Las resurrecciones más insólitas de los aviones abandonados

Fragmentos de aviones se reutilizan para construir muebles o bolsos, y también se convierten en estudios de cine o centros de entrenamiento para perros

Cada año cerca de 700 aviones son retirados de circulación, aeronaves que tienen entre 25 y 30 años de vida que son suplantadas por modelos más eficientes. Algunos terminan sus días como llamativos restaurantes u hoteles, pero los que son desmantelados se convierten en materia prima para construir muebles, esculturas o accesorios de moda.

Líder en economía circular

La industria aeronáutica lideró la llamada economía circular años antes de que los conceptos de reutilización y reciclaje se pongan de moda.

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Cuando un avión llega al final de su vida útil la misma aerolínea o su propietario suele desarmarlo para sacar más partido a la inversión. Los motores se venden al mejor postor, y un gran número de piezas se extraen para ser reutilizadas como repuestos.

Estudio de cine foto SkyArt

Morro de un avión usado como estudio de cine. Foto SkyArt

Gran parte del fuselaje se deriva a la fabricación de latas de aluminio, pero hay componentes que escapan a este circuito de reciclaje y toma rumbos inesperados.

Los destinos más insospechados

La firma belga Aerocircular se especializa en desmantelar aviones de pequeño y gran tamaño, y en más de una ocasión los trozos de metal, plástico y electrónicos que quitó de los aviones sirvieron para fines muy diferentes al que se espera en la industria.

La compañía Aerocircular puede cortar la cabina de un Airbus en ocho fragmentos y que se adapten como estudio de cine

Por ejemplo, hace poco tiempo recicló un fragmento de 20 metros del fuselaje de un Fokker de la aerolínea VLM, con sus asientos y maleteros, en un centro de entrenamiento de perros detectores de drogas para la Policía Federal Belga, describe CNN.

Fuselage Doors open Foto Moto Art

Fuselaje de avión convertido en oficina. Foto Moto Art

De avión a estudio de cine

Gracias a una herramienta de ocho metros de alto que permite cortar la estructura de un avión como si fuera mantequilla, pudo dividir el fuselaje al completo de un A320 en ocho partes.

Los fragmentos viajaron por carretera hasta el aeropuerto de Schöenfeld, en Berlín, que se utilizarán como escenario para filmar películas; en donde la subdivisión permitirá grabar varios planos simultáneos.

Su tecnología también le permitió extraer piezas a pedido para artistas, como sucedió para la escultura De Straalvogel (el pájaro-rayo), que se encuentra en un parque de Middelkerke (en Flandes) y que representa al avión que construye Jommeke, un popular personaje de los cómics belgas.


Así se diseñó la escultura De Straalvogel. Fuente: Striptiek

Reciclaje como mueble

Varios diseñadores de muebles compran partes de aviones a los centros de reciclaje para reconvertirlos en muebles.

Una de estas compañías es MotoArt, de California, donde con una gran dosis de creatividad transforma a motores de un Jumbo en mesas de conferencia, al metal que cubre los motores en camas, y las alas en sofisticados escritorios ejecutivos.

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Inclusive tramos del fuselaje se adaptan como oficinas, con su puerta corrediza decorada con los espacios originales para las ventanillas.

Hay encargos más sofisticados como partes del avión que se reutilizan como barra de un bar o lavatorios, donde el metal y el vidrio le dan una estética elegante que le confiere un toque de sofisticación.

Airbus Door Desk  Foto Sky Art

Mesa construida con la puerta de un Airbus. Foto Sky Art

Llévate un sillón de primera clase a su salón

En Estambul existe la compañía SkyArt que también se especializa en el reciclaje de partes de avión en muebles, que extiende su catálogo a la creación de lámparas, puertas que se convierten en mesas o marcos de fotos extraídos de las ventanillas.

Las compañías que reciclan parte de avión pueden diseñar mesas con motores u oficinas con fragmentos de fuselajes

También vende partes sueltas, como cómodos sillones de primera clase o los carritos para llevar la comida a bordo, que suelen ser compradas por cafeterías o fanáticos de la aviación que quieren darle un punto chic a sus locales o salones.

Jumbo 747 Sleeper 1 0 Foto Moto Art

Cama construída con partes de un Jumbo 747. Foto Moto Art

También en la industria textil

Otras partes del avión son buscadas por diseñadores textiles. Planewear es una compañía instalada en el aeropuerto de Tacoma, en Seattle, donde su propietaria Jennifer Longley (ex azafata de United Airlines) no solo diseña prendas inspiradas en el mundo de la aviación (como las chaquetas de cuero de los pilotos de la Segunda Guerra), sino que también recicla elementos para crear prendas y accesorios, informa The New York Times.

Con fragmentos de los tapizados diseña bolsos, mochilas, carteras y maletas de cuero o tela, donde se preocupa de que haya logotipos u otros elementos a la vista que recuerden a la primera vida de estos accesorios de moda.

Bolso Foto planewear

Bolso de tapizado de avión. Foto Planewear

La compañía Planewear diseña bolsos, mochilas y carteras usando el tapizado original de los aviones

En su catálogo también figuran cinturones rediseñados en base a los originales, sombreros con diseños similares a los de las azafatas en los años ’60, prendedores y llaveros.

Hay otras compañías, como AviationTag, que transforma los fuselajes en etiquetas para maletas. Cada uno viene con un número de serie, y es buscado por los fanáticos de los aviones por tratarse de fragmentos de aviones históricos, como el Lockheed Super Constellation o el Douglas DC3, o de aeronaves populares como el A380 o el B747.

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