El B767X: el avión más extraño que Boeing jamás ha diseñado

Boeing diseñó un modelo con un piso superior ubicado en su parte trasera. Pero tenía un problema: jamás hubiera podido volar

El B747 no fue la única nave con ‘joroba’ de Boeing. O al menos en los papeles y maquetas, porque hubo un momento en que los ingenieros de la compañía estadounidense diseñaron otro avión con un piso superior, pero ubicado en el tercio trasero. El B767X era tan extraño que el proyecto al poco tiempo fue descartado: nadie creía que realmente pudiera volar.

El B767 fue el primer bimotor de fuselaje ancho de Boeing. Lanzado en 1981, se presentó con tres variantes que ofrecían una capacidad de 181 a 375 pasajeros, con una autonomía que variaba entre los 7.130 y los 11.825 kilómetros.

La dura competencia del A330

Durante años fue el rey de los mares, porque era el modelo más utilizado para cruzar el Atlántico en las rutas entre Norteamérica y Europa.

B767X maqueta
Maqueta del B767X en las oficinas de Boeing.

[Para leer más: Cuando menos es más: así era el mini Boeing 747]

La aparición de A330 motivó que muchas aerolíneas exigieran la presencia de un modelo con más capacidad, lo que llevó a Boeing a concebir uno de los diseños más estrambóticos de su historia.

Seguir la estela del Jumbo

La meta de los ingenieros era seguir los pasos del Jumbo y crear un avión de dos pisos. Pero la idea no fue con una joroba en la parte superior como el B747, ni que tuviera un nivel superior similar al inferior, como el futuro A380.

Los ingenieros de Boeing diseñaron un modelo con el fuselaje del B767 y un piso superior que corresponde al del B757

Lo que se les ocurrió fue que el piso adicional estuviera ubicado en el último tercio del cuerpo del avión.

AftDoubleDeck2
Bocetos del B767 de dos pisos.

Pero para ganar tiempo en el diseño y la construcción, propusieron una solución digna de bricolaje: que el fuselaje de un B757 fuera adosado en la parte superior al del un B767. De esta manera, no había necesidad de replantear un nuevo diseño para la aeronave.

El jorobado de Mukilteo

Este híbrido podría haber tenido una capacidad de 300 a 340 pasajeros, con una autonomía de 5.500 a 9.200 kilómetros, teniendo como parámetro a la versión más pesada del B767-300.

El humor popular se apoderó del diseño y fue bautizado como ‘El jorobado de Mukilteo’, en referencia al pueblo donde viven muchos operarios de Boeing, cerca de Seattle.

Con un piso superior en el tercio trasero este avión no podía volar: Boeing no tenía motores tan poderosos para impulsar esta aeronave

Como dicen en Aviation Week, “si no tiene buena pinta, seguramente no podrá volar”. Y ese fue el principal factor de su fracaso: los ingenieros sacaron cuentas y comprobaron que ese diseño tan extraño no podría levantar vuelo.

[Para leer más: Cuando Boeing soñó con un B747 más grande que nunca]

Con un mayor peso en la parte trasera hubiera necesitado motores mucho más potentes para poder despegar y volar, turbinas que por ese entonces (mediados de la década de los ’80) todavía no existían.

767 200DD C
Maqueta del modelo de Boeing que nunca vio la luz.

Pero no todas fueron decepciones. De hecho los trabajos para desarrollar esta variante fueron retomados para rediseñar un avión con el fuselaje más largo, que daría origen a la familia del B777.

El recuerdo del B767X

En las oficinas de Boeing dedicadas al desarrollo de nuevos productos, en el edificio Bonmarc en la ciudad de Everett, hay un despliegue de maquetas de diseños de Boeing que, por diversos motivos, nunca vieron la luz, como el Sonic Cruise que pretendía competir contra el Concorde o el mini B747 de 56 metros.

Y entre ellos se encuentra el B767X, que con su joroba trasera, tenía una estética más cercana a una nave de una película de ciencia ficción que a la de un avión que realmente pudiera volar.

a.
Ahora en portada