Así se viajará en la aeronave más grande del mundo

La compañía que desarrolla el dirigible Airlander 10 presentó imágenes del lujo y comodidad de su cabina, donde 72 pasajeros se sentirán como en el lobby de un hotel de cinco estrellas

En la cabina para 72 pasajeros todos los asientos son individuales. Foto Hybrid Air Vehicles

El Airlander 10 se propone un triple objetivo: resucitar a los dirigibles como vehículo de transporte, impulsar los vuelos sostenibles, y recuperar los viajes en el aire como una experiencia placentera.

Cuando entre en funcionamiento comercial será la aeronave más grande del mundo. Mide 91 metros de largo y 34 de ancho, con una altura equivalente a un edificio de 10 pisos.

El Airlander 10 recupera el placer de viajar en dirigible. Foto Hybrid Air Vehicles

Más grande que los aviones más grandes

A modo de comparación, basta recordar que el A380 tiene una longitud de 73 metros y el An-225, actualmente el avión más grande del mundo, llega a los 84 metros.

Cabe aclarar que el 90% del Airlander 10 corresponde a la gigantesca estructura de 10.300 m3 donde aloja el gas.

Lo interesante se encuentra en la cabina de 46 metros de largo ubicada en el ‘bajo vientre’ de la aeronave, donde los pasajeros se sentirán tan cómodos como en el salón de un hotel cinco estrellas.

Foto Hybrid Air Vehicles
En esta cabina las comodidades son como las de un hotel de lujo. Foto Hybrid Air Vehicles

Cabinas a todo lujo

La compañía Hybrid Air Vehicles (HAV) presentó los nuevos diseños de la cabina, donde todos los asientos tienen salida al pasillo y en que las ventanas cubren desde el suelo hasta el techo, un concepto más parecido al mirador de un restaurante que al interior de un vehículos aéreo.

El Airlander 10 es siete metros más largo que el Antonov An-225, actualmente el avión más grande del mundo

“Durante muchas décadas volar del punto A al B significaba estar sentado en un tubo metálico con ventanas muy pequeñas. Es una necesidad pero no necesariamente una experiencia placentera. En el Airlander sí lo será”, indica George Land, director de desarrollo comercial.

La cabina para 90 personas recuerda a la primera clase de un avión. Foto Hybrid Air Vehicles

Dos opciones a bordo

La empresa británica presentó dos tipos de diseño para la cabina. En uno se presentan comodidades para 72 pasajeros, que se ubicarían en asientos individuales que pueden girar sobre su eje.

En algunos de ellos, enfrentados, se encuentran pequeños pufs donde se pueden apoyar los pies o algún abrigo.

[Para leer más: El lujo en el aire vuela despacio]

En la otra opción de diseño la capacidad aumenta a 90 plazas, pero en este caso los asientos son similares a los de la primera clase de un avión comercial.

El Airlander 10 en vuelos de prueba. Foto Hybrid Air Vehicles

90% menos de emisiones

Uno de los arietes comerciales de la compañía es la sostenibilidad. El Airlander 10 estará impulsado por motores híbridos-electrónicos, que generarán un 90% menos de emisiones que un avión en el mismo trayecto.

HAV espera poner en marcha el servicio comercial en 2025, y cinco años más tarde incorporar motores 100% eléctricos.

Para amantes del ‘slow travel’

Aunque presenta una autonomía de 7.400 km, y con capacidad de volar hasta los 6.100 metros de altura, la idea es que se utilice para vuelos de corto y medio radio, que son los que generan más emisiones contaminantes.

Su público no son los pasajeros que tienen prisas por llegar a destino, sino aquellos amantes del slow travel, que prefieren disfrutar del viaje como quien opta por un tren o un barco como medio de transporte.

Comparación de un viaje entre Barcelona y Palma. Foto Hybrid Air Vehicles
Comparación de un viaje entre Barcelona y Palma. Foto Hybrid Air Vehicles

A modo de ejemplo, la compañía precisa que un viaje entre el centro de Barcelona hasta Palma de Mallorca tiene una demora ligeramente superior al de un avión: 4:32 horas frente a 4:07.

Los dirigibles de la compañía HAV generan un 90% menos de emisiones de CO2 comparado con aviones que realizan el mismo trayecto

Una de las razones de los tiempos tan similares, si el dirigible vuela a menos de 150 km/h, es que no necesita largas pistas para despegar. Basta un campo que pueda alojar su estructura para despegar y aterrizar y poco más.

Pero lo interesante es cómo esta aeronave genera tan pocas emisiones: 4,54 kg de CO2 por pasajero frente a los 52,8 kg de un avión.

a.
Ahora en portada