Barcelona: la curiosa tradición del huevo que baila
Hace seis siglos que las fuentes de Barcelona realizan una curiosa ceremonia en las fiestas de Corpus
Del jueves 20 al domingo 23 de junio quien visite Barcelona puede toparse con algunas fuentes muy emblemáticas y ricamente adornadas, ya que son protagonistas de una tradición de seis siglos que rinde homenaje a la primavera.
Estas fuentes están situadas en el claustro de la Catedral, patios góticos o renacentistas. Todas están decoradas vistosamente con flores y cerezas y sobre sus chorros de agua bailan huevos sin cáscara que hacen equilibrios pero que nunca caen.
Una tradición de seis siglos
Esta es la ceremonia del “ou com balla” (el huevo como baila), una tradición que nació en Barcelona hace 600 años y que no se puede ver en ningún otro lugar del mundo.
La tradición del ‘huevo como baila’ tiene al menos 600 años de antigüedad
Se trata de la versión barcelonesa de la fiesta del Corpus que invita a pasear por los rincones más bellos de la ciudad siguiendo su rastro.
Las teorías de una curiosa tradición
Para explicar esta tradición existen varias teorías. La primera y más piadosa explica que el huevo simbolizaría la hostia y la fuente al cáliz, en una exaltación de la Eucaristía que, finalmente, es lo que glosa la festividad del Corpus.
[Para leer más: El largo viaje por la historia de los huevos de Pascua]
Su vinculación a la primavera es como metáfora del renacimiento tras la segunda Pascua.
El huevo sin cáscara ‘baila’ impulsado por el chorro de la fuente. Foto: Ayuntamiento de Barcelona.
Hay también quién explica que esta es una tradición importada desde Italia por los aristócratas de los palacios de la calle Montcada, (donde se encuentra el Museo Picasso) para acompañar el paso de la procesión del Corpus que atravesaba aquella arteria principal.
El homenaje a la primavera
Una tercera teoría más antropológica explica la tradición como una metáfora sobre la primavera: el huevo simboliza el estallido de la vida y la fertilidad, símbolo del renacer en una fusión festiva entre el agua, las frutas y las flores que invaden esta época del año.
Hay itinerarios que permiten conocer las fuentes más bonitas de Barcelona, todas ricamente decoradas con flores y frutas
El historiador barcelonés Ramón Nonat sitúa los indicios de la tradición en el siglo XV, “cuando el cascarón entero de un huevo vacío se coloca en el surtidor de una fuente de modo que gira sin caerse. Las fuentes se decoran con flores y frutas”, describe.
Patio del Archivo de la Corona de Aragón en la fiesta de Corpus. Foto: Ayuntamiento de Barcelona.
Existe constancia documental de que la ceremonia del huevo danzarín en la fuente de la Catedral se realizaba desde 1637.
La ruta de las fuentes más emblemáticas
El paseo en busca de «l’ou com balla» puede realizarse siguiendo varios itinerarios, que permiten descubrir lugares históricos y emblemáticos de Barcelona.
Estas rutas pasan por el claustro de la Catedral de Barcelona, (donde según fuentes orales se inició el baile en 1440), la Casa de l’Ardiaca (actual Archivo Histórico de la Ciudad), el Museo Frederic Marès, la Reial Acadèmia de Bones Lletres, el Palau del Lloctinent, el Ateneo Barcelonés, la parroquia de Santa Anna y los jardines de Rubió i Lluch.
La tradición del huevo que baila solo se puede ver en Barcelona. Foto: Ayuntamiento de Barcelona.
Otras fuentes emblemáticas se encuentran en la terraza del bar del Museo Marítimo, el jardín interior de la calle de Elisabets, la parroquia de la Purísima Concepción, el colegio de las Escolapias de Llúria y el Poble Espanyol en Montjuïc.
Puertas abiertas y alfombras de flores
Además en algunos de estos edificios, así como en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Palau Centelles se realizarán jornadas de puertas abiertas.
Las fuentes están ricamente decoradas con flores. Foto: Ayuntamiento de Barcelona.
La edición del Corpus del 2019 se complementa con otras propuestas relacionadas como el montaje de una alfombra de flores en la Casa de los Entremeses o un tapiz de pétalos alusivo a la llegada del fuego de San Juan.
Esta tradición barcelonesa se extendió en los últimos tiempos a otras poblaciones como Sitges (Palacio Maricel), Tarragona (Claustro de la Catedral), Vic, Manresa e Igualada.