Así cambiará nuestra forma de volar en 2019

Del reconocimiento facial a la predicción de retrasos pasando por la compra de horas de vuelo y los taxis voladores al aeropuerto, así cambiará la aviación

Vuelos ultra largos, suites más lujosas, aeropuertos que parecen parques temáticos… Fuera de estos hitos, la industria de la aviación no ha cambiado demasiado en lo sustancial: el proceso que va de la compra del billete a la recogida del equipaje pasando por los trámites de embarque. Pero este año un puñado de grupos de capital riesgo liderados por aerolíneas está dispuesto a cambiar nuestra forma de volar.

Así, las grandes aerolíneas han vuelto sus ojos a las startups y a las incubadoras de empresas que desarrollan tecnología específica para la aviación.

Es el caso de IAG, empresa matriz de Iberia, Vueling, British Airways, Aer Lingus y Level, puso en marcha Hangar 51, un programa de aceleración de startusp que selecciona entre cientos de propuestas las soluciones que mejorarán –en poco tiempo- la experiencia de volar.

La cola frente a la puerta de embarque parece un mal necesario en todos los aeropuertos del mundo –salvo si eres VIP​-, pero la tecnología de reconocimiento facial puede agilizar este trámite de forma totalmente segura

En noviembre pasado, Air France y KLM lanzaron Big Blank, una incubadora orientada a identificar oportunidades en el campo de la tecnología aplicada a la aviación. En la misma línea, Lufthansa Innovation Hub y JetBlue Technology Ventures son otros ‘think tank’ dispuestos a innovar en un sector que tradicionalmente ha preferido apostar sobre seguro, según recoge Bloomberg.

Reconocimiento facial

La cola frente a la puerta de embarque parece un mal necesario en todos los aeropuertos del mundo –salvo si eres VIP-, pero la tecnología de reconocimiento facial puede agilizar este trámite de forma totalmente segura.

Tras probarlo con éxito en el aeropuerto de Heathrow, Los Ángeles y Orlando, actualmente British Airways está instalando detectores faciales en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York.

Google lleva la delantera en lo que se refiere a predecir retrasos en los vuelos pero la aceleradora de JetBlue se marca como objetivo superar su eficacia de la mano de la startup tecnológica Lumo

El funcionamiento es sencillo: en lugar de escanear una tarjeta de embarque o pasaporte, basta con pasar por delante de una cámara que, en una fracción de segundo, verifica la identidad, abre la puerta y permite acceder al avión.

Delta explora las posibilidades del reconocimiento facial.
Compañías como Delta también instalan ya sistema de reconociemiento facial.

No más sorpresas con los vuelos retrasados

Google lleva posiblemente la delantera en lo que se refiere a predecir y detectar retrasos en los vuelos pero, sin embargo, la aceleradora de JetBlue se marca como objetivo superar su eficacia de la mano de la startup tecnológica Lumo.

Así, están construyendo modelos estadísticos que simulan las condiciones de un vuelo y que tendrán en cuenta desde la densidad de aviones en un espacio aéreo como los patrones de decisión de las autoridades aeronáuticas sobre pronósticos meteorológicos.

Lufthansa, de la mano de una startup llamada Yilu, trabaja sobre un producto capaz de agrupar -y gestionar- todas las reservas de viaje, de modo que puede actualizarlas si hay un retraso en un vuelo

Todo ello se traslada a un sistema de puntos que ofrece, en tiempo real, una predicción sobre la probabilidad de un retraso en el vuelo. Una vez retrasado, la aplicación espera poder ofrecer rutas alternativas por si el pasajero desea realizar una nueva reserva.

Todas las reservas en un lugar

Y, si finalmente el vuelo se retrasa, el viajero se encuentra ante las consecuencias en cascada sobre otros servicios y productos contratados, que van desde el coche de alquiler al hotel, pasando por un vuelo en escala o una mesa en un restaurante.

Lufthansa, de la mano de una startup llamada Yilu, trabaja sobre un producto capaz de agrupar todas las reservas de viaje. Así, a través de vincular estos servicios, la aplicación podrá modificar la hora de recogida del vehículo en el aeropuerto, retrasar la reserva de la cena o actualizar la información en el hotel en caso de retraso o cancelación.

El modelo comenzará a probarse este año en Alemania, antes de su lanzamiento a nivel global.

Comprar vuelos por horas

JetBlue quiere revolucionar la forma de comprar billetes a través del equivalente de tarjetas regalo. Skyhour es un startup norteamericana en la que la aerolínea ha invertido y que ofrece horas de vuelo a un precio cerrado de 60 dólares.

Con un modelo inspirado en las empresas de jets privados, donde se paga por hora y no por billete, estas horas de vuelo se pueden canjear en más de 350 aerolíneas de todo el mundo a través de su propia plataforma de reservas.

Lufthansa está probando ya la aplicación Linea, que ofrece al pasajero un seguimiento en tiempo real de sus maletas y permite un reembolso fácil y rápido en caso de pérdida

Lufthansa por su parte apuesta por un modelo de compra de vuelos ‘a granel’ con Flightpass, que permite comprar diez billetes de ida, sin restricciones, con una tarifa plana que comienza en 500 euros. 

Mientras, Iberia apuesta por la inteligencia artificial en el ‘post booking’ con Volantio, una solución que identifica pasajeros flexibles en vuelos de alta demanda y les ofrece asientos alternativos en otros vuelos con incentivos adicionales. Así, y a través de la utilización de machine learning, el sistema ayuda a la aerolínea a planificar de forma más eficiente la capacidad a la vez que ofrece a los clientes una mayor predictibilidad y control sobre sus viajes.

Skyhour se inspira en el modelo de los jets privados y permite comprar horas de vuelo | Foto Skyhour.
Skyhour se inspira en el modelo de los jets privados y permite comprar horas de vuelo.

El servicio ha comenzado su implementación con operadores como Swiss y Eurowings.

Sin dolores de cabeza por el equipaje

Esperar o, peor aún, perder el equipaje puede ser cosa del pasado gracias a las innovaciones de varias compañías en este campo.

Así, British Airways está investigando –y prevé empezar a probar este mismo año- un modelo que permite conducir directamente las maletas del avión hasta un punto en el aeropuerto donde se reúna con su propietario, sin pasar por el carro y la cinta de equipajes, con lo que reduciría costes y ganaría en eficiencia y rapidez.

También relacionado con el equipaje, Lufthansa prueba la aplicación Linea, que ofrece al pasajero un seguimiento en tiempo real de sus maletas y permite un reembolso fácil y rápido en caso de pérdida.

Coches voladores para llegar al aeropuerto

Superar con comodidad los trayectos entre el centro de las ciudades –a menudo congestionadas- y los aeropuertos es el objetivo de JetBlue, por lo que decidió invertir en Joby Aviation, una compañía que construye vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (VTOL por su siglas en inglés) y que prevé implementar en pocos años.

 

Con un funcionamiento similar a Uber, la compañía está segura de que puede revolucionar la forma en que sus pasajeros acceden a los aeropuertos superando los, muchas veces, tediosos viajes urbanos

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