Las demoras con el A320 y el A400 frenan los resultados de Airbus

El consorcio europeo, en medio de nuevas investigaciones judiciales, registra una caída de pedidos del 31%

Los problemas con los motores del A320 neo y la dificultad para cumplir con los plazos del avión militar A400M complican los resultados del grupo Airbus. El consorcio europeo anunció que sus pedidos han caído un 31% en los primeros nueve meses, hasta situarse en los 50.790 millones de euros (en el mismo período del 2016, se situaba en los 73.200 millones).

A pesar del derrumbe en los pedidos el consorcio aeronáutico se salvó de los números rojos y presentó un beneficio del 2% (por 1.851 millones de euros), debido a “una revaluación al alza de instrumentos financieros y partidas en el balance”, informó la compañía.

Problemas con el A320 y el A400M

Uno de los motivos de las caídas en los pedidos es el problema con los motores del modelo A320neo. Técnicamente la responsabilidad no es de Airbus sino de la empresa fabricante, que debido a sus retrasos ha llevado que el consorcio entregue 90 unidades de las 200 programadas a principios de año. “El aumento de la cadencia de producción del A320neo representa un desafío, con un calendario de entregas muy concentrados en el cuarto trimestre”, dijo Harald Wilhelm, responsable financiero del fabricante.

En el caso del transporte militar A400M, que se ensambla en Sevilla, en estos meses se han entregado doce unidades, frente a las once del año pasado. Sin embargo, Airbus tuvo que afrontar el pago de 150 millones adicionales para este programa, incluyendo 80 millones en el tercer trimestre por el ajuste de la producción e indemnizaciones.

Wilhelm reconoció que los costes asociados de este avión representan un gran desafío, y los calendarios de entrega todavía siguen en debate con los clientes.

Más problemas judiciales

Airbus espera los resultados de los procesos judiciales en Austria, Gran Bretaña y Francia por supuestas comisiones ilegales. Pero ahora se ha sumado un nuevo frente: los Estados Unidos. El grupo europeo reconoció que las autoridades norteamericanas iniciaron una investigación cuando el fabricante alertó que había detectado “determinadas inexactitudes” en las comunicaciones efectuadas al Departamento de Estado.

Estas comunicaciones eran relativas al control para evitar el tráfico de armas, y las autoridades de Airbus admitieron que no puede estimar el tiempo que durarán las investigaciones, así como el monto que tendrán que afrontar por “posibles indemnizaciones, penalizaciones u otras acciones gubernamentales”.

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