¿Qué pasa cuando quiebra una aerolínea?

No siempre es fácil predecir el colapso de una aerolínea que, como Primera Air o Wow Air, pueden dejar de volar sin previo aviso. ¿Qué debemos saber?

“Alerta de viaje. Fin de la operación de Wow Air. Todos los vuelos de Wow Air han sido cancelados”. Con este mensaje en su página web la aerolínea islandesa de bajo coste ponía fin a siete años de operación, sumándose a una larga lista de compañías fallidas en el mundo. Esto es lo que sucede cuando una aerolínea quiebra (y estas son las cosas que debemos saber).

Los colapsos de Primera Air y Wow Air ejemplifican que las quiebras en las aerolíneas no son siempre crónicas de una muerte anunciada.

Sin previo aviso, incluso una gran compañía aérea puede cerrar, víctima de un cúmulo de circunstancias que atenazan especialmente a las low cost: intensa competencia de tarifas, ausencia de músculo financiero y escaladas en los precios del combustible

[Para leer más: La caída de Primera revela la arriesgada apuesta de las low cost]

Sin previo aviso, incluso una gran compañía aérea puede cerrar, víctima de un cúmulo de circunstancias que atenazan especialmente a las low cost: intensa competencia de tarifas, principalmente en la guerra de las rutas transatlánticas, ausencia de músculo financiero para soportar estas batallas y escaladas en los precios del combustible.

El cementerio de las low cost

Wow Air es la última en sumarse a una lista que, en 2019 ya se ha cobrado otras cinco víctimas: Germania, Fybmi, Insel Air, California Pacific y Joon, la filial low cost de Air France. Otras 16 cerraron en el último año, incluida la mencionada Primera Air, las suizas PrivatAir y SkyWork, la sueca NextJet, la belga VLM, la rusa Saratov Airlines y la estadounidense OneJet.

Wow Air es la última en sumarse a una lista que, en 2019 ya se ha cobrado otras cinco víctimas: GermaniaFybmi, Insel Air, California Pacific y Joon, la filial ‘low cost’ de Air France

Los principales damnificados cuando cierran son las decenas o cientos de pasajeros en tierra, algunos en destinos remotos, que se encuentran en posesión de billetes sin ningún valor y deben hacer frente a nuevos desembolsos para realizar sus trayectos.

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El camino a la quiebra

Aunque las circunstancias puedan ser diferentes en cada caso, sí hay algunos patrones que se repiten cada vez que una aerolínea colapsa y deja de volar, que es, en última instancia, lo que nos perjudica como viajeros.

Así, una compañía aérea puede entrar en bancarrota y reestructurarse sin dejar de operar, como ya hicieron las estadounidenses American, Delta y United. Muchos pasajeros ni siquiera se darían cuenta porque sus aviones no dejaron de volar.

Primera Air no pudo reestructura su situación financiera por lo que, simplemente, dejó de funcionar

El caso de Primera es el opuesto: no pudo reestructura su situación financiera por lo que, simplemente, dejó de funcionar. Es cierto que se declaró en bancarrota, pero en otros casos ni siquiera se pasa por este proceso: el colapso es el verdadero problema para los usuarios.

Compañías al rescate

Muchas de las aerolíneas en problemas encuentran compradores que evitan el colapso, a menudo otras compañías aéreas más fuertes que puedan adquirir sus activos y fusionar operaciones, y evitan el cierre.

Es el caso de la histórica Pan American World Airways, Pan Am, que se dividió entre Delta y United en 1991, o el más reciente movimiento de Alaska Airlines, que compró en solitario una Virgin American al borde de la quiebra tras superar la oferta de JetBlue.

Wow Air aconsejaba en su comunicado a los viajeros que buscasen alternativas en otra compañía o reclamasen a sus aseguradoras y compañías de tarjetas de crédito. Exactamente igual que Primera Air

En este tipo de rescates, no hay pasajeros que quedan colgados ni billetes sin valor; de hecho, los viajeros frecuentes pueden generalmente conservar incluso sus puntos o millas acumuladas, que se traspasan al programa de la aerolínea compradora.

Viajeros sin opciones

Sin embargo, los verdaderos ceses dejan a los viajeros con pocas opciones. En el caso de Wow Air, la aerolínea aconsejaba en su comunicado a los viajeros que buscasen alternativas en otra compañía o reclamasen a sus aseguradoras y compañías de tarjetas de crédito. Exactamente igual que Primera Air.

Ante las quiebras, otras aerolíneas suelen ofrecen tarifas reducidas a los pasajeros varados para regresar a sus hogares

En este tipo de casos, otras aerolíneas suelen ofrecen tarifas reducidas a los pasajeros varados para regresar a sus hogares. Los que tengan billetes sin usar que hayan pagado con tarjeta de crédito deben contactar con sus compañías para comprobar si pueden solicitar una devolución del dinero.

Los que lo compraron a través de agencias de viaje en la UE están protegidos por la directiva de viajeros, por lo que deben también contactar con su agente de viajes (el mismo caso si el billete forma parte de un paquete de viaje).

Los que lo compraron sus vuelos a través de agencias de viaje en la UE están protegidos por la directiva de viajeros, por lo que deben contactar con su agente de viajes

Del mismo modo, si el billete se compró con seguro, se debe contactar con la aseguradora, aunque si el seguro es el de la propia aerolínea podría no cubrir de la quiebra, algo que sí suele estar contemplado en el caso de seguros que proveen compañías ajenas.

En EEUU se debe acudir al administrador que se designe para la quiebra para reclamar.  

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