IAG prepara su revancha tras el portazo de Niki

El presidente de Vueling dice que en pocas semanas se anunciará el plan de IAG para reforzar el centro de Europa, tras perder la oportunidad de comprar Niki

IAG no quiere dejar de pelear por las plazas que Niki ha dejado vacante en Alemania y Austria, tras haber perdido la oportunidad de alzarse con los activos y derechos de vuelo de la aerolínea insolvente, que pertenecía al grupo de Air Berlin.

Las dos opciones de IAG

Según precisó el presidente de Vueling, Javier Sánchez-Prieto, al diario El Economista, IAG realizará un anuncio en seis u ocho semanas sobre el crecimiento del consorcio en el centro de Europa. Entre las opciones, dijo, está la creación de “una nueva firma aérea”.

Otra posibilidad es que las aerolíneas de IAG que operan en Alemania y Austria incrementen sus operaciones. Sea como sea, “para el verano tendremos algo distinto”, agregó.

IAG, integrado por British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus, estuvo a punto de alzarse con los activos de Niki, tras haber pactado su compra en diciembre por 36 millones. Pero la operación se empantanó en laberintos judiciales y el administrador judicial otorgó la aerolínea a su fundador, Niki Lauda.

Vueling recupera su crecimiento

Tras la crisis que vivió en el 2016, Vueling aumentó su facturación el 12% en el 2017 y prevé mantener un crecimiento en torno al 10% para los próximos cinco años.

Para ello proyecta aumentar su flota en 40 aeronaves, hasta llegar a un total de 150 aviones. En El PratBarcelona, su mayor hub, contempla aumentar sus operaciones un 12,4%, mientras que en Bilbao crecerá un 24% y en Palma de Mallorca un 27%.

Aprovechar el vacío dejado por Air Berlin

En la capital balear aprovechará el hueco que ha dejado vacante Air Berlin, con la incorporación de nuevas rutas a Düsseldorf y Viena; una estrategia similar a la que está realizando Ryanair con conexiones al Reino Unido.

París, donde Level comenzará a operar en breve, y Roma son las otras bases donde Vueling reforzará su presencia. En la capital italiana quiere aprovechar el aumento de pasajeros que está logrando gracias a la crisis de Alitalia, cuyo futuro tiene que definirse en las próximas semanas.

a.
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