La Alameda de Hércules, el corazón bohemio de Sevilla

De galerías de arte a tiendas de vinilos pasando por librerías y cafés: cultura y modernidad van de la mano un barrio convertido en el corazón palpitante de la vieja Sevilla

En el corazón de Sevilla, dos elevadas columnas marmóreas parecen encontrarse fuera de lugar. Pertenecen a la época romana, pero no fueron trasladadas desde la calle Mármoles a su actual morada hasta 1574, cuando el conde de Barajas decidió crear el bulevar que tiene el honor de ser el jardín público más antiguo de Europa: la Alameda de Hércules

Desde entonces, este lugar ha sufrido varias transformaciones. Sin embargo, el cambio más profundo y notable es el que comenzó a desarrollarse hace unas tres décadas. 

En 1992, coincidiendo con la celebración de la Exposición Universal de Sevilla, La Alameda entró a formar parte de un plan general de desarrollo y remodelación urbanística aplicado al casco histórico de la capital hispalense. 

Columnas de la Alameda de Hércules. Foto: CONTURSA.

No fue cosa de un día sino de más de una década. El resultado fue asombroso. El lugar considerado como un barrio desgastado y peligroso, plagado de prostíbulos y poco recomendable al caer la noche, pasó a convertirse en un barrio alternativo, bohemio y rejuvenecido.  

La Alameda es arte 

Artistas de todas las índoles y procedencias comenzaron a asentarse en la Alameda. Nuevos comercios, restaurantes, cafeterías, bares, librerías, espacios culturales, galerías y talleres de arte afloraron en unas calles que se habían vuelto más peatonales y amables. 

Hoy en día, esa aura bohemia -a pesar del gran encarecimiento del precio de la vivienda en la zona- sigue presente, pero hay que cuidarla con mucho mimo. 

El mismo mimo con el que Lola Zehínos y David Rodríguez, sevillana y cacereño dedicados al arte y la fotografía, idearon y prepararon, en 2012, La Galería Roja. No es posible catalogar a este lugar como una simple galería de arte contemporáneo (óleos, pintura, escultura…) y exhibiciones fotográficas, sino más bien como un completo centro de esparcimiento cultural en el que también se imparten cursos, se organizan workshops y se intercambian ideas, anhelos y trucos. 

Foto: La Galería Roja.

Cerca de allí, abrió sus puertas, hace tan solo tres meses, la primera sede sevillana de la innovadora galería andaluza Magasé Art Gallery, la cual, a pesar de nacer como una forma de promover el arte por el medio online, también ha apostado por sus sedes físicas para apoyar su idea que afirma que la cultura es la base para crear una sociedad mejor.  

Una idea que también defienden en la galería Birimbao, decana del lugar con sus tres décadas – y varios cambios de nombre – de historia. El proyecto impulsado por Mercedes Muros y Miguel Romero sigue siendo un referente del arte contemporáneo en Sevilla. 

Foto: Galería Birimbao.

Y también es música 

Otro tipo de arte, el musical, se puede encontrar en las fantásticas tiendas de discos que se asoman a la calle Amor de Dios, rúe especialmente ligada a las bandas locales que nacieron hace décadas, como The Vagos, Los Bombones o Wild Pajarracas

La más emblemática de todas es, sin lugar a dudas, Record Sevilla. Nacida en los años 80 con el nombre de ‘Nueva Música’, es el templo sevillano del vinilo, los cedés y las camisetas de todo tipo de grupos. En ella, Juano -hijo del fundador de la tienda, Juan Luis Azagra-, ha conseguido que entre Lola Flores y Oasis no haya más que un pasillo de distancia. Buena música y buenas vibraciones para todos los públicos, edades y gustos, demostrando que no todo se puede digitalizar y el amante del coleccionismo y el tacto de las cosas sigue teniendo su rinconcito en Sevilla. 

Record Sevilla. Foto: David Linde.

Record Discos se halla bien custodiada por otras dos tiendas: Discos Latimore, en la que se venden vinilos, discos y todo tipo de merchandising relacionado con la música; y Totemtanz, abierta en 1994 y que toca todos los estilos musicales. 

