¿Por qué hay personas que lloran cuando viajan en avión?

Muchos pasajeros, casi sin querer, suelen llorar cuando vuelan. Pero esta conducta no se debe solo a motivos psicológicos

Es posible que al volar en avión uno haya visto a pasajeros que lloran casi sin razón aparente. O que perciba un sentimiento de angustia que le lleva a derramar algunas lágrimas ¿Por qué sucede esto?

Por dos razones: una es lo que sucede en el cuerpo cuando se vuela, y otra tiene que ver con las emociones que afloran en un viaje en avión.

Un ambiente extraño para el cuerpo

Los humanos no nacimos para volar. Por ello el cuerpo sufre con los cambios, la mayoría imperceptibles, cuando se encuentra a 10.000 metros de altura. Dicho de otra forma: la presurización de la cabina logra imitar las condiciones de vida de la superficie, pero no puede lograr una fidelidad auténtica.

Ante una menor presencia de oxígeno en la sangre el cerebro privilegia las funciones más básicas y presta menos atención a otras como el control de las emociones

La presión en el interior de la cabina es menor a la de tierra firme. Es, digamos, similar a lo que sienten los escaladores cuando ascienden por encima de los 3.000 metros de altura.

Debido a que hay un menor nivel de oxígeno en el ambiente, y por ende en la sangre de cada persona; lo que lleva al cerebro a dejar el cuerpo en un ‘modo de conservación’.

Solo funciones prioritarias

En estos momentos el cerebro privilegia el funcionamiento correcto de los sistemas circulatorio y respiratorio, y presta menos atención a las tareas menos importantes, como el control de las emociones.

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Y aquí entra el componente psicológico, porque en un avión se mezclan toda clase de emociones. Están los pasajeros tristes porque se han despedido de sus afectos, otros suelen sufrir de ansiedad por estar volando, hay viajeros se ponen nerviosos con las turbulencias, y diversas situaciones pueden ser disparadores de emociones, como el estrés por las conexiones, el equipaje que puede extraviarse, la emoción por algún reencuentro, etcétera.

El efecto de la deshidratación

Pero paradójicamente, la sequedad del ambiente en un avión cuando vuela, y la lógica deshidratación, llevan a que a otras personas les cueste más soltar las lágrimas, pero no pueden evitar el sentimiento de angustia.

En un vuelo hay que beber más líquidos que de costumbre para evitar la deshidratación

¿Cuál es la solución? Beber más agua de lo normal, para que el cuerpo pueda adaptarse a la menor humedad en la cabina.

Pero no es buena idea abusar del alcohol, porque sus efectos impactan más que de costumbre por el menor nivel de oxígeno en la sangre.

Trucos para evitar las angustias

Además se pueden recurrir a algunos trucos como usar máscaras hidratantes para el rostro, o tratar de mantener la mente despejada durante el vuelo con lecturas ligeras, puzzles o películas pasatistas. Pero que no sean demasiado tristes, por favor.

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