Los trabajadores aeroportuarios de Iberia también firman la paz laboral

Los sindicatos de tierra y la compañía firman el último acuerdo que faltaba tras los alcanzados con pilotos y tripulantes. Las nuevas condiciones laborales permitirán plantar cara a Globalia en los concursos que prepara Aena en la mayoría de los aeropuertos españoles.

Final de las negociaciones de Iberia con los sindicatos para sellar la paz laboral definitiva. El último colectivo de profesionales que aún no había firmado con la aerolínea que preside Luis Gallego ha alcanzado un preacuerdo que se oficializará este viernes, confirma la compañía. Faltará someterlo a votación en las respectivas asambleas. Desde el 13 de febrero han estampado su rubrica los representantes de pilotos y tripulantes de cabina.

El colectivo que trabaja en los aeropuertos, atendiendo pasajeros, equipajes y aviones, tiene ahora la esperanza de que Iberia acuda al concurso público que convocará Aena en la mayor parte de los aeropuertos españoles para administrar esos servicios. El principal competidor será Globalia, empresa matriz de la rival Air Europa, con costes laborales inferiores. Sobre la mesa negociadora planeaba la decisión de replegar posiciones puesto que esa pata del negocio es una de las principales fuentes de pérdidas en Iberia.
 

 
Pilotos y tripulantes aceptaron condiciones similares a las retribuidas por Vueling

 
La situación daba paso a un escenario incierto para este colectivo –que componen unos 8.000 trabajadores—. La marcha atrás de Iberia en todos los aeropuertos menos en los cuatro grandes (Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Málaga) suponía, en el mejor de los casos, la subrogación de la plantilla. Las condiciones laborales, aunque se trasladarían los contratos, serían menos favorables que las actuales y, según varias fuentes, incluso más duras que las que presumiblemente fijarán el nuevo convenio en Iberia.

Además de Globalia, se esperan a grandes empresas de servicios, como Ferrovial. La constructora que preside Rafael del Pino tiene intereses en este tipo de negocios. De hecho administra el mayor aeropuerto de Europa, Londres-Heathrow. Como sucedió con los pilotos y tripulantes de Iberia, que aceptaron condiciones similares a las retribuidas por Vueling, los trabajadores aeroportuarios asimilarán un nuevo paradigma basado en la consolidación de los recortes salariales (-13%) y la reorganización de la jornada laboral.

La escenificación del pacto cerrará prácticamente dos años de conflictividad. Es una de las condiciones impuestas por la cúpula de International Airlines Group para recuperar rutas y comprar nuevos aviones. Pero no la única. Iberia se expandirá al ritmo que la economía española, es decir la demanda, marque; aunque el entorno de la compañía espera que “las buenas noticias” se sucedan en los próximos meses. Por ahora, el clima se anuncia despejado.

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