El aeropuerto de Lleida resucita (y sin vuelos comerciales)

El aeropuerto de Lleida-Alguaire aloja una de las mayores escuelas de vuelo de Europa, donde se entrenarán más de 400 aspirantes a pilotos al año

Una de las escuelas de vuelo más grandes de Europa da un balón de oxígeno al aeropuerto de Lleida-Alguaire. La sociedad lituana BAA Training utiliza las instalaciones del aeródromo catalán para entrenar, de manera intensiva, a cerca de 400 aspirantes a piloto por año.

Este aeropuerto, abierto en 2010, pretendía convertirse en una terminal de referencia para el turismo invernal y de paso ayudar a descomprimir el crecimiento de El Prat.

La apuesta no dio el resultado esperado: la cercanía con Barcelona y su amplia variedad de horarios y aerolíneas eclipsó el proyecto, y excepto en la temporada de invierno, cuando llegan vuelos de turoperadores como los británicos Thomas Cook y Neilson, o los suecos de Quality Travel, solo hay dos vuelos regulares de Air Nostrum con destino a Mallorca.

Potenciar Lleida-Alguaire como aeropuerto industrial

Por ello la estrategia de la Generalitat, propietaria de las infraestructuras, fue potenciar servicios adicionales en el aeródromo. “Queremos consolidarlo como el principal aeropuerto industrial de Cataluña”, indicó Isidre Gavín, secretario de Infraestructuras y Movilidad de la comunidad autónoma.

lleida alguaire funcionarios
EglÄ— VaitkeviÄiÅ«tÄ—, CEO de BAA Training e Isidre Gavín, secretario de Movilidad.

Como explicaron fuentes del aeropuerto a Cerodobé, Lleida-Alguaire no podía competir con Barcelona en la actividad comercial. Pues el nicho lo encontraron en aquellos servicios -como las escuelas de vuelo- que les era imposible poner en marcha en Barcelona.

Lleida-Alguaire encuentra un nicho en los servicios que Barcelona-El Prat no puede ofrecer

La escuela BAA Training cuenta con 11 aviones del tipo Tecnam 202 monomotor, Tecnam 206 bimotor y Cessna 172 monomotor. Los cursos, más intensivos que otras escuelas de vuelo, son impartidos por un plantel de 15 instructores, entre ellos dos de Lleida.

Impulso a la economía local

La primera tanda de alumnos está formada por 40 personas, provenientes de una treintena de nacionalidades, pero en noviembre llegarán un grupo de 30 aspirante más, y otros 22 serán recibidos en diciembre. Cada uno de ellos paga entre 68.000 y 78.000 euros por los cursos, que duran hasta 18 meses.

El objetivo es que durante tres y cinco meses haya entre 300 y 400 alumnos tomando clases teóricas y volando en el solitario aeropuerto leridiano. “Pero para el 2020, estos números se doblarán”, prevé EglÄ— VaitkeviÄiÅ«tÄ—, consejera delegada de BAA Training.

Estos alumnos no solo se entrenarán en el aeropuerto: vivirán en Lleida, usarán transportes locales, y potenciarán la economía de la región, indicó el secretario de Movilidad.

Expansión internacional

Además de Lleida, BAA Training abrirá una escuela de vuelo en Vietnam en 2019, otra en China (entre ambas tendrán una inversión de más de 100 millones de euros), y dentro de cinco años, pretenden contar con cuatro centros de entrenamiento más. Su objeto es que, en cinco años, hasta 4.000 pilotos salgan de las academias listos para volar.

aeropuerto pista
El aeropuerto de Lleida sólo reciben dos vuelos regulares semanales y charters.

Entre el centro de Vilna y la puesta en marcha de la escuela de Lleida-Alguare invirtieron 1,2 millones de euros, aunque VaitkeviÄiÅ«tÄ— no precisó cuánto se destinó al aeródromo catalán.

Razones para elegir a Lleida

La directiva precisó que estuvieron buscando aeropuertos por varios países de Europa para abrir su segunda base, tras la sede central de Vilna –capital de Lituania-.

Entre las razones de elegir a Lleida estaba, además de tener un aeropuerto nuevo y casi sin uso, que “el clima que tiene sirve para dar clases”. Según detalló, para aprender a volar no es suficiente que haya sol y calma todos los días: la tradicional neblina de las comarcas leridianas, el viento y la ocasional nieve son desafíos climáticos que los alumnos deben aprender a dominar.

El clima y las instalaciones casi sin uso decidieron a BAA Training a elegir a Lleida para su segunda escuela de vuelo

Esta empresa lituana comenzó a impartir sus clases en octubre, y el salto es evidente: a lo largo de 2017 el aeropuerto gestionó 3.000 operaciones, y solo en este mes, ya llevan 1.300 vuelos registrados, describió Jordi Candela, director de Aeropuertos de Cataluña.

Balón de oxígeno para el aeropuerto

La llegada de esta escuela de vuelo genera 30 empleos directos, y el aeropuerto –además de contar con una pista de 2.500 metros que está inutilizada de lunes a viernes- ofrece cien metros cuadrados para oficinas y aulas.

Incluso tuvieron que destinar un espacio para que los alumnos puedan comer al mediodía y reforzar el servicio de catering, ofrecido por el único bar que hay en el aeropuerto.

Con un movimiento operativo que no había tenido hasta ahora, Lleida-Alguaire amplió su tiempo de control aéreo. El objetivo, indicó Candela, es crear un “efecto llamada” para seducir a otras escuelas de vuelo y empresas de servicios aeronáuticos para que usen a este aeródromo como base.

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