Pastor afronta sanciones europeas “muy severas” si interviene en Iberia

Bruselas y Londres actuarán a través de Almunia al entender que se infringiría el derecho internacional

La Comisión Europea espera en silencio la decisión final del gobierno español sobre Iberia. Su hoja de ruta está clara, a pesar de la discreción con la que aborda los conflictos de la aerolínea. España forzaría a Bruselas a desempolvar unos mecanismos sancionadores apenas utilizados, pero vigentes.

La posibilidad de que el Ministerio de Fomento, encabezado por Ana Pastor, dicte un laudo ha provocado que el entorno del Comisario de Competencia, Joaquín Almunia, recuerde que el Gobierno se las vería con “sanciones económicas muy severas” si invade “la soberanía empresarial de un grupo internacional como IAG”.

Interés general

La intervención de Pastor desencadenaría, con toda probabilidad, la protesta del Ejecutivo británico. “Fomento olvida que Iberia forma parte de un grupo con el capital repartido entre accionistas españoles e ingleses, además de la porción que fluctúa libremente en los mercados”. Altos funcionarios europeos se han mostrado así de tajantes a preguntas de 02B sobre las repercusiones comunitarias de un hipotético laudo.

El interés general al que se acoge la ministra como justificación esencial y jurídica –aspecto recogido por la Constitución— para activar el arbitraje “no se mide sólo en el perímetro español, sino también en el británico. La Comisión actuará incluso si el Reino Unido decide guardar silencio”.

Responsabilidad

Los círculos consultados admiten la responsabilidad de la dirección de la aerolínea sobre el actual escenario. En Bruselas citan como ejemplo la fusión de Air France y KLM. Ambas compañías ajustaron su estructura y plantilla antes de unirse. “El grupo empezó desde cero, aunque evidentemente ello no supuso una vacuna para problemas futuros, como se demuestra ahora”. Air France-KLM está en fase de reestructuración y perdió 1.000 millones en 2012.

A pesar del pecado original de IAG, el gobierno español no tendría la potestad suficiente para “cortocircuitar un plan industrial” pensado para subsanar una situación de pérdidas, apuntan desde en el organismo comunitario. “Es función de la Comisión velar porque las compañías compitan en una situación de libre mercado”. En opinión de los funcionarios consultados, un laudo bloquearía la convergencia de Iberia con sus competidores.

Precedentes

La Comisión Europea ha actuado contra laudos que han excedido el perímetro nacional de los países miembros. La posibilidad está admitida incluso en los tratados que la Unión Europea mantiene con otros organismos, como Mercosur.

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