Aquellos que prefieren escuchar música en directo, y acompañada de un par de cañas o una copa, acudían, hasta hace justo un año, al bar Naima, templo del jazz sevillano que echó el cierre por los malos tiempos que nos está tocando vivir y el imparable aumento de los alquileres de los locales de la Alameda, mal que está abocando a la desaparición de los negocios con más solera.  

Los que resisten 

Resisten aún, sin embargo, lugares como Vinilo Rock Bar (que espera poder abrir de nuevo sus puertas el próximo mes de septiembre), y salas de conciertos como Sala Malandar, donde la gente aguarda impaciente para poder volver a saltar al son de los acordes de bandas de rock, indie o creadores de música electrónica.  

Foto: Sala Malandar.

Algo más relajado es el ambiente en Café Sonoro. Recuerdo cuando, hace año y medio, tuve la suerte de guiar a su dueño, Francisco González Castillón -Paco para los amigos- en un viaje de tres semanas por mi amada -y, ahora, vilipendiada- Myanmar. Paco me comentaba que estaba pensando en la organización de la fiesta que conmemoraría el vigésimo aniversario de su mítico pub en la Alameda. La celebración tuvo que postergarse, pero al menos el Sonoro ha conseguido sobrevivir y a él vuelven sus muchos fieles para tomarse algo mientras escuchan temazos de música soul, pop y electrónica. 

Comer en La Alameda 

Como no solo de arte vive el hombre, en la Alameda también se han asentado muy buenos restaurantes de distintas especialidades culinarias. 

Ceviche. Foto: Al Aljibe.

En Al Aljibe se combina una sabrosa cocina vanguardista, plasmada en elaborados platos de mercado a buen precio, con un entorno único, al alojarse en una antigua casa reformada que posee un bello patio rodeado de vegetación. 

Espacio Eslava es un mix de alojamiento en apartamentos, restaurante y bar de tapas, mientras que El Algabeño es uno de esos establecimientos de toda la vida donde se mantiene el orgullo de los bares de siempre, y se despachan el mejor salmorejo y las mejores albóndigas de Sevilla con simpatía y oficio. 

Mercado de Feria en Sevilla. Foto: CONTURSA.

La mayor parte de la estupenda materia prima utilizada en estos y otros restaurantes de la Alameda de Hércules proviene del Mercado de la Feria, uno de los más antiguos de la ciudad donde, además de los clásicos puestos de carnes, verduras, pescados y demás, también se encuentran pequeñas barras donde probar delicias de cocina japonesa, hamburguesas, pasta fresca, churros e incluso cervezas artesanales. 

Buenas cervezas artesanales, acompañadas de deliciosa comida, son las que se sirven también en dos locales modernos, como son Hops & Dreams y Maquila Bar

Foto: Maquila Bar.

Libros para alimentar el alma 

Cuenta la leyenda que los chicos de Hops & Dreams comenzaron a interesarse por la cerveza artesanal al leer algunos de los libros de la librería La Fuga que versan sobre el tema. 

Y es que, como suele pasar en la Alameda, La Fuga no es (solo) lo que aparenta. Fundada en 2004, esta librería centrada en poesía, narrativa y cómics, también hace las veces de plataforma de encuentros creativos, impulsora de acciones sociales y lugar de debate sobre creatividad, política y la sociedad local y global. 

Foto: La Fuga Librerías.

Otra librería distinta en el barrio es El Viajero Sedentario. Se trata de una cafetería con un buen fondo de libros, muchos de ellos de temática viajera, en la que también se organizan presentaciones de libros, charlas y pequeños conciertos. 

Y como buen lugar bohemio, en este histórico bulevar tampoco faltan espacios multiculturales, como son el Teatro Alameda y, sobre todo, el Espacio Santa Clara.  

El Espacio Santa Clara representa la historia de la Alameda de Hércules. El edificio fue palacio almohade, residencia de infantes reales castellanos e incluso un convento de monjas clarisas.

Espacio Santa Clara, en Sevilla. Foto: Turismo de Andalucía.

Tras una profunda restauración que llevó ocho años, hoy es uno de los espacios culturales más importantes de España. En él se encuentra la Casa de los Poetas y las Letras y, además, se organizan múltiples exposiciones temporales y una gran variedad de actividades culturales. 

(Foto de portada: Columnas de la Alameda de Hércules. Foto: CONTURSA)

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