¿Cuánto ganan las aerolíneas con los gastos extras?

Facturar la maleta o comprar un bocadillo a bordo es un brillante negocio para las aerolíneas que se multiplicó por 20 en una década

Pocas cosas fastidian más a un pasajero de avión que tener que asumir un rosario de gastos extras. Ese pasaje a nivel chollo que permitía llegar a otro país por menos de 50 euros de repente comienza una escalada inflacionaria cuando se trata de facturar equipaje, elegir asiento, abordar entre los primeros, optar por una maleta adicional, y una vez a bordo, pagar por comer, pagar por beber, y por suerte, todavía no se debe pagar por leer la revista de cortesía.

Lo que comenzó como una fuente alternativa de ingresos para las compañías de bajo coste se convirtió en la norma en casi todas las aerolíneas. Y en un excelente negocio. Si en el 2007 los ingresos por gastos representaban un volumen de 2.100 millones de dólares, el año pasado se multiplicó por 21, y alcanzó a los 44.600 millones. Y eso que sólo se contabilizan las 66 aerolíneas más importantes del mundo, según precisa un informe de la consultora Idea Works.

La facturación extra crece en todas las compañías

En algunas compañías, los gastos extras representan casi la mitad de su facturación global, como son los casos de las low cost For Spirit Airlines (46,4%), Frontier Airlines (42,4%) y Allegiant Air (40%). Entre las más conocidas por el público español, se encuentran la irlandesa Ryanair (26,8%), la inglesa Jet2.com (26%) y la húngara Wizz Air (39,4%).

En el caso de las aerolíneas más grandes, los ingresos extras representan un promedio del 9,7% de sus ingresos, un punto más que el registrado en el 2015. Pero en términos absolutos, se llevan los mayores ingresos: United recaudó por estos conceptos 6.200 millones de dólares, Delta 5.170 millones y American Airlines 4.900 millones.

En el caso de Spirit, la cantidad de gastos adicionales abruman: tienen hasta 40 conceptos distintos de los cuales hacer caja, desde dos dólares por imprimir la tarjeta de embarque hasta 50 dólares por elegir asiento.

En este volumen también se deben incluir las comisiones que las aerolíneas cobran a los agentes de viaje, los costos adicionales para comprar millas en los programas de viajeros frecuentes, y la posibilidad de reservar servicios adicionales como hoteles, coches o restaurantes.

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