Esta es la barrera más difícil que frena a los aviones supersónicos

Más que el impacto sonoro o la velocidad, el gran desafío de los aviones supersónicos es lograr vuelos que sean sostenibles con el medio ambiente

La tecnología para volar más rápido que el sonido existe desde hace décadas. Los investigadores desarrollan modelos que eviten el fuerte impacto sonoro que fastidia tanto a pasajeros como a residentes de zonas urbanas. Pero todavía queda una barrera más difícil de superar en estos aviones: la de la sostenibilidad.

La industria aeronáutica es consciente de que el incremento de los vuelos y las flotas en las próximas décadas pasará factura al medio ambiente por el aumento de las emisiones contaminantes de los aviones.

Más conciencia ecológica

El transporte aéreo incrementó su volumen de contaminación dos tercios en 2005 y, a este ritmo, en tres décadas será la industria individual más generadora de CO2, al representar el 20% de las emisiones globales.

Por ello Airbus, Boeing y otras grandes industrias trabajan a toda máquina para desarrollar aviones eléctricos, con el compromiso de que haya modelos comerciales que estén volando para 2035.

[Para leer más: El fantasma de la contaminación acorrala a la industria aeronáutica]

La preocupación por el medio ambiente llega a la opinión pública, por medio de movimientos anti-aviones como el que surgió en Suecia llamado flygskam, que se traduce como “vergüenza a volar”.

Nuevo desafío de la industria supersónica

Con este panorama las start-ups que desarrollan aviones supersónicos tienen que asegurar a sus futuros clientes, así como al público en general, de que sus modelos no tienen la gigantesca huella de contaminación que presentaba el Concorde, que consumía más de 25.600 litros de combustible por hora.

Los fabricantes de aviones supersónicos tienen que demostrar que sus aviones, además de rápidos y seguros, son sostenibles con el medio ambiente

Así se reflejó en la última edición del salón aeronáutico Paris Air Show, donde Boom Technology aseguró que su futuro avión –que podrá volar a 2.716 km/h- tendrá la primera huella de carbono cero de la historia en un vuelo supersónico.
home overture
El Overture es el nuevo proyecto de avión supersónico de Boom Technology. Foto: Boom Technology.

El presidente de la compañía, Blake Scholl, reveló que probaron una mezcla de alta concentración de biocombustibles que es un 3% más eficiente que el queroseno habitual.

Además anunció que la empresa se asociará con Prometheus Fuels, que tiene una tecnología que captura el CO2 del aire y lo transforma en propelente líquido.

Menores costes operativos

Para seducir a potenciales inversores y clientes Scholl precisó que los costes operativos del XB-1, su primer prototipo, serán un 75% más bajos que los del Concorde, lo que lo haría viable en al menos 500 rutas en el mundo, calcula con optimismo el ejecutivo.

[Para leer más: Japan Airlines resucitará al heredero del Concorde]

En la hoja de ruta de Boom Technology figura que en diciembre se realice el vuelo de un modelo a escala 1/3, que el primer prototipo pueda despegar en 2020, y que llegue a manos de las aerolíneas hacia 2027.

Otro de sus prototipos, para evitar suspicacias con la contaminación sonora, fue bautizado como Overture y se presenta sin rastros la matriz corporativa en su nombre.

Optimismo de Boom Techonology

Para ese entonces la primera generación de aviones híbridos estará cerca de ver la luz, si se cumplen los cronogramas de compañías como Airbus.

Scholl estima que su compañía podrá recibir hasta 2.000 órdenes de compra de aviones supersónicos (recordemos que entre 1969 y 2003 solo volaron 14 Concordes).

asientos overture
El avión supersónico no tendrá asientos-cama: en 3.15 horas se podrá volar entre Londres y Nueva York. Foto: Boom Technology.

Entre sus primeros clientes se encontrarían Virgin Atlantic –con 10 unidades- y Japan Airlines –con 20 aeronaves-. Además esta aerolínea japonesa apostó por el proyecto al invertir 8,8 millones de euros en su desarrollo.

La compañía Aerion proyecta aviones supersónicos para 12 pasajeros, que evitaría el despilfarro económico que presentaba el Concorde

Además de Boom otras compañías en carrera son Lockheed Martin (que tiene un proyecto de avión para transportar 40 pasajeros a 2.222 km/h), investigado junto a la NASA, y que promete que no tendrá el impacto sonoro que despierta los recelos de los organismos reguladores.

Otra compañía es Aerion, que propone un avión más pequeño, de hasta 12 pasajeros, que vuele a 1.728 km/h.

Su estrategia es optimizar el rendimiento económico de cada vuelo, dirigido solo a un público corporativo de alto poder adquisitivo; y evitar caer en la telaraña económica que condenó al Concorde tras su accidente de 2000.

a.
Ahora en portada