Los madrileños huyen del Metro

La demanda cae el 18,4% hasta los 32 millones de viajeros

La Comunidad de Madrid no sabe qué hacer para frenar la continua caída de la demanda del transporte. Los madrileños cada vez utilizan menos el Metro y la red de autobuses de la EMT. Prefieren otras alternativas para viajar por la ciudad, ya sea compartiendo coche o andando en los trayectos cortos.

La demanda del transporte metropolitano, es decir, a través del metro de la capital, ha caído bruscamente el 18,4%, hasta los 32,2 millones de viajeros en agosto. Este dato choca frente al fuerte aumento que hubo el año pasado en Madrid, cuando se celebró la Jornada Mundial de la Juventud en la que hubo cientos de miles de turistas durante varios días. Este dato refuerza la tesis de los sectores turísticos que opinan que Madrid sólo es atractiva a golpe de grandes eventos.

A pesar de la excepcionalidad de agosto de 2011, el descenso de viajeros es constante desde hace años. Un portavoz de la Consejería de Transportes achaca la caída a la crisis económica, al aumento del paro y al menor consumo de ocio en la ciudad. “Desde 2008 no ha parado de caer el número de viajeros”, asegura.

Aumento de precios

Otra de las causas de la caída ha sido la subida de los precios del transporte, sobre todo, la tarifa de los billetes sencillos, situada ahora en los 1,5 euros por viaje. Aunque desde el gobierno de Ignacio González quitan hierro al asunto, “no es una cuestión de precio”, miles de ciudadanos evitan, cada vez más, el transporte público.

“Ahora hay menos gente yendo al trabajo, se planifican con tiempo y prefieren ir andando en trayectos cortos. De todas maneras, también hay una caída de la movilidad en coches”, dice la consejería.

Medidas de ahorro

Al haber menos ingresos por transporte público, la Comunidad de Madrid ha decidido apostar por mejorar la utilidad con dos vías bien distintas. Por un lado, gasta menos con la reducción de metros y autobuses, sobre todo en horarios nocturnos, y por otro lado, ha creado la tarjeta transportes para los más jóvenes.

En vez de abono mensual, el ejecutivo madrileño ha optado por crear una tarjeta con chip para que el viajero sólo la utilice los días que lo necesite y no se vea obligado a pagar por todo el mes. Este sistema se ha habilitado para los abonos jóvenes. De momento, ya se han cambiado a la nueva tarjeta 80.000 menores de 25 años y se espera que la cifra aumente hasta 100.000 en los próximos meses.

El servicio público de transporte colectivo de Madrid tiene un coste anual de 2.500 millones de euros al año. Actualmente, la cobertura tarifaria es de menos de un 40%. Concretamente, los usuarios pagan 980 millones por tarifas, y las Administraciones Públicas aportan 1.520 millones.

Barcelona, a la baja

Otra ciudad que también ve cómo cae la demanda de viajeros de transporte público es Barcelona. La Ciudad Condal arrastra varios años de caída pero a menor ritmo que Madrid. El pasado agosto, el número de viajeros del metro fue de 23,6 millones, el 6,2% menos que en el mismo mes del año pasado, a pesar del tirón turístico.

Los barceloneses son más fieles al autobús urbano. La caída prácticamente es insignificante, no como en el caso de Madrid, donde la demanda de autobús se reduce el 7%.

a.
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