¿Por qué nadie quiere al A380?

Airbus contempla dejar de fabricar el gigantesco A380 si no logra nuevos pedidos

El gigantesco A380 se ha convertido en el patito feo de Airbus: el grupo invirtió más de 11.000 millones de euros en desarrollar un avión que pretendía descongestionar el creciente tráfico de los principales aeropuertos, pero casi ninguna aerolínea está interesada en esta aeronave.

Su futuro depende del interés de Emirates, que ha comprado 142 de los 317 aviones vendidos desde su presentación en sociedad en el 2005. Si Airbus no logra vender al menos seis unidades al año –a un precio de catálogo de 363 millones de euros-, el consorcio europeo dejaría de fabricarlo, aseguró el responsable comercial del fabricante, John Leahy.

Las conversaciones entre Airbus y Emirates sobre un nuevo pedido para 36 aviones ‘superjumbo’ por un valor de 13.036 millones de euros se rompieron en el Dubai Airshow, pero el fabricante espera retomar las negociaciones y que lleguen a buen puerto.

Airbus no logró vender ni un solo A380 el año pasado

Aunque en el 2017 Airbus facturó 112.000 millones de euros y superó a su rival Boeing, no logró vender ni un solo A380. Actualmente hay 95 de esos aparatos pendientes de entrega, y Airbus tiene previsto que este año salgan de sus cadenas de ensamblaje de Toulouse (sur de Francia) 12 unidades, después de las 15 finalizadas en 2017.

En 2019 la cifra de futuras entregas se reducirá a ocho unidades, y de allí en adelante se bajaría a seis aviones, pero si la cifra de encargos desciende más, su producción llevaría a un perjuicio económico.

Las razones del desdén de las aerolíneas

El programa del A380, que puede transportar más de 500 pasajeros en su configuración estándar, fue lanzado a finales del 2000, y su primer vuelo de prueba tuvo lugar en abril de 2005. El objetivo era crear una aeronave que pudiera responder a las perspectivas de saturación de los aeropuertos de las grandes metrópolis mundiales.

Pero desde entonces la gestión del tráfico aéreo ha permitido optimizar los tiempos de aterrizaje y despegue, el número de aeropuertos con líneas intercontinentales (a las que va destinado) se han multiplicado y la entrada de nuevos operadores ha dado lugar a una fragmentación de la competencia.

El éxito de Airbus estuvo en los aviones de pasillo único, no en las grandes aeronaves

Además han aparecido otros modelos que si bien no son tan grandes (como el A350 del propio Airbus o el 787 de Boeing), son mucho más eficientes que en términos de consumo de carburante y, a ese respecto, tienen una ventaja de peso sobre el A380: sólo dos reactores, y no cuatro.

Basta ver los pedidos de más éxito en Airbus: las aeronaves de pasillo único, de la gama del A320, supusieron 1.054 encargos sobre un total de las 1.109 unidades vendidas. Y la versión ‘neo’, con 926 pedidos, se llevó los laureles gracias a nuevos motores y a mejoras en aerodinámica puede reducir el consumo de carburante hasta un 20 % respecto a la generación precedente.

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