¿Cómo será la Express de Air Europa?

Los pilotos logran limitar tanto la producción como el tamaño de las aeronaves de la futura low-cost de Globalia

Air Europa se ha subido al carro del bajo coste, aunque no con el impulso deseado. Desde el pasado junio, los aviones de Air Europa Express conectan varias capitales española después de que la aerolínea del grupo Globalia adquiriera los permisos de Aeronova. No obstante, los pilotos han logrado segar el crecimiento de la filial en sus últimos acuerdos con la dirección.

Si bien los comandantes no han conseguido poner fin a la aventura low-cost, sí han logrado moldear las aspiraciones de Juan José Hidalgo, el presidente de la compañía. La flamante sociedad no podrá superar el 25% de la producción de Air Europa y, como máximo, podrá sumar 18 aviones en la flota.

Además, el tamaño máximo de las aeronaves también estará limitado: 189 plazas. Significa que solamente los Embraer 195 y los Boeing 737 de la firma podrán caer en manos de la filial, pues están configurados para 122 y 180 personas, respectivamente. La compañía ha logrado finalmente colar los aparatos estadounidenses en la nueva empresa, uno de los grandes miedos del colectivo.

Los pilotos sí han logrado evitar que la Express se convierta en la única prioridad del grupo. Por cada dos aviones que se incorporen a la filial, uno deberá llegar a la matriz. Además, todas las vacantes deberán ser ofrecidas en un primer momento a la plantilla actual de Air Europa y, de no ser ocupadas, sacadas posteriormente al mercado laboral.

Menos aviones que Iberia Express

De este modo, la restricción parece ser un lastre insalvable para futuras bravatas de Hidalgo a la hora de encaramarse a la ola del largo radio de bajo coste que ya han tomado Norwegian e International Airlines Group –la matriz de British Airways, Iberia, Vueling y Air Europa en el Aeropuerto de El Prat.

Por el momento, la filial ya suma siete Embraer 195 en su portfolio y las previsiones cifran el mes de junio para culminar el trasvase de las once naves brasileñas desde su matriz. La restricción le impedirá, eso sí, alcanzar los 21 aviones que posee Iberia Express.

La aerolínea de Globalia cierra así uno de sus múltiples focos de conflicto: la guerra mantenida con los pilotos. El colectivo llegó a convocar una huelga de cuatro días en pleno agosto del año pasado. A última hora la protesta fue suspendida por un acuerdo que sentó las bases del pacto final para el despegue definitivo de Air Europa Express.

A la espalda, el gremio y la dirección acumulaban cinco años de enfrentamientos en los que la compañía funcionó sin el amparo de un convenio colectivo. El pasado jueves, el principal sindicato (Sepla) ratificó en asamblea la propuesta de convenio de la empresa con un 55% de los apoyos y una participación del 87% de los 600 comandantes de la aerolínea. Para poder ampararse en el paraguas han tenido que ceder con la creación de la filial de bajo coste, blindada hasta el momento en los acuerdos laborales precedentes.

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