Cómo eran los gigantescos aviones donde podías viajar con tu coche

En los años '60 los ATL-98 Carvair ofrecían la posibilidad de volar con cinco coches privados, un servicio que en España brindaba la compañía Aviaco

Así como en España miles de personas viajan en ferry entre la Península y las Islas Baleares con su coche, hace 55 años era posible hacerlo…en avión.

Entre 1964 y 1968 la aerolínea española Aviaco volaba entre ambos territorios con tres gigantescos AT-98 Carvair, aviones Douglas DC-4 modificados por la compañía Aviation Traders Limited (ATL) para poder transportar automóviles en el aire.

Más capacidad de carga, menos velocidad

Estos ferris aéreos llamaban la atención por su gigantesco morro, que se estrechaba en sus dos tercios posteriores para poder transportar a los pasajeros.

Los AT-98 Carvair podían transportar entre tres y cinco turismos, y según la carga, había espacio para llevar de 22 a 55 pasajeros

Un Carvair de Aer Lingus cargando un turismo. Foto Arpingstone-Wikipedia

Eran aeronaves que sacrificaban la velocidad y autonomía a favor de una capacidad de carga inédita, con el morro que se abría en dos compuertas para poder recibir entre tres y cinco turismos, que se introducían desde una plataforma que se elevaba por un sistema de tijeras.

La visión del empresario Freddie Laker

Según cuenta CNN, estos aviones surgieron para atender a la demanda de viajeros británicos que tras la Segunda Guerra querían usar sus vehículos en territorio europeo.

Despegue de un pesado ATL 98 Carvair de British United Air Ferries. Foto Richard Goring-Flickr

El impulsor de los AT-98 Carvair fue el empresario Freddie Laker, quien aprovechó los remanentes de aviones civiles como el DC-4 o el militar C-54 que habían sido utilizados en el conflicto bélico.

Su compañía ATL, especializada en modificar aviones, creó el Carvair, juego de palabras de Car via Air (Coche por vía aérea).

El antecesor

Tomando a un DC-4 de modelo, cortaban el tercio delantero y le añadían una nueva sección de un tamaño desproporcionado con el resto del fuselaje.

El diseño estaba inspirado en el Bristol 170 Freighter y su hermano mayor, el Superfreighter,que poco después de la Segunda Guerra transportaban automóviles y otras grandes remesas de carga.

Los aviones se cargaban desde el morro. Foto Richard Goring-Flickr

Capacidad flexible

El Carvair podía llevar hasta cinco coches y 22 pasajeros, pero una de sus grandes virtudes era su flexibilidad: se podía adaptar para cargar con tres vehículos y 55 viajeros, o que sea un avión solo para transporte. O solo de pasajeros.

En este caso, la cabina (que no estaba presurizada) tenía una capacidad de 85 plazas, precisa la CNN.

Entre 1961 y 1968 ATL construyó 21 aviones Carvair, de los cuales tres llegaron a la española Aviaco, dos de ellos en propiedad y el restante en régimen de alquiler, describen en Puente de Mando.

La española Aviaco

Una de las rutas donde tuvo más protagonismo era la de Barcelona-Palma, pero la compañía también ofrecía vuelos desde Valencia y la francesa Nimes a la capital balear.

La española Aviaco contó con tres ATL 98. Foto Iberia

Sin embargo, poco pudieron hacer los Carvair de Aviaco frente a la mayor capacidad de transporte de los ferries que unían las costas baleares con los puertos peninsulares.

El ocaso de los gigantes

A nivel global, estos gigantescos aviones en los años ’60 fueron desplazados por otras aeronaves más pequeñas, rápidas y cómodas; aunque los gigantescos Carvair siguieron operando para el transporte de carga en otros rincones del planeta, desde EEUU a Australia.

Con el correr de los años, la mitad de los Carvair sucumbieron en diferentes sucesos trágicos. El último vuelo registrado de estos mastodontes del aire fue en 2007, cuando tuvo un accidentado aterrizaje sin víctimas en Alaska.

Algunos ejemplares se pueden ver en sitios como el aeropuerto de Gainsville, en Texas; o en una escuela de pilotos en las afueras de Johannesburgo. Ahí están, como gigantescos dinosaurios del aire que fueron  condenados a la extinción.

a.
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