Siete comidas que nunca deberías tomar en un aeropuerto

Son muchos los que, para aprovechar el tiempo de viaje, deciden comer en el aeropuerto. Pero hay alimentos que tienen un mayor riesgo de estar contaminados

Aunque al principio las terminales sólo ofrecían comida rápida o de máquinas de vending, la mayoría ya cuentan con una amplia oferta de restaurantes, así como lugares de calidad.

Sólo hay que ver a The Publican, que abrió sus puertas hace unas cuantas semanas en el aeropuerto O’Hare de Chicago.

Sin embargo, también tenemos el ejemplo contrario. Y es que hay alimentos que tienen un mayor riesgo de estar contaminados o de que te sienten mal al estómago.

Por eso, Time ha recopilado las comidas que nunca deberías tomar en un aeropuerto…y te contamos por qué.

1. Evita los alimentos frescos y ensaladas

En muchas ocasiones te hemos recomendado tomar alimentos frescos o ensaladas para mejorar tu salud. Por eso, quizás te parezca extraño que te digamos que evites tomar productos frescos o ensaladas en un aeropuerto.

Pero lo cierto es que las frutas y verduras tienen un riesgo más alto de portar una bacteria que los alimentos cocinados. Y es que pueden coger cualquier cosa durante su transporte, o pueden perder su frescura de camino al aeropuerto. Además, hay opciones más económicas y sabrosas que una triste ensalada de lechuga iceberg de 15 euros.

2. No pruebes carnes exóticas o de aspecto extraño

Una pequeña muesca rosada en una filete no es motivo de alarma. De hecho, lo ideal es tomar carne poco hecha o, como mucho, al punto. Además, si lo que buscas es comer algo rápido y nutritivo, una hamburguesa siempre será una buena opción.

Pero ojo, si la carne está muy cruda y huele raro, es mejor que no la pruebes. Por supuesto, evita cualquier carne exótica, ya que puede sentarte mal al estómago.

3. Pide cosas simples y fáciles de hacer

Todo el mundo sabe hacer unos buenos huevos fritos con patatas. Es cierto que quizás no sea la opción más saludable, pero si lo que buscas es fácil, sabroso y rápido, apuesta por ello.

Como recomendación alternativa, si alguna vez viajas al JFK de Nueva York, te recomendamos probar el croque-madame del restaurante La Vie. Sólo cuesta 10 euros, por lo que no sólo es delicioso, también es económico.

4. Evita todo lo que lleve cocinado varias horas

La comida de buffet es barata por una razón: se puede preparar con mucha antelación y puede estar expuesta durante mucho tiempo. Si decides comer en uno de estos sitios y hay algo que se está reponiendo continuamente, te recomendamos apostar por ello. ¿La razón? Implica que está bueno y que se acaba de cocinar.

5. Evita la “comida de avión”

Si tienes un vuelo intercontinental es muy probable que tengas hambre durante el trayecto y que las aerolíneas te ofrezcan comida durante el mismo. Por eso, pedir algo a la carta puede costarte un riñón.

Sin embargo, la mayoría de los alimentos que te dan durante un vuelo están congelados, por lo que suelen estar muy blandos y no suelen ser muy sabrosos o saludables. De hecho, el chef Anthony Bourdain nunca consume comida de avión. Por eso, te recomendamos llevarte algo de alguna de las tiendas del aeropuerto.

6. Comida fácil y preparada

Si lo que buscas es algo bueno, rápido y exento de bacterias, te recomendamos apostar por algo fácil de preparar, como un sándwich o un plato de queso con pan. Si lo que quieres es algo más elaborado, quizás no estará bueno.

7. Cadenas conocidas

Los restaurantes más conocidos se esfuerzan mucho por mantener contentos a sus clientes y que su imagen de marca no se vea perjudicada. Incluso, se asocian con compañías de viajes para asegurar ciertos estándares de calidad.

Por ejemplo, es difícil superar algo tan delicioso como el enorme sandwich de jamón ahumado y queso suizo de Potbelly (¡sólo cuesta 5,20 dólares!).

Noticia original de Business Insider España. Autora: Ana Muñoz de Frutos

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