Y de tanto molestar, al fin Norwegian despertó el apetito de IAG

Norwegian basó buena parte de sus recursos en los puntos fuertes de IAG durante años hasta convertirse en una piedra en el zapato de Willie Walsh

La pregunta corría de un corrillo a otro del sector aeronáutico durante los últimos años: ¿Quién va a comprar Norwegian? La aerolínea escandinava parecía predestinada a acabar engullida por algún gigante con el paso del tiempo, y este jueves International Airlines Group (IAG) comenzó a hacer girar el engranaje. Adquirió el 4,61% de la firma y avisó: “Existe la posibilidad de formular una opa sobre la totalidad de la empresa”.

La clave de la operación radica en el nuevo fenómeno que amenaza con sacudir el mundo de la aviación, el largo radio de bajo coste. Bajo esta premisa, la compañía presidida por Bjorn Kjos se convirtió en una piedra en el zapato del dueño de British Airways, IberiaVueling y Aer Lingus precisamente en su fortín, Londres.

El grupo dirigido por Willie Walsh todavía vincula su éxito o fracaso a British Airways, que representa alrededor del 61% de sus ingresos y el 70% de su Ebitda. Y a pesar de que la filial avanzó positivamente en 2017, vio como los Boeing de Norwegian se atrevían a conectar la capital británica con una docena de ciudades estadounidenses, uno de sus corredores favoritos.

«La compra brinda opciones de crecimiento en el largo radio de bajo coste y protege la posición de mercado de IAG», dicen los analistas

El desafío se extiende a Edimburgo y Dublín, desde donde también vuela a territorio norteamericano. Todo bajo un modelo en el que IAG todavía anda en pañales, el del largo radio de bajo coste, con el que British Airways no puede competir en una guerra de precios.

Y es que el lanzamiento de su propia marca, Level, ya fue interpretado por el sector como un movimiento defensivo ante la amenaza noruega. Nacida en Barcelona, las naves de la firma se extenderán a París este verano. “IAG es claramente consciente de la oportunidad que representa en el mercado el largo radio de bajo coste”, analiza para Economía Digital el consultor aeronáutico John Strickland, de JLS Consulting.

“Aunque todavía es pronto para establecer si se realizará una oferta por el 100%, el movimiento brinda opciones para un mayor crecimiento en el segmento y protege su propia posición en el mercado”, añade.

El desafío de Norwegian a IAG se extiende a España

Porque la compañía noruega no se conformaba con ser un dolor de cabeza en el archipiélago británico. En los vuelos de corto radio se metió a competir en rutas en las que Vueling tenía el monopolio, aunque con suerte dispar. La cara fueron los vuelos entre Barcelona y las Canarias; la cruz, las conexiones entre la capital catalana y Bilbao.

Pero el desafío en El Prat a las naves blancas y amarillas es minúsculo en comparación con la batalla que se presume a partir de este verano en Madrid, hogar de Iberia. Norwegian comenzará a volar desde Barajas a Estados Unidos pero ya solicitó los permisos para operar en Latinoamérica.

Si conectar Sudamérica y España fue hasta el momento uno de los grandes negocios de la aerolínea dirigida por Luis Gallego, el competidor nórdico obtuvo el pasado mes de enero las licencias para 80 rutas intercontinentales desde Argentina. Y con Chile en el horizonte, el precio de los billetes será muy inferior.

Las claves de la opa

La opa es el segundo movimiento de IAG ante la agresiva expansión del ‘modelo Norwegian’. El primero fue la creación a contrarreloj de Level el pasado verano. Con la apuesta, muchos creyeron (creímos) que el apetito de Walsh se centraba en otros proyectos y descartaba la operadora escandinava. Más teniendo en cuenta las dificultades financieras de la sociedad noruega, que en 2017 perdió 31 millones de euros por el incremento de los costes derivados del febril crecimiento y la adquisición de nuevos aviones.

No obstante, este jueves Bloomberg avanzó la operación, que fue confirmada a las pocas horas por el grupo aeronáutico tras analizarla durante «tres o cuatro meses», según el medio estadounidense. En total, la compra valoraría Norwegian en algo más de 810 millones de euros; 2.430 de incluir la deuda.

Fuentes del sector estiman que el coste del 4,61% inicial es de unos 40 millones de euros y advierten que no le dará presencia en el consejo de administración: todos los consejeros son independientes y tres son escogidos por los propios trabajadores a través de una votación.

IAG deberá además convencer a Kjos, ya de 71 años. Sin él y su 26,8% del capital se antoja complicado que la transacción prospere. De ahí la prudencia en el comunicado enviado al regulador bursátil para encarar unas negociaciones que ambas partes aseguran que todavía no han empezado.

Tras el anuncio y el cruce de comunicados, Norwegian se disparó en bolsa y subió el 47,37% en bolsa y se quedó en 33,35 dólares (27,05 euros al cambio actual). Mientras, IAG cayó el 0,45% hasta los 7,02 euros

a.
Ahora en portada