Las subvenciones ilegales marcan la nueva guerra entre Airbus y Boeing

La Unión Europea ataca ahora a la administración estadounidense de encubrir ayudas al fabricante a través de rebajas de impuestos en los estados donde produce

Se trata de la mayor disputa comercial del mundo globalizado. Desde la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en 1995, ninguna otra batalla entre dos empresas transnacionales había hecho correr tantos ríos de tinta, sentencias y alegaciones. Airbus y Boeing; Europa y Estados Unidos (EEUU). Un duopolio que desde hace décadas domina con puño de hierro la industria aeronáutica mundial.

La última noticia de esta batalla saltó hace escasas dos semanas. Con tres años de retraso la OMC decretó que, tal y como había denunciado la administración estadounidense, Airbus ha obviado durante décadas las normas internacionales de comercio. El resultado: subvenciones millonarias, en forma de ayudas públicas y préstamos bancarios exclusivos, que permitieron la salida al mercado del A350, entre otros modelos de la marca.

Las cifras en torno al caso son dudosas, pero no lo es la responsabilidad de las instituciones europeas y de los cuatro países que conforman el consorcio en torno a Airbus (Alemania, Francia, España y Reino Unido). La cuestión es que no se trata de la primera vez, ni el fabricante europeo es el único culpable declarado.

Hace escasas semanas la OMC dictaminó que el Airbus 350 no habría salido al mercado sin las subvenciones irregulares recibidas por el fabricante europeo

En 2012 la misma OMC dictaminó la culpabilidad de Boeing a la hora de recibir ayudas ilegales por parte de las autoridades estadounidenses. El desarrollo y posterior lanzamiento de aviones como el B787 Dreamliner estaban en juego. Así como las decenas de miles de puestos de trabajo que Boeing sostiene en suelo estadounidense. La denuncia provenía, como no podía ser de otra manera, de su competidor al otro lado del Atlántico.

Si nada lo impide, el serial de sentencias cruzadas debería tener otro capítulo en los próximos meses –la fecha marcada, según informaba recientemente Reuters, es el comienzo de 2017—cuando la OMC se pronuncie sobre la última queja de la Unión Europea (UE) en torno a los beneficios irregulares obtenidos por Boeing.

El serial de sentencias cruzadas entre ambos fabricantes debería tener otro capítulo en los próximos meses, a comienzos de 2017

Las autoridades europeas denunciaron el pasado año cómo Boeing habría recibido una serie de ventajas fiscales para la fabricación de su último modelo, el flamante 777X, todavía sin estrenar.

Según la UE, estas ayudas encubiertas se basaron en millonarias exenciones de impuestos por parte del estado de Washington, la principal plaza de fabricación para Boeing en el país. En total, cerca de 8.700 millones de dólares.
 

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