Las aerolíneas que hacen la vista gorda al sexo en las alturas

Varias aerolíneas ofrecen vuelos preparados para mantener relaciones sexuales en el aire. Y es un buen negocio

Todo comenzó con una apuesta entre ejecutivos. El consejero delegado de Flamingo Air, David MacDonald, dijo que si hubiera una línea áerea que permitiera tener relaciones sexuales en el aire, sería un éxito comercial. Y la puso en marcha.

En realidad, esta aerolínea de Cincinatti (EEUU) vende su experiencia como “una aventura romántica”, y ofrece un vuelo privado en un pequeño jet, con champagne y bombones a bordo, en un viaje de una hora por el curso del río Ohio. Su precio: 400 euros.

Poco después de despegar, la pareja recibe un juego de almohadas y mantas, y luego la tripulación cierra el compartimiento principal con una cortina. MacDonald asegura que los pilotos “son muy discretos”, y luego todo queda en poder de la imaginación.

El negocio florece

Pero Flamingo Air no es la única que ha visto un buen negocio a las pasiones aéreas. Love Cloud (nombre poco original) ofrece vuelos románticos sobre Las Vegas, con una comida a bordo de tres platos y champagne. En el interior de los Cessna 421 y Cessna 340, junto a los asientos se despliega una pequeña cama con mantas de terciopelo rojo y sábanas de seda. La tripulación, también muy discreta, tiene preparada hasta una lista de canciones románticas para la ocasión.

Los paseos son más caros que la pequeña aerolínea de Ohio: desde 760 a 1.200 euros por un viaje de 45 a 90 minutos. Pero no todos sus clientes vuelan para mantener una aventura a miles de metros de altura: muchos eligen esta compañía para tener una boda diferente, nada raro en una ciudad donde hay capillas que legalizan un matrimonio en cinco minutos y con un maestro de ceremonias que se disfraza de Elvis Presley.

La ley no perdona

Una encuesta de Skyscanner precisaba que el 20% de los usuarios de aviones han tenido relaciones sexuales en algún viaje, pero un 95% estaría dispuesto a mantenerlas si hubiera intimidad (y sin problemas legales).

Es que tener sexo en un avión no necesariamente es ilegal. Que una persona se exhiba desnuda sí puede ser motivo para ser detenido, pero según la bandera de la aerolínea –o el criterio del capitán-, si una pareja es sorprendida in fraganti no tiene por qué terminar en un calabozo.

Sin embargo, con las políticas de seguridad más restrictivas en EEUU, no conviene dar motivos a las autoridades de inmigración de ese país. En tanto, en Gran Bretaña, tener sexo en lugares públicos puede derivar en una pena de prisión de hasta seis meses. Con las aerolíneas provenientes del Lejano Oriente o el Golfo, mejor ni intentarlo.

El club del sexo aéreo

El negocio del sexo en el aire es impulsado por el fenómeno del Club de la Milla de Altura (Mile High Club). Se trata de un club ficticio, donde no hay que completar planillas ni pasar por un proceso de selección: tan solo, subir un testimonio a la web describiendo –sin necesidad de entrar en detalles explícitos- sobre cómo fue el encuentro sexual en el aire, que debería suceder a partir de la milla de altitud (1.603 metros).

En el relato se deben consignar los datos personales y del vuelo, aunque como no hay forma de verificarlos, es probable que los mentirosos y fanfarrones también desplieguen su imaginación literaria con tal de alardear que pertenecen al club.

Para mover el negocio, el club ofrece pegatinas y tarjetas plastificadas de equipaje para revelar, con un toque de discreción, que el afortunado usuario pertenece a esta asociación de pasajeros fogosos.

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