Aviones con salones y zonas fitness: así serán los vuelos ultra largos

Un estudio presenta un diseño donde gran parte de la cabina se convierte en un salón en el que los pasajeros pueden socializar, trabajar o hacer ejercicio

Por más cómodo que sea un asiento, estar más de 15 horas sin mover las piernas es poco atractivo para cualquier pasajero. Pero los estudios de interiorismo proponen soluciones como la de la compañía AIM Altitude, que sugiere reconvertir parte de la cabina en un salón donde los pasajeros puedan caminar, tomar una copa, realizar ejercicios o trabajar más cómodamente.

La tecnología para volar 20 horas o más sin escalas está cada vez más cerca. Airbus y Boeing trabajan en adaptar sus modelos como el A350 o el nuevo B777 a los requerimientos de aerolíneas como Qantas, que pretenden viajar desde Australia hasta Londres o Nueva York sin pausas.

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De hecho un sondeo realizado por esta compañía australiana reveló que sus pasajeros más frecuentes consideran que la aerolínea debería ofrecer un espacio donde se puedan realizar estiramientos, así como una zona para comer un snack o tomar un café.

Una nueva cabina

Esta exigencia coincide con el diseño Ultraflex que presentó el estudio AIM Altitude en la última feria de interiorismo de aviones realizada en Hamburgo, y que le llevó a ser finalista en la última edición de los premios Crystal Cabin Awards, que permiten aventurar por dónde pasa el futuro de las comodidades en los vuelos.

 


Presentación del diseño Ultraflex.

Lo que propone esta compañía de diseño británica es destinar un espacio de la cabina para crear salones donde los pasajeros puedan estirar las piernas y socializar. Para ello se pensó en un área con mesas y taburetes fijos, así como otra parte con sillones más confortables.

La idea es que los pasajeros, además de estirar sus piernas, puedan socializar o tener reuniones con más privacidad en el avión

En un sector habrá aparadores donde los pasajeros podrán adquirir snacks, pequeños bocadillos y otros alimentos ligeros, así como bebidas. De alguna manera recuerda al apartado de comidas y bebidas de las salas vip de los aeropuertos.

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Habitáculos para trabajar con más privacidad.

Negocio posible para las aerolíneas

Esta variante gastronómica hace tiempo que fue puesta en marcha en las clases superiores de aerolíneas como Emirates o Qatar, pero según dijo Ross Burns (jefe de diseño industrial) a CNN Travel, la propuesta de AIM Travel es más amigable y cercana con el pasajero.

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Las aerolíneas pueden ofrecer más opciones gastronómicas.

Inclusive las aerolíneas lo pueden configurar para reconvertir alguna área en un pequeño comedor, para tener una experiencia gastronómica más placentera que estar encerrado en el asiento.

Sectores con privacidad

AIM Altitude es consciente de que quizás no todas las personas tengan ánimos de socializar. Por ello también diseñaron pequeños habitáculos que otorguen una cuota de privacidad, y donde los pasajeros puedan conversar, comer o incluso trabajar sin las molestias de otros viajeros.

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Esta misma privacidad puede servir a los pasajeros que quieran realizar ejercicios de estiramientos o yoga para reactivar la circulación de sus piernas. También se puede adaptar como espacios para la meditación o para rezar, una opción que verían con buenos ojos las aerolíneas que transportan un gran número de peregrinos a sitios religiosos.

La compañía de diseño AIM Altitude propone que haya taburetes con plataformas que permitan hacer ejercicios con las piernas mientras se trabaja en un ordenador

La empresa de interiorismo también propone que debajo de algunos asientos haya rodillos y plataformas que permitan realizar pequeños ejercicios mientras se está sentado. “Puedes estar trabajando con tu ordenador, pero a la vez ayudas a la circulación de las extremidades”, describe Burns.

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Los pasajeros tienen la necesidad de realizar estiramientos en los vuelos transatlánticos.

El desafío del espacio disponible

El gran desafío es cuánto espacio sería necesario para disponer de un salón de estas características. Virgin Atlantic presentó un diseño no muy diferente para sus nuevos A350-1000, donde ocho personas pueden estar sentadas cómodamente en sillones y otras permanecer de pie en un sector de su clase business.

Si hay que sacrificar espacio, las aerolíneas lo harían reduciendo las plazas de la clase económica, pero esto implica que deberían maximizar los ingresos de las categorías superiores. Más aún en un vuelo ultra largo, donde hay un gran consumo de combustible y la necesidad de contar con más tripulantes.

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Los pasajeros podrán tomar un refrigerio con más comodidad.

Dicho de otra forma: la única manera de que salas como las que propone AIM Altitude sean una realidad es que estén destinadas a los pasajeros de las clases primera, business o económica premium, y posiblemente mediante el pago de un extra.

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