Controladores virtuales: el futuro llega (despacio) a los aeropuertos

Suecia tendrá el primer aeropuerto sin torres de control presenciales. A pesar de los avances, esta tecnología se centrará en los aeródromos más pequeños

Lentamente las torres de control remotas están surgiendo en diferentes puntos de Europa. Los países nórdicos están mucho más avanzados que España en su desarrollo, pero a pesar de los avances tecnológicos su uso se centrará en los aeropuertos pequeños.

Los suecos, pioneros

En diciembre el aeropuerto Sälen Trysil, en Dalarna (Suecia) será el primero de Europa que no tendrá una torre de control in situ, sino que las operaciones de aterrizaje y despegue estarán monitoreadas a 300 kilómetros, en la ciudad de Sudsvall.

Este centro remoto también controlará los movimientos del pequeño aeródromo de Örnsköldsvik, al norte del país, y del cercano aeropuerto de Sundsvall-Timra.

Las operaciones del aeropuerto Sälen Trysil, de Suecia, estarán controladas por un centro remoto ubicado a 300 km de distancia

Para Suecia esto no es una novedad: hace 16 años que están investigando el desarrollo de las torres remotas. El Reino Unido también avanza con un proyecto para que a partir del 2020 el aeropuerto de la Ciudad de Londres sea controlado desde Southampton.

[Para leer más: Las torres de control virtuales revolucionan el tráfico]

También Heathrow tiene planes de construir una torre remota para apoyar a una nueva pista, en caso de que se construya. En caso de niebla, podrá dar soporte tecnológico a las otras dos torres existentes.

El organismo Eurocontrol también invirtió dinero y esfuerzos en desarrollar esta tecnología. En tanto el aeropuerto de Budapest, ya de un tamaño más considerable que estos otros aeródromos, también construyó una torre remota.

control aereo
Las tecnologías complementan el trabajo que se hace desde las torres convencionales. Foto: Frequentis.

Por ahora en aeropuertos pequeños

Según explica este el controlador aéreo Chus Bilbao a Cerodosbé, el objetivo a largo plazo no es reducir personal, sino dotar de mejores herramientas tecnológicas y garantizar una mayor seguridad en las operaciones.

La idea no es reemplazar a la torre convencional, sino en brindar más seguridad a los controladores con nuevas herramientas tecnológicas

“A la hora de diseñar un incremento de la capacidad de un aeropuerto, en vez de construir una torre convencional se hace una remota que cubrirá deficiencias en caso de niebla” como sucedería en Heathrow, indica Bilbao. “En caso de que la remota falle, se podrá seguir operando desde las convencionales”.

Nuevas tecnologías para la seguridad aérea

Desde una torre convencional, apunta, los controladores tienen un rango de visión de cinco a seis kilómetros, que se pueden duplicar con prismáticos. Pero por la noche eso desaparece.

“Una torre remota suple esas carencias”, dice. Las nuevas infraestructuras tendrán un sistema de cámaras que aportan una visión de 360 grados, otras llamadas ‘ojo de halcón’ que permitirán aumentar la visión de un punto concreto, están las nocturnas que pueden divisar a los aviones en la oscuridad y sensores de movimiento, que detectan si un animal o una persona invade la pista.

Desde los monitores los controladores pueden usar la tecnología de la realidad aumentada para que la imagen del avión que llega o sale tenga a un lado sus datos como modelo y matrícula.

El control de las operaciones se hace desde monitores con visión de 360 grados.
El control de las operaciones se hace desde monitores con visión de 360 grados.

En España

En España hay dos aeropuertos en camino de contar con este sistema. Por un lado está el de Vigo, donde la compañía Indra será la encargada de proveer esta tecnología.

Vigo y Menorca serán los primeros aeropuertos españoles que contarán con torres de control remotas. Pero todavía falta mucho camino por recorrer

Por otra parte está Menorca, que fue elegida no por su tamaño operativo, sino porque su torre estaba obsoleta, y en vez de levantar una construcción de ocho pisos, se decidió implementar el sistema remoto.

Pero todavía en el país “se está en el primer escalón de la escalera”, precisa Bilbao.

El aeropuerto de Menorca ha dejado de recibir vuelos directos con Londres.
El aeropuerto de Menorca será uno de los primeros con una torre de control remota.

Un largo camino por delante

En Europa esta tecnología está dando sus primeros pasos. Todavía queda un largo camino de pruebas hasta que pueda expandirse en otros puntos del continente.

No se plantea que reemplacen a las torres convencionales, sino que sean complementarias. “El servicio tiene que ser a prueba de balas. Los sistemas tienen que estar duplicados, porque si uno falla, hay que tener una alternativa rápida para suplantarlo”, indica este profesional.

Cuando se decide instalar una torre remota, en la ecuación cabe calcular hasta qué punto se aceptaría cerrar el aeropuerto en caso de fallos tecnológicos.

En uno pequeño como el del norte de Suecia, que los sistemas tengan una demora de un segundo en la visualización podría ser aceptable. Pero en uno mediano (y no digamos uno grande) sería inaceptable.

“Nadie está libre de fallos ni de sabotajes. Si asumimos que pueda haber una torre remota, hay que estar preparado para suspender el servicio”, agrega.

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