El gigantesco avión con que la URSS soñó con transportar más de 1.200 pasajeros

Si el A380 es una avión descomunal, basta imaginar el tamaño del Tupolev Tu-404, que habría sido tres veces más grande. Esta es su historia

Tupolev Tu-404

La Unión Soviética ha sido terreno fértil para el diseño y construcción de aviones de tamaños descomunales. Muchos de ellos surgieron en los años ’60 y ’70, en plena competencia militar de la Guerra Fría, pero otros fueron creados en medio del colapso del país.

Este es el caso del Tupolev Tu-404, la gigantesca aeronave diseñada para transportar a más de 1.200 pasajeros.

Dos caminos para el futuro de la aviación

El incremento de pasajeros en el mercado aeronáutico en los años ’80 conducía a dos perspectivas: el desarrollo de aeropuertos secundarios y rutas alternativas, donde podrían tener cabida bimotores de gran capacidad (como los futuros B777, B787 y A350); o el posible colapso de las conexiones más importantes, para lo cual sería necesario desarrollar aeronaves de gran capacidad.

Este último principio fue el que llevó al nacimiento del A380, un camino en el que han quedado aparcados proyectos como el Boeing NLA o el Lockheed Martin VLST, recuerda AeroTime.

Boceto del Tu-404

La URSS no quiere perder presencia

La Unión Soviética nunca perdió la oportunidad de desarrollar aviones de pasajeros para competir contra los fabricantes occidentales, como los de Ilyushin (el Il-62, el Il-86 y el Il-96) y los de Tupolev que surgieron de modelos militares, como los Tu-114, Tu-124, Tu-104 o el Tu-154.

El Tu-404 fue desarrollado en 1991, en medio del caos económico y político que derivó del colapso de la Unión Soviética

Este último, que aspiró a quitar mercado al B727, evolucionó al Tu-204. Uno de sus ingenieros fue Yuri Vasilyevich Vorobyev.

En 1991 estaba a cargo del departamento de aviación civil de Tupolev, y a pesar del caos económico y político que se estaba viviendo por el colapso del régimen soviético, siguió adelante con su plan de crear una avión de largo radio y que pueda transportar el máximo de personas posible.

Las dos variantes del Tu-404

Así nació el Tu-404, donde Vorobyev recurrió a su experiencia en el diseño de pesados bombarderos estratégicos.

Uno de los diseños tenía una configuración, digamos, normal: dos pisos, con un largo de 86 metros y una envergadura de 77 metros. Sí, demasiado similar al A380, aunque mucho más pesado, que habría necesitado ocho motores Rolls-Royce Trent (o su equivalente ruso) para poder alzar vuelo.

Boceto del Tu-304

De este hay pocos bocetos, pero donde más se avanzó es en el segundo diseño: un avión con forma de ala volante.

Esta configuración, donde el avión presenta una forma de ala delta sin pasillo, fue usada en el diseño de aeronaves militares, sobre todo bombarderos; aunque también hubo varios casos de aviones civiles, incluso algunas que miran al futuro, como el prototipo de KLM o el ZeroE que propone Airbus para reducir las emisiones.

Cómo meter 1.214 pasajeros a bordo

En el caso del Tu-404, la idea de Vorobyev era un avión de casi 60 metros de longitud por 110 metros de envergadura, capaz de transportar a 1.214 pasajeros. Nada menos.

Según describen en AeroTime, la cabina habría ocupado un tercio del gigantesco avión, dividida en seis secciones de dos pisos.

Fiel al espíritu espartano heredado de la URSS, el ingeniero no pensó en distribuir la cabina en categorías, sino que todos los pasajeros compartirían una única clase.

La cabina habría ocupado un tercio del gigantesco avión, dividida en seis secciones de dos pisos.

Para que semejante aeronave pueda despegar y volar una media de 12.000 a 13.000 km habría necesitado seis motores turbohélices, cada uno con un empuje de 18.000 kilos.

Estos se habrían ubicado en la sección de cola del fuselaje, entre dos grandes estabilizadores con forma de V.

Uno de los diseños del Tu-404. Foto Testpilot.ru

El sueño perdido

Volar entre 1.200 pasajeros en un avión con un pequeño número de ventanillas y sumamente ruidoso no habría sido precisamente un viaje de placer.

Entre los escasos diseños algunos planteaban otras comodidades, como un cine a bordo y asientos más grandes y confortables.

Pero todo ha quedado en bocetos y algunas maquetas, como las presentadas en varias ferias de la industria entre 1993 y 1997, porque el avión nunca llegó a construirse. Además de la grave situación económica y política, emprender la construcción de un avión tan descomunal era inviable desde el punto de vista financiero y operativo.

Hasta su muerte en 2002 Vorobyev siguió trabajando en Tupolev en los programas de aviones de rango medio, más preocupado en mejorar las prestaciones del Tu-204 que en diseñar gigantescos aviones con formas únicas.

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