Los controladores claudican hasta 2020

Enaire y la Unión Sindical de Trabajadores Aéreos prorrogan el actual convenio colectivo por cuatro años más con el objetivo de alcanzar "un clima de tranquilidad y no de guerra", explica el sindicato. Sin embargo, advierte: "No se trata de un cheque en blanco".

Enaire gana la penúltima batalla a sus empleados. La compañía pública y la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) han llegado a un acuerdo para prorrogar el actual convenio de los controladores hasta 2020. La firma llega precedida de un clima de enorme tensión laboral, con «amenazas constantes y la apertura de varios expedientes», denuncian los trabajadores. Sin embargo, pese a mantenerse la jornada y los salarios, «no supone un cheque en blanco», avisan desde el sindicato a 02B.

El actual pacto finalizaba en octubre de 2016 y con la extensión «queremos negociar el próximo convenio en un clima de tranquilidad y no de guerra», explica la portavoz Susana Romero. Confían «una vez más» en el gestor aéreo, a pesar de la división interna. El acuerdo fue aprobado sólo con el apoyo del 53% de los controladores afiliados.

No cesan las reivindicaciones

Pese a no haber obtenido ni reducción de jornada ni mejoras salariales, tampoco se aumentará el horario. El sindicato, pero, apunta que «no cesan sus reivindicaciones ni un segundo». Y detallan: «Seguiremos luchando por la readmisión del controlador despedido y que se eliminen las sanciones a los compañeros». Además, abogan por mantener su postura para equiparar las condiciones de toda la plantilla, y de las futuras incorporaciones.

«La flota de controladores cada vez está más envejecida», lamenta Romero. Por ello, esperan con optimismo la convocatoria de 94 nuevos controladores. 39 de las incorporaciones se producirán a principios de 2016, algo que los trabajadores celebran. Sin embargo, a cambio, se ha aplazado la negociación de reivindicaciones históricas entre la profesión.

La portavoz también ha apuntado al «respeto por la industria turística española» como otra de las claves para aceptar el acuerdo.

Las amenazas de Enaire

Como medida de fuerza, Enaire amenazó a USCA con varias acciones, como la aplicación del convenio del sector, sensiblemente más bajo al que aplica la compañía. Por otro lado, la sombra de un nuevo Laudo, planeaba tras la finalización del actual acuerdo, a finales de 2016.

Sería un nuevo varapalo al gremio. Tras varias ‘huelgas fantasma (hasta nueve), los controladores quieren al fin despejar las dudas sobre el cierre del espacio aéreo en 2010. «20 de las 22 denuncias han sido archivadas», recuerdan. Por ello, ultiman la producción de un documental audiovisual con juristas y pilotos implicados para probar su inocencia.

El gestor, también tuvo algún gesto

Pese al claro sabor a victoria, Enaire también ha tenido que ceder en los últimos meses para lograr la ansiada paz laboral. El ejemplo más claro fue el despido de Maite Calleja, la directora de Recursos Humanos. La dirigente fue la principal responsable de los expedientes contra 61 controladores de Barcelona, por lo que la salida fue celebrada por la plantilla.

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