Cinco rutas de Francia para enamorarse de los mejores vinos

En las regiones de Alsacia, Provenza, Champagne, Borgoña y el Valle del Loira se encuentran fantásticas rutas que descubren los mejores vinos del mundo

Sin desmerecer la calidad de los vinos españoles, italianos o alemanes, hay que reconocer que la meca de tinos, blancos, rosados y espumosos es Francia. El país vecino cuenta con numerosas rutas para descubrir las variedades de sus 15 regiones vinícolas más importantes, donde el placer de las degustaciones se combinan con la vida natural y el descubrimiento de la historia.

Estos trayectos se pueden realizar en coche pero también en bicicleta (si es eléctrica, mejor). Los chateaux enseñan sus secretos de producción, y el viaje se marida con degustaciones de delicias regionales, las visitas a fastuosos palacios y castillos y los paseos por pueblos encantadores.

Ya hemos hablado con frecuencia de Burdeos, por lo que ahora proponemos apunta la brújula a otras direcciones y conocer nuevas rutas del vino.

Champagne

Empezamos por la ruta más chic: la región de Champagne. A dos horas al este de París, esta ruta se divide en tres etapas. La primera comienza en Epernay, con justicia llamada la capital de la champaña, donde se pueden visitar los kilómetros de cavas bajo tierra de bodegas prestigiosas como Möet et Chandon y De Castellane, entre otras.

Möet et Chandon, Dom Pérignon, Pommery y Veuve Cliquot se encuentran entre las prestigiosas bodegas que se pueden visitar en Champagne

En el bonito pueblo de Hautvilliers se encuentra una de las bodegas del olimpo de Champagne, Dom Pérignon.

Los ondulados paisajes de Champagne despliegan los viñedos que elaboran el espumoso más famoso.

Los ondulados paisajes de Champagne despliegan los viñedos que elaboran el espumoso más famoso.

Otras prestigiosas bodegas como Ruinart, Pommery y Veuve Cliquot se descubren en una segunda etapa, que se inicia en Reims, antigua sede de coronación de los monarcas franceses.

Y en una tercera fase, desde Troyes, sale la ruta de la Côte de Bar, donde nada menos que 26 bodegas se despliegan a lo largo de un circuito de 220 km, algunas de ellas de grandes marcas y otras familiares atendidas por sus propios dueños.

Alsacia

Esta es la ruta más antigua, lanzada en 1953. La via transita de 170 km de norte a sur en esta región disputada entre Francia y Alemania durante buena parte del siglo XX, lo que le otorgó una identidad diferente, ya sea en su cultura como en la producción de vinos de las variedades pinot noir, moscatel y riesling.

Ruta de los vinos en Alsacia

El punto de partida puede ser la zona de Wissembourg, al norte de la región, en un recorrido que atraviesa bonitos pueblos con sus fachadas con entramado de madera con lugareños que mantienen sus dialectos.

60 km al sur se llega a Estrasburgo, donde se cultiva la variedad Kochersberg, flanqueada por la colina de Scharrach, recomendada para atrapar las vistas de los Vosgos.

[Para leer más: Vacaciones entre burbujas: así es el tour del champagne definitivo]

Entre los viñedos surge el espléndido castillo de Haut-Kœnigsbourg, y ya en la región de Colmar, se puede conocer el bonito pueblo de Riquewihr, que compite en pintoresquismo con la villa que bautiza la comarca, donde se recomienda pasear en barca por sus canales.

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El encanto de los pueblos alsacianos rodeados de viñedos. Foto Turismo de Alsacia

Ya al sur de Alsacia se llega a las bodegas que cultivan en terrazas, productos que se pueden probar in situ o en los winstubs, los bares de vinos de los pueblos.

Borgoña

Entre las rutas más importantes de esta famosa región francesa está la Grands Curs, que transcurre a lo largo de 60 km desde los pueblos de las Côtes de Beaune y Côtes de Nuis.

El paisaje de la carretera Nacional D974, transcurre por pendientes suaves, con viñedos formados en filas estrechas protegidos por antiguos muros de piedra.

