Los taxis voladores preparan su despegue definitivo

El volumen de negocio de los vehículos aéreos superará los 2.500 billones de euros en dos décadas

Veinte años es el plazo para que la ciencia ficción se convierta en realidad y los coches voladores formen parte del paisaje urbano, gracias al desarrollo de la tecnología que permitirá baterías más eficientes, pero también la inteligencia artificial y la comunicación por satélite.

De hecho, de cumplirse las previsiones de Morgan Stanley Research, el sector, que incluye también el transporte de productos a través de drones –más sencillo que el transporte de pasajeros y que ya barajan compañías como Amazon- moverá alrededor de 2.500 billones de euros en 2040.

Los grandes en la industria de la tecnología como Boeing y Airbus llevan años coqueteando con la idea de los coches voladores

De coches a aviones autónomos

Los también conocidos como taxis aéreos o vehículos aéreos personales centran una profunda investigación de la consultora, en la que analistas como Adam Jonas, Ravi Shanker y Rajeev Lalwani sostienen que el desarrollo del ecosistema de movilidad aérea urbana (UAM) es, en realidad, más sencillo que el de los coches autónomos, informa Bloomberg.

En este sentido, señalan a los aviones no tripulados que se han utilizado durante años en el ejército con éxito y que ahora están inspirado el reparto de mercancías.

Otro interesado en el negocio es Uber, que se unió a Boeing y Airbus en un grupo liderado por el gobierno de Japón que aspira a estrenar vehículos aéreos autónomos en el país durante la próxima década

Los grandes en la industria de la tecnología llevan años coqueteando con la idea; así, Boeing, a través de Aurora Flight Scienses está trabajando para presentar un prototipo de coche volador el próximo año, mientras su competidor Airbus participa en diferentes proyectos como Vahana, en Silicon Valley, y Voom, en Brasil y México.

Más empresas en la carrera

Este mismo mes, Airbus y Audi mostraron una versión de un vehículo eVTOLvehículo aéreo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical-, un prototipo similar al que estarán trabajando en Lockheed Martin, según la consultora, que recoge en su informe que otras compañías como Raytheon y Harris se están apuntando a la tecnología de control de tráfico aéreo.

Otro interesado en el negocio es Uber, que se unió a Boeing y Airbus en un grupo liderado por el gobierno de Japón que aspira a estrenar vehículos aéreos autónomos en el país durante la próxima década. La marca de vehículos de transporte con conductor está desarrollando también Uber Elevate, una red de vehículos de despegue y aterrizaje vertical.

Aston Martin y Rolls-Royce, líderes en la industria automotriz, están también inmersos en el desarrollo de esta tecnología de los coches voladores

El cofundador de Google, Larry Page, está detrás de Zephyr Airworks, otra empresa del sector, como lo son también Kitty Hawk, Volocopter, Aeromobil, Vertical Aerospace, Joby Aviation, Cartivator Project, Terrafugia, Ehang, Passone Drone, VerdeGo Aero, PAL-V y Lilium.

Incluso Aston Martin y Rolls-Royce, líderes en la industria automotriz, están inmersos en el desarrollo de esta tecnología.

Segmento “subdesarrollado”

Pese a todo, aún está lejos el momento de abrir una aplicación y solicitar un taxi aéreo por el móvil. Los analistas de Morgan Stanley señalaron que el desarrollo de estos sistemas es “extremadamente largo” y requiere aún una ingente asignación de “capital, pruebas y desarrollo”.

Pese a todos los prototipos, aún está lejos el momento de abrir una aplicación y solicitar un taxi aéreo por el móvil

Sin embargo, esta actual situación de “subdesarrollo” del sector estaría “mejorando rápidamente en áreas de sustitución de pilotos, seguridad y eficiencia».

Para Morgan Stanley el desarrollo de los coches voladores sería un perfecto complemento para los envíos de mercancías en empresas como Amazon y Wing, que “podrían reducir los costes de entrega tanto en áreas rurales como en áreas urbanas cogestionadas por el tráfico”.

Los desafíos de los coches voladores son aún el desarrollo de las baterías, la reducción del ruido y el empleo de inteligencia artificial para elevar los estándares de seguridad en vuelos autónomos

No obstante, en el escenario que prevé la consultora, los viajes de pasajeros representarán la mayor parte del mercado en 2040 puesto que, con el tiempo, “se transformará en un método rentable y eficiente para recorrer distancias cortas a medianas”.

Para que el auge de este mercado se convierta en realidad, además, tendrá que ser respaldado por mayores desarrollos tecnológicos y un entorno regulatorio propicio, añadió Morgan Stanley, que apunta como desafíos clave el desarrollo de las baterías, la reducción del ruido y el empleo de inteligencia artificial para elevar los estándares de seguridad en vuelos autónomos.

a.
Ahora en portada