Los casos de corrupción lastran el final del CEO de Airbus

El consejero delegado Tom Enders no renovará su mandato en 2019, y el que se perfilaba como su sucesor dejará el consorcio en febrero

El consejero delegado de Airbus, Tom Enders, decidió que ya es hora de plegar velas y anunció que no renovará su mandato en abril de 2019. Así terminará un período de 14 años al frente del consorcio aeronáutico europeo, una de las mayores industrias del continente.

La transición no debería tener mayores sobresaltos, pero el que se pensaba que sería el heredero natural del cargo, el francés Fabrice Brégier, no asumirá la jefatura de Airbus: anunció que en febrero de 2018 dejará su cargo de la división comercial de la constructora, el área más importante de la empresa.

El francés Brégier, que se veía como futuro consejero delegado, dejará Airbus en febrero

Oficialmente se comunicó que la renuncia a ser consejero delegado era porque Brégier prefería “afrontar otras oportunidades fuera de la compañía”, pero en los pasillos se señalaba que la decisión la tomó cuando se enteró que el consejo de administración no lo tenía en cuenta para reemplazar a Enders, informa The Financial Times.

“La lista de reemplazantes de Enders no está cerrada, pero (Brégier) no está en ella”, dijo una fuente de Airbus al periódico inglés. Precisamente, el empresario días atrás comentó que estaba “sorprendido” por los rumores que señalaban una inminente partida de la cúpula de Airbus.

El desgaste de la corrupción

La gestión de Enders sufrió el desgaste de afrontar diversos casos de corrupción en Europa y Estados Unidos. Según Le Figaro, este fue el principal motivo del empresario alemán para dejar el cargo. En el Reino Unido y en Francia, las investigaciones se relacionan con las irregularidades que la propia compañía comunicó tras haberlas detectado en contratos de aviones comerciales.

En Alemania y en Austria se investiga un contrato de aviones de combate Eurofighter Typhoon en 2003, mientras que en EEUU están bajo sospecha las licencias de exportación otorgadas por Washington.

Fricciones entre los directivos

Enders y Brégier no tenían buena sintonía. El actual consejero delegado había reestructurado la empresa y le había quitado un buen margen de autonomía a Brégier como responsable de la división comercial de Airbus, mientras que Enders quedaba como la cara pública de la firma.

La reestructuración de Enders implicó un freno a las presiones de los gobiernos francés y alemán, que solían marcar las directrices ejecutivas de la empresa, al tener cada uno un 11% del capital social. Justamente, la cúpula de Airbus solía rotar entre ejecutivos franceses y alemanes para dar una idea de equilibrio en el consorcio europeo.

El mayor desafío para Enders, en el año y medio que le queda de mandato, será realizar una transición ordenada y que su sucesor mantenga la cuota de independencia empresarial y política que pudo conquistar.

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