Borgoña foto Visit French Wines

Paisajes otoñales en Borgoña. Foto Visit French Wines

En la región de Borgoña se producen algunos de los vinos más caros del mundo, como el de Romanée-Conti

Aquí no se encontrarán grandes castillos ni bodegas que demuestran su poder comercial, pero sí se podrá conocer sitios como Vosne-Romanée, la cuna de productos exclusivos como el Romanée-Conti, señalado como uno de los vinos más caros del mundo.

También se pueden descubrir bodegas cuyos orígenes se pierden entre las nieblas de la historia, como la de Château du Clos de Vougeot, fundada por una orden monacal en el siglo XII.

Pagos de Domaine de la RomaneÌe Conti

Pagos de Domaine de la RomaneÌe Conti

Además de Dijon y su valioso patrimonio histórico, en el trayecto se cruzan con pueblos que viven por y para el vino, como Gevrey-Chambertin; Aloxe-Corton con bodegas que producen la variedad Chardonnay, Beaune con su famoso hospicio, Puligny – Montrachet y el punto final, la ciudad de Santenay.

Valle del Loira

Si se pretende realizar esta ruta en su totalidad, siguiendo el curso del río Loira, hay que estar preparado para disponer de una semana; porque son 800 km desde su nacimiento en el Macizo Central hasta el estuario en Nantes.

La ruta de los castillos del Loira. Chateau royal Amboise Jardin. Foto: Château d Amboise L De Serres

Jardín del castillo de Amboise. Foto: Château d’Amboise- L. de Serres

En tan larga extensión, productora de 320 millones de botellas anuales, desfilan toda clase de variedades, como sauvignon, cabernet franc, gamy o pinot noir, que se presentan en las sucesivas regiones vitivinícolas que despliega el centro-oeste de Francia, como Anjou, Loire-Atlantique, Sarthe, Loir Valley y Vendée.

[Para leer más: Las maravillas medievales y renacentistas del valle del Loira]

El viaje permite conocer algunos de los castillos más espléndidos de Francia, como los de Chambord, Chenonceaux y Cheverny; mientras que otros como los de Rivau, Brézé y Brissac también son importantes productores vitivinícolas.

Paseo por los viñedos del Loire Foto Destination Angers

Paseo por los viñedos del Loire. Foto Destination Angers

En regiones como Touraine se elaboran tintos como Bourgueil, Saint-Nicolas-de-Bourgueil y Chinon, y blancos de la uva chenin como el Vouvray y el Montlouis-sur-Loire, que se recomienda degustar con quesos como el Sainte-Maure de Touraine, elaborado con leche de cabra.

Provenza

El sureste de Francia, que siempre ha atrapado a los artistas por su luz y colores, tiene una importante presencia en la industria vitivinícola, sobre todo con su famoso vino rosado, en viñedos que se extienden desde la sofisticada Niza hasta la agreste Camarga, y desde las alturas de los Alpilles hasta la costa de Cannes.

En esta región, entre pueblos y ciudades pequeñas destacan castillos como el de Vaison-la-Romaine y complejos medievales como el de Aviñon.

Foto vins de provence

Provenza es famosa por sus vinos blancos. Foto: Vins de Provence.

Pero en estos caminos hay que explorar los territorios de Gigondas, Vacqueyras y Beaume-de-Venise, que en este caso produce un recomendado vino suave.

Camino a Nimes, baluarte de la historia antigua con sus huellas romanas, se puede probar el Châteauneuf-du-Pape, uno de los mejores vinos del Ródano.

El prestigioso vino rosado se puede encontrar en las tierras de Coteaux d’Aix, Côtes de Provence, Coteaux Varois; cercanos a Aix en Provençe, ciudad que seduce con sus plazas bajo la sombra de plátanos y sus casas centenarias.

Los viñedos reciben el suave clima del MediterraÌneo

Los viñedos reciben el suave clima del MediterraÌneo

Las variedades de Côtes de Provence es posible conocerlas en las bodegas cercanas al pueblo de Brignoles, como el pequeño Les Arcs-sur-Argens, hogar de chateaux como los de Font du Broc, Clarettes y Sainte Roseline.

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