Los A380 se convierten en el inesperado hogar de serpientes y escorpiones

Una vez por semana los técnicos de Qantas tienen que ahuyentar los reptiles y otras especies que se cuelan en la estructura de los aviones que descansan en el desierto de California

Los A380 no solo son venerados por legiones de aficionados a la aviación en todo el mundo. También son el hogar favorito de diferentes especies animales, que usan su gigantesca estructura como refugio frente a las condiciones extremas de los desiertos.

A pesar de su lenta recuperación en diversos puntos del mundo estos aviones de cuatro motores esperan su momento para regresar a los cielos.

El palo con el que los técnicos de Qantas ahuyentan las alimañas. Foto Qantas

Esperando la vuelta

Eso en el caso de los que se sabe que volverán, porque los pertenecientes a aerolíneas como Air France, Thai Airways o Eithad ya quedarán aparcados para siempre.

En la árida superficie de Alicia Springs, en la soledad del aeropuerto español de Teruel o en el desierto del Mojave duermen numerosos A380.

En ese último sitio estos descomunales aviones de Qantas se han convertido en el hogar de serpientes y escorpiones. Y los ingenieros han desarrollado ingeniosas soluciones para trabajar sin riesgo para su salud.

En la árida superficie de Alicia Springs, en la soledad del aeropuerto español de Teruel o en el desierto del Mojave duermen numerosos A380

Los peligrosos huéspedes del A380

Cabe recordar que las serpientes de cascabel tienen un veneno de acción rápida, mortal para el ser humano; mientras que en el Mojave viven arácnidos como el escorpión peludo gigante, cuya picadura no causa la muerte pero sí una irritación muy molesta, que en algunas personas pueden causar reacciones alérgicas preocupantes.

Una vez por semana los ingenieros de Qantas basados en Los Ángeles viajan hasta la base de Victorville, en pleno desierto, para realizar tareas de mantenimiento a los aviones.

Antes de poner manos a la obra sacan una estaca, que han bautizado como ‘golpeador de ruedas’, con la que embisten rítmicamente los neumáticos.

El ruido aleja a las serpientes y escorpiones, que se acurrucan junto al calor de la goma de las ruedas y en los sistemas de frenos.

El palo que golpea ruedas

Pasado ese proceso de impacto sonoro los técnicos desenvuelven las estructuras que cubren los neumáticos y comprueban su presión. Luego movilizan el avión unos metros para que las ruedas giren un poco y cambien de punto de apoyo.

“Alguna vez hemos encontrado algunas serpientes y escorpiones, pero el palo hace su trabajo y se escabullen”, indica el gerente de mantenimiento de Qantas

Según describió el gerente de mantenimiento de la aerolínea australiana en Los Ángeles, Tim Heywood, cada avión tiene su propio palo golpeador asignado. Es un método muy rudimentario, pero sumamente necesario para la integridad de los operarios.

“Alguna vez hemos encontrado algunas serpientes y escorpiones, pero el palo hace su trabajo y se escabullen”, indica el técnico.

Serpiente de cascabel del Mojave. Foto Tom Spinker Flickr

El mantenimiento en el desierto

Otras tareas de mantenimiento que realiza el personal de Qantas son cubrir los asientos interiores con láminas de plástico, colocar películas protectoras en la parte superior del timón y en las ventanas de la cabina y drenar los tanques de combustible para quitar el agua que se genera por la condensación.

También se encargan de renovar las películas protectoras del fuselaje y los motores donde se suelen colar murciélagos, insectos y pájaros para crear nidos o protegerse del duro clima del desierto.

Periódicamente los aviones de Qantas se someten a un intenso mantenimiento. Foto Qantas

El ansiado regreso

Qantas confía en volver a operar sus A380 cuando el mercado recupere los niveles previos a la pandemia.

La aerolínea australiana cuenta con 12 aeronaves de este tipo, de las que al menos la mitad esperan volver a la acción en los próximos dos años.

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