Una sentencia fuerza a Uber a reconocer a sus conductores

Los conductores de Uber son empleados de la compañía y no autónomos o 'freelances'. Un fallo de un tribunal de San Francisco determina que el trabajo de los transportistas es "esencial" para la compañía, y que, por lo tanto, Uber debe cubrir sus costes.

Un tribunal de San Francisco (EEUU) ha determinado que los conductores de Uber son empleados de la empresa, y por lo tanto, la multinacional debe cubrir sus costes. El fallo, que da la razón a la exconductora Ann Berwick, se ha producido el martes a última hora, y según los expertos respalda la denuncia de la Inspección de Trabajo española.

«La sentencia del juzgado de California es similar a un informe del Ministerio de Empleo que entró en el juzgado Mercantil número 3 de Barcelona el 26 de marzo. El documento confirma que los conductores tienen una dependencia de la empresa», ha explicado a 02B el abogado Diego Salmerón, al frente de un pleito contra Uber por el colectivo de taxistas La Élite.

Cualquiera su interpretación, el fallo supone un mazazo para la compañía, que defiende que los transportistas actúan libremente, y que la empresa, cuya valoración alcanza los 40.000 millones de euros, es sólo un intermediario tecnológico. El argumento de Uber es que no posee una flota de coches, y, por lo tanto, no es una empresa de transporte.

Transporte

«Los demandados operan para proporcionar servicios de transporte a pasajeros. La demandante llevó a cabo el transporte de esos pasajeros. Sin conductores como la demandante, el negocio de los demandados no existiría», reza la sentencia.

Esta tesis entronca con las denuncias de los taxistas españoles, que afirman que Uber es una estructura empresarial completa. «Uber opera un servicio de transporte. No es un intermediario tecnológico. Y si opera tal servicio, debe regirse por la legislación vigente», abunda Salmerón.

La decisión del comisario de Empleo de California es la primera que reconoce el estatus de empleado a los conductores de Uber. Como consecuencia de la misma, la plataforma tecnológica deberá pagar 4.152,20 dólares (3.642,29 euros) a la conductora por conducir 10.400 kilómetros y 470 horas el pasado verano.

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