Un grupo canadiense paga 2.600 millones por el aeropuerto de la ciudad de Londres

El quinto aeropuerto británico ha sido comprado por un grupo empresarial canadiense. British Airways, el principal cliente de la terminal, califica el monto de la operación de "absurdo"

Finalmente se ha conocido quién será el propietario del Aeropuerto de la Ciudad de Londres. Ontario Teacher’s Pension Plan (OTPP) ha ganado la puja a dos grupos empresariales chinos y otro canadiense, y pagará 2.600 millones de euros por las infraestructuras aeroportuarias.

Este aeropuerto se encuentra en el centro de la capital británica, cerca del barrio de Canary Wharf, y a diferencia de las gigantescas terminales de Heathrow o Gatwick, ha sido diseñado para recibir vuelos cortos y llegar rápidamente al centro de Londres. Por ello, sus principales usuarios son los trajeados banqueros y ejecutivos de la City.

Dueño de cinco aeropuertos

OTPP no es un novato en el sector. Ya tiene bajo su control otros cinco aeropuertos: los de Bristol, Birmingham, Bruselas, Copenhagen y Belfast.

El London City Airport ha duplicado su capacidad operativa pasando de los 2 millones de pasajeros en 2005 a los 4,3 millones en el último año. Y su valor económico ha crecido de forma exponencial: su actual propietario, la estadounidense Global Infraestructure Partners, había comprado la infraestructura en 2006 por 950 millones de euros, o sea, casi una tercera parte de lo que ahora pagará Ontario Teachers. 

Disgusto de British Airways

Semejante diferencia de valor es lo que ha llevado a British Airways, principal cliente del aeropuerto, a calificar de «absurdos» los 2.600 millones de la operación. BA ya ha advertido que, si el nuevo operador pretende aumentar las tasas de aterrizaje para recuperar la inversión, están dispuestos a mudarse a otro aeródromo.

Si OTPP busca impulsar el crecimiento del aeropuerto, se topará además con un techo: el alcalde de Londres, Boris Johnson, ha bloqueado los planes de desarrollo de la terminal aérea para evitar la contaminación acústica, por lo que el número de pasajeros máximo no podrá superar los 6 millones de personas.

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