Naciones Unidas encuentra la segunda caja negra del vuelo de Swiftair

El hallazgo de la segunda caja negra del vuelo de Swiftar que se estrelló en Mali servirá para esclarecer definitivamente las causas del siniestro

Naciones Unidas ha informado este sábado de que sus expertos han localizado la segunda caja negra del avión de Swiftair que se estrelló el jueves en el norte de Mali. El hallazgo se produce un día después de que el presidente de Francia, François Hollande, confirmase que se había encontrado el primero de los equipos.

La oficina de misiones de paz de la ONU informó en Twitter que la caja negra fue hallada por integrantes del contingente especial Minusma, desplegado en Mali. 

 
La principal hipótesis sobre la causa del siniestro sigue siendo la metereológica

 

A bordo del avión siniestrado, operado por la compañía Air Algerie, volaban 112 pasajeros, entre ellos 54 franceses, y seis tripulantes españoles. El Gobierno galo, que descarta a estas alturas encontrar a algún superviviente, baraja como principal hipótesis del accidente el mal tiempo.

El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, aseguró el viernes que el lugar donde se estrelló el avión comprende una zona de 300 metros cuadrados. Está situada a seis horas en coche desde la localidad de Gossi, próxima a la frontera con Burkina Faso, lo que complica el acceso de los equipos forenses. 

 
La zona donde se estrelló el vuelo dificulta el acceso de los equipos forenses

 

El objetivo de París es llevar los cuerpos en primer lugar a Gao para que posteriormente puedan ser evacuados.
La rura planificada para el vuelo AH5017 de Swiftair contaba con “condiciones meteorológicas severas”, especialmente en el punto en el que desapareció, ya que cruzaba líneas de tormentas muy extensas. Esto hace que el factor meteorólogico sea entendido como “decisorio” en el siniestro.

Según explica el vicedecano del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Civil (Copac), Gustavo Barba, esa parede de tormentas obliga en muchas ocasiones a los pilotos a desviarse hasta 200 kilómetros de su ruta. “Nadie vuela dentro de tormentas”, asegura.

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