Ryanair intenta hacer negocio con los atentados de Bruselas

La 'low cost' irlandesa está siendo estos días la única aerolínea con la que se puede viajar a Bruselas, aunque sus aviones están aterrizando en el aeropuerto de Charleroi, situado a 50 kilómetros de la capital belga.

Un grupo de ciudadanos británicos que se quedó atrapado en la ciudad tras los ataques terroristas, y que solicitó a la compañía volver un día antes de lo previsto, Ryanair les exigió 290 euros por trayecto, mientras que los precios habituales no suelen exceder los 120.

Los suplementos de la aerolínea

El escándalo ha llegado a la Cámara de los Comunes de Londres, donde el laborista Bill Esterson ha denunciado los hechos y ha solicitado al Gobierno Británico que haga algo para repatriar a sus ciudadanos, aunque sólo sea pedir a Ryanair que no intente hacer negocio con las desgracias ajenas.

Por su parte, la aerolínea se ha defendido asegurando que los viajeros del grupo fueron informados de que el cambio de vuelo suponía pagar 60 libras por ello, más un suplemento de 154 libras cada uno para «igualar la tarifa del nuevo viaje», más 14 libras en concepto de gestión e impuestos. Lo dicho, en total, 228 libras (290 euros).

Ante las quejas del político y de los medios de comunicación, un portavoz de la compañía ha informado también de que el precio final era tan elevado porque en el vuelo solo quedaban 28 plazas disponibles. Qué curioso: exactamente el mismo número de personas que solicitó el cambio.

 

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