo algo con la fiesta de la Mercè, que encadena música, teatro, danza, circo tradición y arte en la calle.

En el verano, es imposible aburrirse en Barcelona.