Un plan de choque pretende terminar con los retrasos en El Prat

El plan ‘BCN a punto’ analizará las causas de las demoras en los vuelos de Barcelona-El Prat, para evitar la caída de puntualidad del último verano

La mitad de los vuelos que sufren demoras en Barcelona-El Prat tienen un retraso promedio de 30 minutos. La cifra fue revelada por el consejero de Territorio y Sostenibilidad Damià Calvet, que refleja el derrumbe de la puntualidad en el aeropuerto. Solo en junio, las demoras crecieron el 110% comparado con el mismo mes del año pasado.

Para evitar el rosario de demoras que protagonizó la terminal durante el verano, el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Cataluña (organismo impulsado por el Ministerio de Fomento) impulsa un plan de choque llamado “BCN a punto”.

El primer paso es encargar un estudio a la organización Eurocontrol para que precise las causas de los retrasos en los vuelos.

En febrero Eurocontrol emitirá un informe sobre las razones de las frecuentes demoras en el aeropuerto

En febrero estarán los resultados, y servirán para lanzar las medidas que se deberán aplicar para evitar un nuevo cuello de botella en el verano.

Otras actuaciones

Otras actuaciones son abrir la oficina Atenea, que dirigida por Enaire, buscará mejorar la gestión del espacio aéreo. Para ello incorporarán las novedades tecnológicas más importantes para la tarea.

También se sumará a la Dirección General de Aviación Civil en el grupo de expertos que, en abril del 2019, determinará las líneas de actuación en la Unión Europea para que se pueda atender el crecimiento del tráfico aéreo en los próximos 15 a 20 años.

Otra faceta es sumar a las compañías aéreas que operan en El Prat para que aporten sus propuestas para mejorar las operaciones aéreas.

Derrumbe de la puntualidad

Este año la puntualidad de Barcelona-El Prat se descalabró. Y eso que no hubo huelgas de empleados de seguridad, pilotos, tripulantes o controladores, aunque sí fueron afectadas por las medidas de fuerza de los controladores de Francia, sobre todo de Marsella.

En el verano Barcelona fue uno de los aeropuertos con más retrasos del continente, con peores índices que Ámsterdam y Fráncfort. Según Flighstats, durante junio, julio y agosto apenas el 51,6% de los vuelos salieron en horario. Solo París y Bruselas tuvieron un peor desempeño.

Según Eurocontrol en el verano las demoras en El Prat se dispararon el 110%

Si se compara con el año pasado, las demoras en Barcelona se dispararon el 110% en junio; el 64% en julio y el 71% en agosto, según un cálculo de Eurocontrol.

La rápida expansión de El Prat

Una de las razones es el rápido crecimiento del aeropuerto. En volumen de pasajeros, este año se espera que se superen los 50 millones de usuarios. En operaciones, entre enero y octubre hubo 30.616 salidas y despegues, un 4,7% más respecto al mismo período del 2017.

Para evitar el cuello de botella en los vuelos una de las opciones es ampliar las pistas para poder ejecutar más de 90 operaciones por hora. Sin embargo, esta alternativa choca con varios problemas medioambientales, indicaron fuentes de Aena a Cerodosbé.

Extender la pista sur de los actuales 2.660 metros a los 3.000 perjudicaría a los ecosistemas los espacios naturales de Remolar-Filipines y el del Delta del Llobregat.

También crearía conflictos con las poblaciones vecinas de Gavà, Viladecans y El Prat, por el aumento de la contaminación acústica.

Problemas en los centros de control

Otro problema que afronta El Prat es que tanto el centro de control del aeropuerto como el de Barcelona (que gestiona el paso de las aeronaves que pasan por la franja mediterránea de Cataluña y Baleares) no cuentan con personal suficiente para atender al aumento del tráfico aéreo.

Si bien Enaire tiene contemplado una ampliación de las plantillas, hasta que se pongan al frente de las operaciones deberán atravesar un período de capacitación de 18 meses.

Las políticas que se puedan poner en marcha en el plan de choque deberían tener alcance comunitario, porque una gran parte de los vuelos internacionales de El Prat atraviesan el espacio aéreo francés, y cuando hay conflictos laborales en el centro de control de Marsella los retrasos se multiplican.

a.
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